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El Fondo Monetario Internacional (FMI) designó ayer al economista británico Ben Kelmanson como nuevo representante del organismo multilateral en Argentina, y de ese modo reemplazará a Trevor Alleyne. “El Sr. Ben Kelmanson ha sido nombrado Representante Residente Senior del FMI en Argentina, como parte de la rotación de rutina del personal senior del Fondo”, informó ayer el organismo. “Se espera que asuma su puesto cuando finalice la designación del Sr. Alleyne, hacia fines de este año. El Sr. Kelmanson tiene 22 años de experiencia como economista en el Fondo, trabajando en una variedad de asuntos a nivel global y regional y de políticas de la institución para economías avanzadas, de bajos ingresos y emergentes”.
Desde hace tres años, el economista británico oficia como representante del organismo en Turquía. Con anterioridad se desempeñó en Moldavia y Letonia, y además, fue subjefe de Unidad en el Departamento de Europa. Graduado en la Universidad de Leeds en 1994, antes de su incorporación al staff del Fondo Kelmanson trabajó como asesor del Directorio Ejecutivo del Reino Unido en el board del FMI y también ocupó se desempeñó en el Tesoro del Reino Unido.
Con la partida de Alleyne, ninguno de los economistas y directores que habían rubricado el acuerdo por US$ 54.000 millones entre la Argentina y el FMI, quedará ahora en el organismo.
La manager del FMI, en aquel entonces, Christine Lagarde, dejó el organismo en 2019 para ir al Banco Central Europeo. El número dos, David Lipton, hoy trabaja como asesor especial de Janet Yellen en el Tesoro de Estados Unidos. Alejandro Werner, el director del Departamento del Hemisferio Occidental, deja en agosto el organismo. Roberto Cardarelli también dejó su lugar. Y ahora, Trevor Alleyne, deja la representación en Buenos Aires luego de casi tres años.
Las rotaciones del staff son parte de la rutina del organismo. Kelman estuvo en Turquía, Moldavia y Letonia. Pero es cierto que ya ninguno de los integrantes que trabajó el acuerdo con Argentina en 2018-2019 continúa en el FMI.
Argentina tiene una deuda con el organismo de US$ 47.000 millones. Enfrenta vencimientos para devolver ese capital en septiembre y diciembre. Cada cuota son unos US$1.800 millones. Se estima que las cancelará con el dinero que el propio FMIgirará a través de la emisión de DEG (una moneda que emite el organismo y puede convertirse a dólares).
Pero el tema es cómo sigue el resto de los pagos que Argentina debe hacerle al FMI. El año que viene vencen obligaciones por unos US$19.000 millones.
Fuente Clarin
