La pandemia, además de traer ansiedad, tragedia y resiliencia, vino a confirmar algo que todos sospechábamos, pero que creíamos todavía parte de un futuro algo lejano: la posibilidad de que podamos casi todos trabajar de forma remota. Lo que era casi una excentricidad de los viernes y sólo para algunas empresas, pasó a ser la norma y durante todo 2020 pusimos a prueba ese modelo del futuro: el teletrabajo a gran escala.
La realidad es que, con sus ventajas y desventajas, la transición fluyó con mucha más naturalidad de la que todos sospechábamos en un principio y hoy, más de uno, se pregunta si no será momento de soltar amarras y ponerse a viajar…. mientras se trabaja.
De esto se trata el nomadismo digital. Antes de que el teletrabajo fuera la norma, sólo algunos aventureros se animaban a mantener un mismo trabajo estable de forma remota, mientras iban saltando cada dos o tres meses de país en país, buscando aventura y sin domicilio fijo. A estas personas se las llama nómadas digitales.
La empresa de tecnología británica CircleLoop armó un índice, el Digital Nomad Index 2021, en el que clasifica a 85 países de acuerdo a las facilidades que brindan para practicar el nomadismo digital.
En términos generales, Canadá es el mejor país para ganarse la vida de esta manera, especialmente por ser cuna de grandes hubs tecnológicos y tener un entorno muy amigable. Le sigue el Reino Unido, Rumania, Suecia y Dinamarca, que cierra el top 5. En el otro extremo, Kenya, Ghana, Myanmar y Nigeria son los países donde es menos recomendable embarcarse en esta práctica.
El top 10 es este: Canadá, Reino Unido, Rumania, Suecia, Dinamarca, Francia, Países Bajos, Australia, Suiza y Alemania
¿Y Argentina? Según CircleLoop, nuestro país se ubica en la posición 40°, entre Rusia y Costa Rica. Es decir, levemente por encima de la mitad de la tabla.
De acuerdo a los 8 indicadores de los que se compone este índice, la Argentina es particularmente atractiva cuando los nómades digitales evalúan el costo de vida, una de las variables más importantes en esta modalidad.
Por ejemplo, en alquiler mensual de un departamento de un ambiente (229 dólares) sólo 5 países entre los 85 son más baratos que el nuestro y no parecen ser particularmente atractivos: Turquía, Egipto, Túnez, Argelia y Pakistán. Lo mismo sucede con el costo mensual de banda ancha (13 dólares), donde sólo en 6 países se paga menos que acá. En cuanto a lo que se recibe por lo que se paga (la velocidad de su internet), Argentina se ubica en la posición 55°, bastante por debajo de su posición general, pero aún así parece otorgar una buena relación costo-beneficio para nómadas digitales (lo mismo puede decirse de la velocidad de su telefonía móvil, en el puesto 60°).
Pongamos un ejemplo y comparemos los dos países que están antes y después de la Argentina de acuerdo a su velocidad de descarga: Ghana y México. Por casi el mismo servicio, en Ghana se paga hoy 69 dólares y en México 33, mucho más que los 13 dólares promedio que cuesta en Argentina.
Otro de los indicadores cruciales es el nivel de felicidad de cada país. La razón de su importancia es muy sencilla y tiene que ver con lo que uno puede hacer después de trabajar todo el día. En este sentido, la Argentina se ubica en la 50° posición (5.98), igual de felices que los húngaros y los ecuatorianos. Es una buena posición.
La última variable intenta demostrar cómo todos estos indicadores se combinan entre sí para hacer de un país un paraíso de nómadas digitales. De forma muy ingeniosa, CircleLoop ha resuelto esa incógnita averiguando cuántas veces por año una persona busca en Google “Trabajos remotos en x país”, que en nuestro caso es Argentina. Para nuestro país, en el último año 740 usuarios han realizado esta búsqueda, un poco menos que para Ucrania y por arriba de Estonia. Eso nos deja en la posición 52° en este indicador.
Como vimos brevemente, nuestro país tiene algunas ventajas que lo vuelven muy competitivo a la hora de atraer el nomadismo digital, un tipo de turismo laboral que en algunos países representa un verdadero negocio. El costo de vida es hoy nuestra gran ventaja, pero para aprovecharla no debemos descuidar los otros dos lados del triángulo (la calidad de nuestra conectividad y la seguridad) si queremos de verdad crecer y liderar en la región sobre este segmento que se está desarrollando cada vez más en este mundo digital y remoto que hoy nos toca vivir.
*Director de Dinatech
Fuente Clarin