El gobierno de Joe Biden hizo un llamado este lunes a los países “aliados” de Estados Unidos a que se pronuncien contra los arrestos de opositores en Cuba y pidió también que reclamen al régimen cubano por el respeto de los derechos humanos y las libertades del pueblo de la isla.
El pedido estadounidense fue hecho por el secretario de Estado, Antony Blinken, cuya oficina emitió un comunicado en el mismo tono que firmaron varios países. Lo firmó Brasil, pero no la Argentina.
“Estados Unidos apoya a las democracias de todo el mundo, que están hablando con una sola voz para condenar los arrestos y detenciones masivas de manifestantes en Cuba. Nos unimos a nuestros socios para pedir al gobierno cubano que respete los derechos humanos y las libertades fundamentales de todos los cubanos”, señaló Blinken en un tuit de este lunes.
El comunicado posterior de la oficina de su vocero va más o menos en el mismo sentido. Evoca las masivas manifestaciones contra el gobierno de Miguel Díaz Canel que tuvieron lugar en la isla y que fueron rápidamente silenciadas por las fuerzas de seguridad de la isla. E informa que el texto está promovido por Austria, Brasil, Colombia, Croacia, Chipre, República Checa, Ecuador, Estonia, Guatemala, Grecia, Honduras, Israel, Letonia, Lituania, Kosovo, Montenegro, Macedonia del Norte, Polonia, República de Corea, Ucrania y Estados Unidos de América.
Entre tanto, el canciller cubano, Bruno Rodríguez estuvo denunciando por Twitter los últimos días que “varios países” están siendo “presionados” por Washington para que se sumen a las críticas contra la isla. En Buenos Aires dicen que no recibieron llamado alguno de Estados Unidos, pero otros trascendidos dicen que sí.
Entre viernes y sábado Felipe Solá se reunió en México con más de diez cancilleres, entre ellos figuras tan variadas como los ministros de Iván Duque (Marta Lucía Ramírez) y de Nicolás Maduro (Jorge Arreaza). Fue en el marco de una sesión de ministros de la Comunidad de Estados de Latinoamérica y Caribe (CELAC), que busca realizar una cumbre presencial de presidentes para septiembre, lo que representaría otro viaje de Alberto F. para encontrarse con su aliado Andrés Manuel López Obrador en pleno proceso electoral de Argentina.
Lo cierto es que Solá, aupado por su colega mexicano Marcelo Ebrard -quien hasta le festejó su cumpleaños el viernes 23- recibió un primer apoyo para que la Argentina presida la CELAC a partir de enero próximo, cuando Mexico entregue la presidencia pro témpore de este foro que no tiene sede ni instituciones. Solá recibió el apoyo de países enfrentados como Colombia y Venezuela. Entre tanto, el gobierno de Brasil no estuvo representado por funcionario alguno porque en enero de 2020 se bajó de la CELAC.
Por detrás de esa cumbre del sábado hay una estrategia que capitanea López Obrador en la región. México juega a veces con con su Norte y otras con el Sur.
Este en coincidencia con la misma celebración del encuentro regional de la OEA, López Obrador propuso en tono caudillesco que elaborar un nuevo orden geopolítico en la región con el reemplazo de la Organización de Estados Americanos (OEA) y el nacimiento de un organismo del Latinoamérica y Caribe que “no sea lacayo” de los Estados Unidos.
En el Gobierno argentino impera un silencioso aval a la propuesta de México, con el que desde el principio jugaron a no apoyar ninguno de los pronunciamientos de la OEA, o de su secretario general, Luis Almagro, sobre la represión de opositores en Cuba, Nicaragua y Venezuela. Aún así, el asunto no es tan lineal, y en lo que hace a la relación con Daniel Ortega, el gobierno de Alberto Fernández espera un gesto del dictador nicaragüense -la liberación de sus presos políticos por ejemplo- para reenviar a su misión en Managua a Daniel Capitanich. El embajador argentino fue convocado y todavía sigue aquí.
La relación del kirchnerismo con la OEA siempre fue traumática, pese a que varios de sus partidarios -como el senador y ex canciller Jorge Taiana- trabajaron en ella. Y fue la Comisión Interamericana de Derechos Humanos la que activó las primeras denuncias en favor de la última dictadura.
La CELAC fue creada hacia 2011 por el fallecido ex presidente Hugo Chávez, quien derrumbado por un cáncer, no pudo fortalecer este mecanismo que tiene la particularidad de excluir a Canadá y Estados Unidos. La CELAC abarca a la zona de influencia del petróleo venezolano en el Caribe. Contiene por igual a Cuba, Nicaragua y Venezuela, tres paises convulsionados en la región y bajo la lupa de Washington. Cuba está excluida de la OEA, Venezuela auto excluída y Nicaragua sigue participando pero está arrinconada.
Levantar la CELAC hoy, es para la Argentina también revivir una parte de la extinta Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR), donde los Kirchner jugaron fuerte.
Fuente Clarin