La variante Delta del coronavirus se extiende en Francia con 21.493 nuevos casos en 24 horas. Pero centenares de manifestantes marcharon el sábado en contra de la vacunación y el obligatorio pasaporte sanitario en París y en toda Francia.
Aquellos que no tengan el pasaporte sanitario en Francia no pueden ir a trabajar o deben pedir vacaciones hasta que termine su ciclo de vacunación contra el Covid-19. A los dos meses de ausencia al trabajo es causa de despido.
No se puede subir al tren, al avión ni concurrir a los restaurantes, cines, teatros, ómnibus y los organismos públicos sin el certificado.
La causa del pasaporte y la vacunación ha resucitado a los Chalecos Amarillos, protagonistas de esta oposición, en un país que siempre ha sido negacionista frente a las vacunas.
El grupo había partido de la plaza de la Bastilla y consiguió forzar las barreras y llegar a la avenida de los Campos Elíseos, su objetivo simbólico. No había suficientes efectivos policiales para frenarlos.
“Ayuden, Macron se volvió loco. Libertad!”, reza el cartel de un manifestante este sábado en París. Foto: REUTERS
La avenida más linda del mundo terminó cubierta de una nube de gas lacrimógeno y enfrentamientos entre manifestantes y policías.
Furia de la ultraderecha
En la elegante plaza parisina de Trocadero y con el fondo de la torre Eiffel, con banderas francesas se inició la marcha de manifestantes del ex Frente Nacional, rebautizados “los Patriotas” en París, cuando el senado discutía la ley del pasaporte sanitario.
Debían examinar 215 enmiendas de esta proyecto controvertido, que el gobierno de Emmanuel Macron ha impuesto y los manifestantes consideran “dictatorial” y “que atenta contra la libertad personal”.
Choques entre manifestantes y policías, este sábado en París. Foto: AFP
El senado decidió anular el pasaporte sanitario para los menores, que debía ser aplicado desde el fin de agosto para los chicos de entre 12 y 17 años.
También prohibieron exigirlo en los shopping centers y se oponen al castigo de los trabajadores que no han cumplido con la vacuna.
“No al Apartheid”, “Libertad, Libertad, Macron dimisión”, cantaban los manifestantes. “No al apartheid y a la dictadura sanitaria”, reivindicaban sus posters en la marcha.
Policías antidisturbios se preparan para controlar las manifestaciones en París, que terminaron con enfrentamientos. Foto: AFP
Camilla sintetizaba su bronca en un cartel con borde rosa: ”Yo no puedo ser reducida a un código QR”, se leía.
Dos policías en moto fueron atacados en las cercanías de la plaza de la Bastilla por los manifestantes. Gas lacrimógeno y piedras como intercambio.
Los manifestantes rompieron el cortejo y se dirigieron hacia la avenida de los Campos Elíseos. Allí hubo incidentes y gas lacrimógeno entre los manifestantes y los gendarmes. Los protagonizaron los Chalecos Amarillos.
Pero las marchas se multiplicaban en París y el resto de Francia. Una iba de la plaza de la Bastilla a la puerta de Champerret, otra de la plaza André Malraux hasta los Inválidos y el de Trocadero, organizado por Florian Philipot, ex Frente Nacional y ahora con su partido Los Patriotas.
Al menos se contabilizaron 110.000 manifestantes en todo el territorio, según las autoridades, y 2.000 en Paris.
Las manifestaciones contra el pasaporte sanitario se repitieron este sábado en varias ciudades de Francia. Foto: EFE
Marchas en otras ciudades
En Marsella, los periodistas fueron expulsados de la manifestación y agredidos a golpes por el público. La misma agresión se repitió en Montpellier. La policía no actuó.
También hubo marchas en Nantes, en Estrasburgo, en Annecy, Belfort, Nantes, Bensacon, Colmar, Marsella y Toulouse,Aix en Provence, Niza, Dunkerke, Perpignan, Lanester.
En Isére, los Chalecos Amarillos se habían unido para luchar contra el pasaporte sanitario. Denuncian “un Estado totalitario”. Llaman a la resistencia y a defender la libertad.
En Lyon, en la plaza de Bellecour, hubo serios disturbios con gases lacrimógenos de la policía contra los manifestantes vestidos de negro y bien organizados.
Una multitud se reunió este sábado frente a la Torre Eiffel contra el proyecto del gobierno de Emmanuel Macron de imponer el pasaporte de vacunación contra el covid. Foot: AFP
En Estrasburgo al menos 4000 personas marcharon. ”Chalecos amarillos, feministas, sindicalizados, ciudadanos en cólera, ecologistas. Ni Estado, ni patria ni patrón. Es tiempo de despertarse”, se leía en otro de los posters de la marcha.
En Lille marchaban al grito de “libertad, libertad”. ”Mi salud es privada”. ”No ovejas no cobayos. Apoyamos a los trabajadores sanitarios”, cantaban. El personal de los hospitales tiene la obligación de vacunarse.
La nueva resistencia
La “resistencia” está en marcha con un regreso de los Chalecos Amarillos a las calles de París. La integran ellos, los conspiradores, los libertarios, los extremistas políticos y los negacionistas.
Una de las lideres es la “Enfermera Claire”, que en un video de siete minutos visto millones de veces proclama que la epidemia no existe y que la vacuna es una falsedad. Los Chalecos Amarillos la apoyan.
La semana pasada la policía fue sorprendida por la amplitud de las marchas cuando se iniciaron.
Hasta ahora el 47 por ciento de los franceses está completamente vacunado contra el coronavirus.
Seis veces más desde que Macron hizo un discurso al país y anunció la obligatoriedad del pasaporte sanitario.
El gobierno está alarmado por el crecimiento de la epidemia, especialmente en el Mediterráneo y en el litoral oeste y se han impuesto nuevas restricciones.
Jean Francois Delfraissy, el asesor científico del gobierno, dijo que ellos esperan “una nueva variante durante el próximo invierno” y creen que no se volverá a la normalidad “hasta mediados del 2023”.
Patrick Pelloux, presidente de la asociación de Médicos emergencistas de Francia, dijo que “la vacuna impide a la gente morir” y acusó “a la ultraderecha de llevar adelante a esta campaña”.
París, corresponsal
CB
Fuente Clarin