Sin el alquiler, una familia de 4 integrantes (matrimonio y 2 hijos) necesitó más de $ 34.580 para no ser indigente y más de $64.994 para no ser pobre, según los datos a junio de la Dirección de Estadística y Censos de la Ciudad de Buenos Aires.
En relación a un año atrás, la canasta de indigencia – que considera sólo los alimentos básicos–tuvo un aumento del 54,2% y la canasta de pobreza – que incluye gastos generales- un alza de 47,6%.
En 12 meses, la canasta de indigencia aumentó en 12.155 pesos: pasó de $22.425 a $34.580 y la canasta familiar de pobreza se incrementó en 20.983 pesos: subió de $44.011 a $64.994.
La canasta básica total o “de pobreza” porteña, además de alimentos incluye otros gastos generales pero no el alquiler de la vivienda. Así la canasta básica porteña para una familia que alquila una vivienda modesta superaría los $ 85.000 mensuales.
En junio, los alimentos básicos aumentaron el 2,9% y la canasta total el 2,7%. Con estas cifras, entre enero y junio, la canasta familiar alimenticia básica aumentó en la Ciudad de Buenos Aires 26,6% y la canasta de pobreza el 24,6%.
Así, por su magnitud e incidencia, la suba de los precios de los alimentos, demás bienes y servicios golpea con mayor fuerza a los indigentes y a los pobres.
Entre $64.994 y $99.684 de ingresos, la Dirección considera que esas familias son vulnerables o de clase media frágil. Y que para ser considerada “clase media”, los ingresos de una familia tipo deberían haber superado en junio los $99.684 que, adicionando un alquiler modesto, sin expensas, excederían los $125.000.
Los últimos datos de la Dirección porteña ( primer trimestre de este año) marcan que en la Ciudad de Buenos Aires uno de cada 4 porteños es pobre y 4 de cada 10 niñas, niños y adolescentes menores 17 años viven en hogares pobres.
Son 114.000 pobres más que un año atrás, sumando un total de 817.000 personas. Es el 26,5% de los 3.078.000 que viven en la Ciudad que no logra cubrir el costo de una canasta básica de bienes y servicios, versus un 22,9% de un año atrás, antes de la irrupción de la pandemia y las restricciones a la actividad.
De los 817.000 pobres, 290.000 son indigentes – el 9,4% de la población porteña— lo cual representa un incremento de 50.000 personas en esa condición en relación a un año atrás, que no cubren el costo de una canasta básica sólo de alimentos.
Son los más altos números desde 2015 cuando la Dirección de Estadística y Censos porteña empezó a medir las condiciones de vida en la Capital Federal.
La estadística oficial de pobreza porteña muestra un fuerte deterioro en 2016, una mejora en 2017, y de ahí con el 14%, siguió en ascenso continuo: 16% en 2018, 19,1% en 2019, 22,9% en 2020 y 26,5% y este año. La indigencia tuvo el mismo recorrido ascendente: del 4% en 2017, subió al 4,3% en 2018, 6% en 2019, 7,8% en 2020 y 9,4% en 2021.
De estas cifras se desprende que en 4 años, en la Ciudad se agregaron 361.000 pobres, de los cuales 167.000 son nuevos indigentes.
Fuente Clarin