El ministro de Seguridad de Santa Fe, Jorge Lagna, le pidió la renuncia al subjefe de Policía de la provincia. La decisión se anunció este jueves a la tarde, horas después del allanamiento de la casa de Ariel Zancocchia por una causa sobre irregularidades en el manejo de fondos para la reparación de vehículos de la fuerza.
Fuentes oficiales precisaron que el allanamiento a la casa de Zancocchia fue parte de un megaoperativo en el que se inspeccionaron 19 domicilios, la mayoría de ellos en Rosario.
Al respecto añadieron que la investigación comenzó en 2019 e involucra a otros uniformados, quienes pasaron a disponibilidad luego del megaoperativo solicitado por los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra.
Zancocchia reside en Zavalla, una localidad ubicada 15 kilómetros al oeste de la Cuna de la Bandera. Uno de los antecedentes clave en relación a la investigación es una inspección realizada a principios del año pasado por la Agencia de Control Policial (ACP). Por eso están bajo sospecha quienes entonces trabajaban como habilitado y jefe de Talleres de la Unidad Regional II.
El subdirector de la Fuerza se presentó ante la ex dirección de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad al mediodía. En ese momento fue notificado sobre la investigación que conduce el Ministerio Público de la Acusación (MPA) y le secuestraron su teléfono celular como parte de las medidas solicitadas por la Agencia de Criminalidad Organizada.
El comisario fue designado en su puesto actual en septiembre para secundar a Emilce Chimenti, aunque su posible vínculo con la causa se refiere a un cargo anterior. Su designación fue el último capítulo del conflicto entre el entonces ministro de Seguridad, Marcelo Sain, y Víctor Sarnaglia, quien renunció como titular de la Policía de Santa Fe tras su mención en una causa sobre corrupción y juego clandestino.
Víctor Sarnaglia, ex jefe de la Policía de Santa Fe, renunció en agosto del año pasado, tras ser mencionado en una causa sobre corrupción y juego clandestino.
Fuentes judiciales detallaron que el procedimiento que inició la investigación por la que fue allanado Zancocchia se llevó a cabo el 4 de febrero de 2020 sobre Tarragona 790 bis, en la zona noroeste de la ciudad. Allí se ubica la Base Comando Rampa Norte, donde habitualmente se envían los patrulleros del Comando Radioeléctrico para reparación.
La inspección de la ACP reveló varias irregularidades. Por un lado detectaron que estaban arreglando vehículos particulares y otros que pertenecían a la Policía pero no eran del Comando Radioeléctrico. En el predio había autopartes tiradas y móviles que habían sido desmantelados.
Cuando fueron a revisar los libros, los investigadores advirtieron que había “contradicciones en el registro del estado” de las unidades que habían sido enviadas al “Taller Tarragona”, como se lo demonia habitualmente. A eso se sumó el descuido, la falta de conservación y el control de las piezas correspondientes.
La primera hipótesis que asomó luego del operativo es que los uniformados involucrados estaban detrás los negocios donde la Policía compraba los repuestos. De allí que también se allanaron cuatro locales comerciales entre los que se cuentan dos dedicados a prestar servicios mecánicos.
De acuerdo a la evidencia recogida hasta el momento, las maniobras ilegales incluían la reventa de autopartes a particulares y la carga de combustible a patrulleros que estaban fuera de circulación a la espera de arreglos. La sumatoria de irregularidades implica sumas de dinero “millonarias cuando se las toma a todas juntas”, le indicó una fuente oficial a la agencia Télam.
Rosario. Corresponsalía.
Fuente Clarin