Doce días pasaron desde que Guadalupe, la nena de 5 años que es intensamente buscada en San Luis, fue vista por última vez mientras jugaba en la puerta de la casa de su tía, en el barrio 544 viviendas de la capital provincial.
“Se la tragó la tierra”, aseguró la abuela de Guadalupe, en las primeras horas de la desaparición. La prima de la chica, de apenas 3 años, contó que vio cómo Guadalupe se iba con una joven, aunque no pudo dar datos para identificar a esa persona.
Ese relato fue acompañado por el testimonio de dos vecinas de la zona. “Escuché gritos de una nena que pedía por su mamá y su abuela”, contó una de ellas. Su hermana agregó otro dato inquietante: dijo que al bajar del colectivo vio a una mujer caminando por la zona a paso acelerado, con una nena de la mano.
Intensa búsqueda y rastrillajes en San Luis.
En estos doce días se realizaron cientos de operativos. Rastrillajes con perros entrenados en la búsqueda de rastros, allanamientos, excavaciones y peritajes en los que participaron más de 400 policías.
En las últimas horas se sumaron agentes de fuerzas federales y de otras provincias. Nada parece alcanzar.
El juez de la causa, Ariel Parrillis, aseguró que todo indica que alguien “tiene retenida” a la nena. Sin embargo, el móvil del secuestro aún es una incógnita.
Aunque no descartan ninguna hipótesis, hasta el momento los investigadores siguen cinco pistas centrales.
Ajuste narco
Fue la primera hipótesis que trascendió, luego de que se descartara la posibilidad de la que nena se hubiera perdido.
Fuentes del caso señalaron que Guadalupe podría haber sido víctima de ajuste de cuentas contra un familiar de la nena. Detrás de esa venganza, explicaron, podría haber un conflicto vinculado con el narcomenudeo.
Sin embargo, la hipótesis que comenzó a sonar con fuerza cuando Guadalupe llevaba tres días desaparecida, no avanzó hasta el momento.
Fue el abogado de Eric Lucero, el padre de la nena, quien salió al cruce de esa línea de investigación. “El padre de Guadalupe pasa momentos de angustia y dolor. Esas versiones no sólo no suman, sino que desvían la investigación y retrasan la posibilidad de encontrar a la niña”, precisó Héctor Zavala.
Mensajes y llamadas
La posibilidad de un secuestro extorsivo apareció con fuerza luego de que Yamila Cialone, la mamá de Guadalupe, recibiera un extraño mensaje desde un celular con característica mexicana. “¿Quieres de regreso a Guadalupe viva?”, le escribieron a través de WhatsApp.
El chat continuó con la respuesta afirmativa de Yamila y una serie de preguntas de la persona que en ningún momento se identificó. “¿Tú eres la madre?” y “¿Estás sola?”, le consultó antes de volver a preguntarle si la quiere a Guadalupe de regreso.
La primera parte del chat de la mamá de Guadalupe con un celular mexicano.
Luego, Yamila recibió una llamada en la que le pareció escuchar de fondo la voz de una nena que podría ser su hija.
Según determinaron los peritos, los contactos con la madre provenían en realidad desde Río Negro. “Se pudo descartar que Guadalupe se encontraba en el lugar cuando se realizó el procedimiento, y estas llamadas son consideradas de carácter extorsivo“, precisó el abogado de Cialone.
Además, destacó la celeridad para determinar el origen de las llamadas. Ahora, se comenzará a peritar los celulares secuestrados, que ya se encuentran en la provincia de San Luis.
Víctima de trata
Con el correr de los días ganó terreno en la evaluación de los investigadores que Guadalupe podría ser víctima de una red de trata de personas.
Por las características del caso, los abogados de los padres de la nena no descartan que ese sea el motivo del posible secuestro.
Alerta amarilla de Interpol por el caso de Guadalupe Lucero, la niña desaparecida en San Luis.
“Estamos aportando personal de Gendarmería, de Investigaciones, de la Policía Aeroportuaria y de la Federal. Hasta hoy, la búsqueda está tramitándose como sumario policial de averiguación de paradero. Está la Procuración de Trata articulando en diferentes hipótesis para tratar de generar un direccionamiento más claro de la investigación”, aseguró el miércoles pasado Sabina Frederic, ministra de Seguridad de la Nación.
Susana Trimarco, madre de Marita Verón, desaparecida en un caso emblemático de trata de personas, sostuvo que la chica pudo haber sido secuestrada por una red similar a la que capturó a su hija. En diálogo con Télam, criticó la investigación: “Las fronteras provinciales se cerraron tarde”.
Ataque sexual
Sin pistas concretas de dónde podría estar Guadalupe, los investigadores también evaluaron la posibilidad de que haya sido víctima de un ataque sexual.
Esa hipótesis sigue vigente debido a la imprevisibilidad de ese accionar y la falta de pruebas colectadas al respecto.
El juez Parrillis pidió que la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (PROTEX) del Ministerio Público Fiscal de la Nación “lo asista en el análisis de la información recibida como resultado de medidas oportunamente dispuestas en la causa”.
Eric Lucero le pidió a la Justicia ampliar la declaración para aportar nuevos datos. Según informó su abogado, el padre de la nena se presentó ante el juez Ariel Parrillis luego que que varios datos que ellos habían aportado a través de una línea telefónica no fueran investigados por la Policía.
El aporte de videntes
El jueves a la noche, tras otra larga jornada de operativos sin resultados, el jefe de la Policía de San Luis, Darío Neira, reconoció que se realizan rastrillajes en base a “personas que perciben” o “videntes”, que acercan datos donde sienten que pudo haber estado la niña.
Neira afirmó que la decisión de seguir esas “pistas” se trabajó con los integrantes del Sistema Federal de Búsqueda de Personas (Sifebu) que están en la provincia desde la semana pasada.
El jefe de la Policía de San Luis sostuvo que algunos rastrillajes fueron diagramados en base al aporte de “videntes”. Foto: Nicolas Varvara/Diario La República
El comisario general realizó esta declaración para explicar por qué se eligió el descampado en el que el jueves se realizaron rastrillajes con perros rastreadores y hasta una excavación. El lugar está muy cerca de la casa de la tía de Guadalupe, donde la nena fue vista por última vez.
“Hay personas que dicen tener cierto grado de conocimiento, de la forma que fuere, que puede estar en determinado lugar, y eso sí o sí lo vamos a verificar, como verificamos todo”, explicó.
En este sentido, Neira precisó que, en el marco de la investigación “pueden surgir indicios, hipótesis, testimonios, novedades, y la instrucción va a pedir que se realicen rastrillajes en una determinada zona”.
El jefe policial subrayó que “no es una búsqueda al azar” y remarcó que en la fuerza no son “improvisados”.
La media fue criticada este sábado por la abuela de Guadalupe: “No puede ser que el Jefe de Policía de San Luis se guíe por lo que le dice una vidente para los operativos”, sostuvo.
LM
Fuente Clarin