Acorralada por indicios y pruebas, una mujer confesó ante la Justicia de Misiones que fue la autora de los tres disparos que terminaron con la vida de su marido, en la noche del viernes de la semana pasada.
Sin dar muchas precisiones y casi con frialdad, la mujer sostuvo que utilizó el revólver calibre .22 que habitualmente guardaban en un ropero. Según su relato, apenas Mario Miguel Stasiak (52) llegó a su casa, en la Colonia Tacuara, cerca de la localidad de Colonia Alberdi, se produjo una discusión.
La mujer le habría reprochado a Stasiak su demora en retornar después de terminar con la venta de verduras en Posadas. Estaba convencida que su marido se había detenido en la casa de una vecina, con la que tuvo una relación paralela, y de la cual nació un hijo.
La relación entre Mario y su esposa, Lidia, no pasaba por el mejor de los momentos. El vínculo se deterioró cuando la mujer descubrió la relación clandestina de su marido. Los hijos de la pareja contaron ante la policía que los reproches y escenas de celos eran constantes porque Mario mantenía el vínculo con su hijo menor y mensualmente le entregaba a la madre un dinero para su manutención.
Esa noche Lidia estaba al tanto que Mario había retornado de Posadas cerca de las 20, pero llegó a su casa casi dos horas y media después. Eso habría derivado en una fuerte discusión, revelaron fuentes vinculadas a la investigación.
El año pasado Lidia había abandonado el hogar y dejó constancia de ello en una exposición policial, pero luego retomó la convivencia con su marido. En esa presentación no habló de violencia de género.
Para los investigadores serán claves las pericias que se incorporarán al expediente en los próximos días. Una determinará la trayectoria de los tres disparos, porque se sospecha que Stasiak estaba sentado cuando recibió los balazos sobre el flanco izquierdo de su cuerpo.
También declararán los hijos de la pareja y los vecinos, que aportarían datos importantes sobre la relación de Lidia y Miguel. En sede policial revelaron que sabían de la existencia del revólver y que en reiteradas oportunidades le pidieron a su madre que lo entregara. Temían que lo usara.
Stasiak fue asesinado el viernes de la semana pasada, poco después de llegar a su casa. Su esposa relató que se hallaba en la cocina cuando escuchó los balazos y escapó hacia el patio del frente al advertir la presencia de un extraño que vestía ropas oscuras. Agregó que el delincuente mató a Mario y revolvió dos habitaciones para luego escapar con 60.000 pesos.
Los policías no tardaron en detectar fisuras en el relato de Lidia. Todo comenzó a desmoronarse cuando un agente halló la billetera de la víctima con más de 10.000 pesos, y dentro de una cocina a leña un revólver con tres vainas servidas en el tambor.
Las pericias realizadas sobre las manos de la mujer permitieron hallar rastros de pólvora y eso hizo que el juez de Instrucción de Jardín América ordenara su detención. A la mujer le imputan el delito de homicidio calificado por el vínculo, pero podría agregársele la premeditación si se prueba que planificó el crimen.
Misiones. Corresponsal.
GL
Fuente Clarin