Cuando la gestión de Mauricio Macri empezó a recibir señales de hartazgo por parte de la opinión pública, a principios de 2018, los estrategas Cambiemos identificaron rápidamente al grupo que debían reconquistar para pensar en un segundo mandato. Eran los votantes que, para vencer a Daniel Scioli, recién les habían prestado su voto en la segunda vuelta de 2015. No muy originales, cerca del ex presidente lo llamaban “los desencantados”. Hoy, cuando apenas pasó el año y medio de gobierno, en el Frente de Todos presentan los mismos síntomas, ya no para pensar en un 2023 victorioso sino para sobrevivir al 2021. Alberto Fernández sufre a sus propios “desencantados”: gente que, sin autodefinirse como kirchnerista, lo acompañó ilusionada para derrotar a Macri en 2019, pero que ahora podría pegar el salto. ¿Cuántos son? Según una nueva encuesta que adelanta Clarín este domingo, rondan el 20%. Su poder de daño, claro, dependerá de hacia dónde huyan con el voto.
El estudio que actualiza los datos de este fenómeno es de Taquion, una consultora ya insertada en el mundo de la política y que semanas atrás sorprendió con un sondeo bonaerense que le daba dos dígitos de intención de voto a Florencio Randazzo y ponía a Juntos por el Cambio al frente.
Ahora, la firma difundió su último estudio nacional, de 2.503 casos, relevados entre el 20 y el 25 de junio. Los resultados se difunden con +/- 2% de margen de error. En el arranque del informe, que también incluyó un trabajo sobre redes sociales, se hace un resumen donde se advierte por una nueva polarización y el riesgo para el oficialismo por la compleja situación actual. Lo dice así:
María Eugenia Vidal se lanzó este sábado como candidata porteña. La acompañó Horacio Rodríguez Larreta. Foto: Prensa JxC.
“Comienzan a aparecer nombres para las diferentes candidaturas de los espacios políticos. Para el círculo rojo, la pandemia va dejando su lugar primordial para que poco a poco se hable e las elecciones legislativas, en las que se prevé un escenario de polarización por el aumento de la grieta desde abril del año pasado”.
“La mayoría considera al voto más un derecho que una obligación porque el 83% de los argentinos iría a votar aun si el voto no fuese obligatorio. Y acá empieza a analizarse cuál va a ser el enroque de votos a los presentados en 2019 de acuerdo a esta nueva configuración socioeconómica. El 55,7% volvería a votar a la misma persona a la que eligieron en las últimas elecciones”.
“¿Prevalecerá ese voto cautivo en los espacios políticos o los ciudadanos abordarán un éxodo de votos hacia otras opciones? ¿En cuánto influirá la economía, ya sea por decisiones del Gobierno Nacional y el azote de la pandemia de Covid-19?. La demanda de una nueva opción por fuera de la grieta sigue existiendo y cada vez más fuerte; ¿la oferta será contundente para capitalizar esto?”.
“Si bien la esperanza en el futuro del país está creciendo en los últimos meses (asociado principalmente a la expectativa de apertura por el fin de la pandemia) el panorama todavía sigue siendo complicado. La preocupación sobre oportunidades de desarrollo personal y profesional creció 10 puntos respecto al último monitor. Esto conlleva un problema grave mirando hacia el futuro. Y este porcentaje de preocupados no solo abarca al universo opositor: también a aquellos que votaron al Frente de Todos en las últimas elecciones”.
Cuánto retienen (y pierde) cada uno
Taquion aborda el capítulo electoral sobre el final de la encuesta para analizar cuántos votos puede retener (y perder) cada espacio. Sobre todo el Frente de Todos y Juntos por el Cambio, que en la presidencial concentraron casi el 90% del total (los Fernández le ganaron 48% a 40% a Macri-Pichetto).
Primero, la firma que dirige Sergio Doval preguntó: “Pensando en las últimas elecciones presidenciales, hoy por hoy ¿volverías a votar a la misma persona a la que votaste la última vez?“. Se daban cuatro opciones de respuesta: “Absolutamente”, “Puede ser”, “No” y “No lo tengo definido”.
Los números resultaron relativamente parejos entre Fernández y Macri. Y desde un lugar menos importante, curiosamente los más arrepentidos son los votantes de Roberto Lavagna.
Encuesta nacional de Taquion. Analiza la retención del voto respecto a 2019.
– A Fernández, un 54% volvería a votarlo “absolutamente”, 13,2% “puede ser”, 22,4% “no” y 10,4% “no lo tengo definido”.
– Macri combinó 48,2% “absolutamente”, 20,3% “puede ser”, 18,5% “no” y 13% “no lo tengo definido”.
– Mientras que Lavagna sumó sólo 15,7% de “absolutamente” y 23,5% “puede ser”, contra 38,3% “no” y 22,6% “no lo tengo definido”.
Encuesta nacional de Taquion. Analiza la retención del voto respecto a 2019.
Y el segundo planteo es más interesante aún, pensando en las PASO del 12 de septiembre y los comicios generales del 14 de noviembre: “¿Volverías a votar a la misma fuerza política/espacio electoral o frente que votaste la última vez?”.
Allí el rechazo/alerta para el oficialismo es mayor. Llega al 18,2% contra 11,2% de Juntos por el Cambio. Y se suma un 16,9% de votantes del Frente de Todos que duda (“no lo tengo definido”). Es decir, por ahora, y siempre según los números de Taquion, sólo estaría reteniendo seis de cada 10 votos de 2019, lo que le daría un piso de 28%.
Por el lado de JxC, estaría reteniendo más de ocho de cada 10, ya que tiene pocos indecisos (0,9%), lo que daría un piso de arriba de 30 a nivel nacional.
Fuente Clarin