El coordinador de los enfermeros que atendieron a Diego Armando Maradona los días previos a su muerte en la casa de Tigre complicó la situación de la psiquiatra Agustina Cosachov y de la médica Nancy Forlini, al asegurar que de ellas provenían todas las indicaciones médicas, que nunca advirtieron sobre la situación cardiológica del paciente y que la premisa era “no molestar ni invadir” al Diez.
Mariano Ariel Perroni (40) era coordinador de la empresa “Medidom”, que fue subcontratada por Swiss Medical para brindarle a Maradona los enfermeros requeridos para la internación domiciliaria que se había montado en la casa del country San Andrés de Tigre, donde el astro futbolístico murió el 25 de noviembre.
Este viernes fue indagado por los fiscales que investigan la muerte de Maradona, en una causa que tiene siete imputados.
Diego Maradona murió el 25 de noviembre en una casa del country San Andrés de Tigre, donde se había montado una internación domiciliaria. Foto AFP
En la declaración, a la que pudo acceder Clarín, Perroni intentó desligarse de toda responsabilidad: “Desde el primer instante, mi función no fue la de tomar acciones médicas, sino de control de ingreso y egreso del personal”, afirmó.
En esa misma línea, luego agregó: “Nunca recibí otra indicación médica que no fuera la de suministro de psicofármacos, de informar horarios y comunicar ante el caso de una necesidad alcohólica, si el paciente pedía alcohol o algo“.
El coordinador de enfermeros contó una situación en la que Maradona estaba “agresivo” y que por ese motivo decidió comunicárselo a Cosachov para buscar un protocolo en estos casos: “Dichas comunicaciones no fueron bien tomadas. Con lo cual al día siguiente Forlini me indica que no me comunique ni con los médicos tratantes, ni la familia, ni nadie de su entorno, siendo ella la única interlocutora”.
El médico Lepoldo Luque, uno de los imputados por la muerte de Maradona. Foto AFP
Siempre con la intención de demostrar que nada tuvo que ver con el fallecimiento del ídolo popular argentino, Perroni insistió en enfocarse en su participación: “Por pedido de los médicos tratantes, las obligaciones concretas era que se le suministrara la medicación en horario. Que no se lo invada, no se lo moleste y no se lo excite. Los médicos eran (Leopoldo) Luque y Cosachov. Ese fue siempre el pedido de Cosachov”.
Y agregó: “Nunca recibí epicrisis ni historia clínica con respecto a algún tipo de patología preexistente del paciente”.
Más temprano, Miguel Ángel Pierri, el abogado de Perroni, ya había anticipado que su cliente le explicaría a los fiscales que era “una suerte de coordinador de personal” y que nunca tuvo contacto con el ex futbolista ni injerencia en las indicaciones médicas.
“Estuvo esperando este momento y va a ejercer su derecho de defensa”, dijo Pierri en la puerta de la Fiscalía General de San Isidro, donde Perroni fue citado para su declaración indagatoria.
Agustina Cosachov, psiquiatra de Maradona, ingresando al velorio en Casa Rosada.
Foto Federico López Claro
“Su función era armar el equipo de enfermeros y verificar que se cumplieran los turnos. Después, todas las directivas médicas y psicológicas dependían de personal médico“, señaló Pierri.
Los enfermeros Ricardo Almirón y Dahiana Madrid, los dos primeros indagados en la causa, comprometieron a Perroni al afirmar que ellos le habían advertido que Maradona estaba con taquicardia y le pidieron sus antecedentes médicos.
Sobre ese punto, Pierri contestó: “Perroni no pude dar ninguna indicación sobre medidas terapéuticas. Eso lo tienen que hacer los médicos. Y si hubo alguna inquietud, como alguien virtió, imaginamos que eso tiene que estar asentado en el parte médico de cada enfermero”.
Miguel Ángeli Pierri, abogado de Perroni, este viernes, en la fiscalía. Foto Rolando Andrade Stracuzzi
También adelantó el abogado que de ser necesario él pedirá un “careo” entre su defendido y alguno de los enfermeros para “echar luz sobre algún tipo de parte médico“.
Al igual que los otros seis acusados, el jefe de enfermeros está imputado por “homicidio simple con dolo eventual“, un delito que prevé una pena de ocho a 25 años de prisión.
Esa figura penal fue elegida por los fiscales tras seis meses de investigación en la que concluyeron que el equipo médico de Maradona no solo fue deficiente, sino que sabía que el “10” podía morirse y no hizo nada para evitarlo.
En su llamado a indagatoria, los fiscales le atribuyeron a Perroni tener “pleno conocimiento de lo que se hacía y de lo que no, en especial del manejo de los enfermeros para con el paciente” y de haber asentado “deliberadamente” en las planillas de atención “información que no se condecía con el real estado y atención médica que Diego Armando Maradona recibía”.
También le atribuyen haber demostrado “un comportamiento desinteresado e indiferente frente a la situación de emergencia”.
LM
Fuente Clarin