El dictador de Venezuela, Nicolás Maduro, confirmó este lunes que México será la sede de las negociaciones que se impulsan con la oposición, pero insistió en condicionar su participación en el levantamiento de sanciones y el cese de supuestos planes para derrocarlo.
“El reino de Noruega ha venido promoviendo un diálogo internacional con sede en México, muy bien, estamos de acuerdo”, dijo Maduro durante una reunión con parlamentarios en el palacio presidencial de Miraflores, en Caracas.
“Lo que no estamos de acuerdo es que alguna gente diga que quiere participar en el diálogo y esté preparando golpes de Estado, financiamiento a delincuentes, ataques terroristas, y esté planificando magnicidios”, apuntó el dictador.
Las declaraciones de Maduro se producen tras la detención, más temprano, del ex diputado Freddy Guevara, un cercano colaborador del líder opositor Juan Guaidó, que ha estado detenido antes, y a quien la Fiscalía chavista le imputará los delitos de “traición a la patria” y “terrorismo”.
“Algunos de estos sectores, por solicitud de ustedes, diputados, los hemos indultado de causas anteriores, pero salen indultados, salen en libertad e inmediatamente se incorporan a buscar delincuentes, a pagar grupos violentos y a preparar magnicidios y asesinatos”, dijo Maduro, sin nombrar directamente a Guevara.
El dictador venezolano ha expresado en otras oportunidades su supuesta disposición a dialogar con la oposición, que liderada por Guaidó. Sin embargo, en la práctica ha seguido persiguiendo y encarcelando a todos aquellos que se manifiesten en contra de su régimen.
En tanto, Guaidó es reconocido como presidente encargado de Venezuela por medio centenar de países, incluido Estados Unidos.
Las posibilidades de un nuevo diálogo se producen en medio de la disposición de Estados Unidos y la Unión Europea de revisar sanciones si avanzan negociaciones en pro de elecciones “creíbles”.
Maduro insistió en condicionar su participación al levantamiento de estas medidas que incluyen sanciones petroleras por parte de Estados Unidos, con la intención de limitar el uso delictivo de los recursos de Venezuela.
“Hemos propuesto tres condiciones para ir a México (…). Uno, que Estados Unidos y la Unión Europea levanten todas la sanciones; dos, que todos los sectores políticos al sentarse reconozcan la validez y funcionamiento de los poderes públicos y la constitucionalidad del país y sus autoridades legítimas; y tres, que todos los sectores renuncien a planes violentos con delincuentes, golpes de Estado, magnicidio y otros caminos de la violencia”, añadió.
Maduro ya ha pedido lo mismo antes, pero expertos descartan esa posibilidad.
Mientras régimen y oposición se encaminan a una nueva mesa de negociación desde la agotada instancia de diálogos en Barbados en 2019, Venezuela se prepara para unas elecciones de alcaldes y gobernadores el venidero 21 de noviembre, que Maduro convocado y además, se ha comprometido a “respetar”, buscando recuperar reconocimiento internacional.
La oposición y otros sectores democráticos del país han manifestado que no participarán en tales comicios por tratarse de una farsa en la que el régimen busca legitimarse.
Entretanto, funcionarios del régimen de Maduro intentaron detener a Guaidó este lunes. El líder opositor logró escapar del asedio de las fuerzas de seguridad de la dictadura chavista. Según indicó, fue gracias a la presencia de los vecinos y la prensa.
Fabiana Rosales, esposa de Guaidó, denunció en redes sociales que funcionarios de las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES) de la dictadura de Nicolás Maduro se encontraban en su residencia de Caracas para detener al presidente interino de Venezuela.
Tras varios minutos de tensión, el presidente interino logró salir del edificio gracias a que los vecinos enfrentaron a los agentes del régimen. Guaidó, quien se encontraba en un auto de su equipo de seguridad en el momento en que fue interceptado por las fuerzas del régimen, logró escapar del asedio y se pronunció ante la prensa que se encontraba en la puerta de su casa.
“La diferencia de que Freddy esté detenido y yo no, es la presencia de ustedes aquí, por la presencia de la gente, de los vecinos. Debemos estar activos, movilizándonos”, manifestó Guaidó, quien denunció que grupos armados chavistas los mantuvieron “secuestrados”.
Explicó que los funcionarios policiales que intentaron apresarlo no tenían ningún tipo de identificación por lo que calificó el intento de detención como un “secuestro”: “Entraron en nuestra residencia sin ningún tipo de orden, sin ningún tipo de identificación, apuntando con armas largas”.
Relató, además, que durante el operativo las FAES lanzaron un explosivo dentro del estacionamiento de la residencia: “Accionaron un explosivo en el sótano, afortunadamente el carro es de seguridad, si no nos hubiesen matado. Le tienen miedo al Acuerdo de Salvación Nacional”.
Asimismo, denunció que Freddy Guevara “está desaparecido”: “Estamos esperando información sobre él”.
El líder opositor detalló que durante el asedio de las fuerzas de seguridad, el conductor del auto fue golpeado “y se lo llevaron”. “Esto lo hemos vivido muchas veces. Por eso digo que no nos vamos a amedrentar de ninguna manera. Están persiguiendo, Venezuela necesita una solución. No vamos a retroceder en ningún momento”.
Guaidó llamó, por último, a la comunidad internacional a apoyar “la lucha venezolana, la cubana y también la nicaragüense”.
(Con información de AFP)
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Fuente Infobae