Marc Botenga, europarlamentario belga.
La Unión Europea (UE) presentó una contrapropuesta “falsa y distractiva” en la Organización Mundial del Comercio (OMC) para no debatir la suspensión temporal de patentes de las vacunas contra el coronavirus, apuntó el europarlamentario belga Marc Botenga, impulsor de una resolución aprobada en la Cámara que forma parte de una cada vez mayor presión interna para que el bloque cambie su postura.
Ante la solicitud de una exención de la propiedad intelectual, presentada por Sudáfrica e India en octubre del año pasado y apoyada por más de 110 países, incluyendo la Argentina, la UE elevó el 4 de junio una iniciativa basada en un acuerdo multilateral que incluya “precios asequibles” de los tratamientos y facilite “el uso de licencias obligatorias” para que más laboratorios desarrollen fármacos genéricos a cambio de un pago a los poseedores de las patentes.
“Esa propuesta es solo una forma de evitar discutir la exención. Es una distracción. Lo que está sucediendo ahora en la OMC es que varios países comienzan a discutir la iniciativa de la UE para no negociar la de India y Sudáfrica. Ese era el verdadero objetivo”, indicó a Télam el representante del Partido de los Trabajadores belga.
“Se pide a las farmacéuticas que compartan voluntariamente sus tecnologías. Hoy, después de más de un año, sabemos que no lo están haciendo””
Marc Botenga
Efectivamente, la aparición de la resolución europea trabó aún más las negociaciones en el organismo con sede en Ginebra y a las partes le quedan solamente tres encuentros informales para tratar de avanzar en un consenso antes de la reunión del Consejo General el 27 y 28 de julio.
La iniciativa de la UE “es falsa porque hay pocas novedades”, criticó Botenga y profundizó: “Se pide a las farmacéuticas que compartan voluntariamente sus tecnologías. Hoy, después de más de un año, sabemos que no lo están haciendo. Las plataformas de intercambio de tecnología de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya lo permiten, pero se han abstenido de hacerlo”.
El legislador apuntó además sobre el tiempo que lleva otorgar las licencias obligatorias que impulsa el bloque como respuesta a la actual emergencia sanitaria: “Deben emitirse caso por caso, fármaco por fármaco. En una pandemia mundial, esto no puede ser suficiente. Necesitamos mucho más, necesitamos un levantamiento generalizado de los derechos de propiedad intelectual para que nada obstaculice el aumento de la producción de vacunas”.
El europarlamentario presentó junto a otros representantes del bloque de izquierda de la Cámara una resolución que exige apoyar la suspensión de patentes.
En ese marco, el europarlamentario presentó junto a otros representantes del bloque de izquierda de la Cámara una resolución que exige apoyar la suspensión de patentes, aprobada el 10 de junio pasado con 355 votos a favor, 263 en contra y 71 abstenciones.
Ese texto remarca que se necesitan 11 000 millones de dosis para inocular al 70% de la población mundial y lograr la inmunidad de rebaño, pero “sólo se ha producido una pequeña parte de esa cantidad”.
“La resolución no tiene valor legislativo. Sin embargo, sí tiene un valor moral y simbólico. Envía un mensaje a la Comisión Europea”, explicó Botenga sobre la institución que representa el Poder Ejecutivo del bloque y que lidera la alemana Ursula von der Leyen, quien en varias oportunidades argumentó en contra de esta medida.
“A nivel europeo, los socialdemócratas y los verdes dicen que apoyan el levantamiento de patentes, pero cuando participan en gobiernos, como en Bélgica, no actúan de acuerdo con esas palabras””
“En abril de 2020 Von der Leyen prometió al Parlamento Europeo que la vacuna se convertiría en un ´bien común universal´. Eso tiene sentido ya que el mundo necesita la vacuna, que además fue pagada con fondos públicos. Sin embargo, no cumplió su promesa”, manifestó el belga.
“Cuando pregunté entonces qué significaba ´un bien común universal´, la presidenta de la Comisión respondió que se trataba principalmente de una declaración simbólica. Optó por dar prioridad a los beneficios de determinadas empresas multinacionales europeas y estadounidenses sobre las necesidades de la salud global”, criticó.
No solo el Parlamento Europeo exigió un cambio de postura, sino también en los últimos meses lo hicieron ONGs como Médicos sin Fronteras, Amnistía Internacional y Human Rights Watch, además de organizaciones como la Asociación Europea de Salud Pública que nuclea a instituciones del sector de todo el continente.
Se necesitan 11 000 millones de dosis para inocular al 70% de la población mundial y lograr la inmunidad de rebaño.
El apoyo explícito que dio Estados Unidos a principios de mayo también movió el avispero y el presidente francés, Emmanuel Macron, que tras la salida de Angela Merkel como canciller alemana este año espera convertirse en el líder de Europa, dio un tibio respaldo a la suspensión de la propiedad intelectual
“Vemos cierta apertura ahora también dentro del gobierno español y polaco. A nivel europeo, los socialdemócratas y los verdes dicen que apoyan el levantamiento de patentes, pero cuando participan en gobiernos, como en Bélgica, no actúan de acuerdo con esas palabras”, precisó Botenga.
“Es la presión que logramos ejercer sobre ellos lo que marca la diferencia. Sabemos que las grandes farmacéuticas tienen una gran influencia en los políticos. Por tanto, necesitamos una movilización a gran escala de personas, organizaciones y sindicatos para cambiar el equilibrio de poder. Tanto en Europa como en el mundo”, concluyó.
Fuente Telam