Aníbal Rubén Lotocki (51), conocido como “el cirujano de las famosas”, declaró este jueves durante casi cinco horas en el inicio del juicio en su contra por “lesiones graves” contra las modelos Silvina Luna (41), Stefanía Xipolitakis (37), su ex pareja Pamela Sosa (37) y Gabriela Trenchi (54).
El Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional N° 28 de Capital Federal está a cargo del proceso, con Sandro Abraldes como fiscal de juicio. Las audiencias serán todos los jueves y se realizan vía Zoom, sin que puedan ser presenciadas por los medios de prensa.
Según las fuentes consultadas por Clarín, Lotocki volvió a defender su accionar y admitió haberles inyectado polimetilmetacrilato, también conocido por sus siglas PMMA, a las cuatro mujeres, aunque insistió en que el uso del producto estaba aprobado. No terminó de declarar, por lo que continuará la semana venidera.
Estuvieron presentes en el Zoom las cuatro denunciantes, visiblemente afectadas. Todas por momentos lloraron mientras escuchaban la versión del médico cirujano. Incluso, Luna lo interrumpió (“Yo no puedo dejar que siga mintiendo“, dijo), por lo que fue advertida por el Tribunal.
Silvina Luna llegó a estar internada en el hospital Italiano debido a sus problemas renales.
Según se estableció en la instrucción del caso, Lotocki “causó lesiones en el cuerpo y en la salud de Silvina Luna con motivo de las intervenciones médicas que le practicó el 3 de octubre de 2011 y el 23 de noviembre de 2011 en un consultorio de la clínica Full Esthetic -Córdoba 996-“.
En ambas operaciones “le colocó un producto de relleno que contenía microesferas de polimetil metacrilato (PMMA) en lugares del cuerpo (glúteos y piernas) en que está prohibido su uso y en cantidades superiores sugeridas por la ciencia médica“.
Para Lotocki, que es defendido por la abogada Ileana Lombardo, el producto estaba autorizado por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat).
“Lotocki está acusado en unas de las causas por estafa porque dicen que se presenta como cirujano plastico sin serlo, pero él, cada vez que pudo, aclaró públicamente esa situación”, le dijo Lombardo a este diario. El título se lo expidió la Universidad Nacional del Nordeste.
Stefanía y Vicky Xipolitakis. (Instagram)
La acusación
El delito de “lesiones graves” (artículo 90 del Código) prevé una pena de 1 a 6 años de de prisión “si la lesión produjere una debilitación permanente de la salud, de un sentido, de un órgano, de un miembro o una dificultad permanente de la palabra o si hubiere puesto en peligro la vida del ofendido, le hubiere inutilizado para el trabajo por más de un mes o le hubiere causado una deformación permanente del rostro“.
Luna y Sosa -ex pareja del cirujano- son representadas por el abogado Fernando Burlando, mientras que a Xipolitakis la patrocina Gonzalo Díaz Cantón.
Por la primera intervención, Luna contó que fue acompañada por su hermano Ezequiel y pagó 10 mil pesos, pero que Lotocki no le hizo la factura. Luego, a la segunda, fue acompañada por su novio y una amiga. Hubo una tercera, en 2012, pero la modelo no supo dar muchos detalles de ese hecho.
Lotocki con Pamela Sosa y Verónica Ojeda, a quien le practicó una lipoaspiración.
A dos de las denunciantes, Lotocki le aplicó un producto comprado en Brasil. A las dos restantes, otro fabricado en la Argentina que decía “Metacril Facial Implant 1”, lo que -traducido- indica que es para el rostro, algo que está aprobado para cirugías estéticas en esa zona.
Cuando el fiscal le preguntó si sabía inglés, el doctor dijo que “no” y que tampoco le resultó “sugestivo”.
Tras la difusión del caso Luna, quien padece insuficiencia renal crónica tras las intervenciones, fue una de las hermanas Xipolitakis quien contó su padecimiento. “Me dijo que me podía sacar un poco de grasa de un lugarcito y que me podía sacar un poco de ‘PRP’, que es plasma rico en plaquetas. Me dijo que me hacía un licuado y que me lo filtraba, que quedaba como una gomaespuma. Eso me lo ponía en el glúteo”, aseguró.
Luego de la intervención, sufrió mucho dolor: “El segundo día de la operación, yo sentí que me moría, estaba muy descompensada, sin fuerzas en mi cama. Un malestar, era algo fuertísimo. No lo puedo describir, lo vivís en tu cuerpo, me sentía a un hilito de la muerte. Fue muy fuerte, te estoy contando esto y pienso que es una ficción en mi vida”, dijo.
Más tarde, la hermana de “Vicky” comenzó a realizarse estudios médicos y descubrió que tenía “polimetacrilato” en los músculos: “La biopsia da un polímero industrial que se usa para hacer dentaduras postizas, se usa para hacer los tableros de los autos. Tengo un acrílico tóxico en el cuerpo, tengo algo que me está calcinando, que me está matando día a día y yo no lo elegí”.
Los casos Sosa y Trenchi
Los otros casos que se debaten en el juicio son los de Pamela Sosa, la modelo ex novia del cirujano, y Gabriela Trenchi. En este último caso, la dueña de una casa de ropa en Ramos Mejía se hizo varias cirugías estéticas en la clínica de Lotocki y quedó con los brazos y las piernas paralizados. Estuvo internada en el Sanatorio Los Arcos.
La mujer, conocida en el ambiente artístico como Gabriela Madau, fue diagnosticada con el síndrome de Guillain-Barré y tuvo un serio riesgo de vida, luego de someterse a una serie de cirugías estéticas en abdomen, caderas, pelvis y cola en agosto de 2015, cuando tenía 48 años.
Sosa, la modelo correntina que fue pareja de Lotocki, también es parte de los querellantes. Acusó al cirujano de mala praxis por el uso del “plástico”.
“Juro que no voy a parar hasta verte tras las rejas. ¡Me arruinaste la vida! Y no podés arruinar la vida de nadie más. De eso me voy a encargar yo”, escribió Pamela sin nombrar al destinatario del mensaje en su cuenta de Twitter. La serie de operaciones a las que se sometió Sosa, en su condición de pareja del cirujano dijo que veces se sintió como un “ejemplo viviente”, la llevaron a un cuadro clínica de alta gravedad y llegó a estar internada.
Para la defensa de Lotocki, sin embargo, “las pericias oficiales descartaron que las enfermedades” de las cuatro denunciantes “tuvieran nexo causal con las cirugías“.
Muerte y detención
No es el único problema judicial que afronta Lotocki, ya que en abril de este año pasó por otra situación que lo llevó incluso a estar detenido. Fue cuando se le inició una causa por “homicidio culposo” por la muerte de un paciente de 50 años que se había sometido a una cirugía en su consultorio de Caballito.
Cristian Zárate ingresó a la clínica “Cemeco”, en calle Colpayo 20, “por una hernia hiatal y Lotocki le dijo que de paso lo operaba con una liposucción la papada y el abdomen. Se descompensó y en la clínica no tenían los elementos suficientes para intubarlo, ya que tenía falta de oxígeno. Tampoco tenían lo necesario para una reanimación, llamaron a una ambulancia del SAME y antes de que llegue falleció”, contó a Clarín Mario Lizardo, el abogado de la víctima.
La Sala 4 de la Cámara de Apelaciones en lo Criminal porteña le concedió la excarcelación a Lotocki, por entender que no hay riesgo de fuga ni de que pueda entorpecer la investigación en su contra. Le impusieron, además, una fianza de 5 millones de pesos.
GL – EMJ
Fuente Clarin