
El diputado Máximo Kirchner lanzó un encendido discurso desde su banca en el Congreso contra el macrismo, pero en un pasajes dejó mensajes que parecieron dirigidos hacia el interior del Gobierno de Alberto Fernández.
Fue cuando el hijo de Néstor y Cristina Kirchner hablaba -sin nombrarlo- del laboratorio Pfizer, en el marco de la presencia en la Cámara de Diputados del jefe de Gabinete de ministros, Santiago Cafiero.
“Tenemos que tener más autoestima como país, ¿o acaso siempre vamos a buscar la validación ajena y no en nuestra propia experiencia? Porque cuando no escuchamos nuestra experiencia como pueblo terminamos siendo juguetes de las circunstancias”, dijo Máximo K.
Siguió: “Yo no quiero un país que sea juguete de las circunstancias o que tenga que ceder a los caprichos de laboratorios extranjeros que con muchísima mezquindad buscan siempre doblarle el brazo al Gobierno y también a este Congreso, que votó una ley de vacunas como la que votó. Y no hubo un laboratorio ni europeo ni asiático que pusiera ningún ‘pero’ a la hora de poder negociar con la Argentina”.
Máximo Kirchner, entonces, se preguntó en referencia a las deudas con el Fondo Monetario Internacional y los antecedentes en las negociaciones con Pfizer: “Si así le fue de bien a este laboratorio, con el eco que encontró en mucha parte de la clase política argentina, ¿cómo nos va a ir con el FMI?”.
Seguidamente le apuntó a la oposición al acusarlos de estar “jugando al TEG” (en referencia al juego de mesa), cuando señalan que el acuerdo de Argentina con Rusia fue “geopolítico”.
A principios de julio, el Gobierno oficializó la modificación a la ley de vacunas que permitirá firmar contratos con Pfizer y otros laboratorios.
Tal como había adelantado la secretaria de Legal y Técnica, Vilma Ibarra, el decreto eliminó de la ley la palabra “negligencia”, un término que había trabado las negociaciones con Pfizer.
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DS
Fuente Clarin