Sin socializar con el resto de las presas de la Alcaidía de La Plata N°3, con su tiempo dedicado a la lectura y tres horas de recreo diario, así pasa los días María Tellez Fajardo (64), más conocida como Sor Marina, la monja de las Hermanas Trinitarias acusada de abusar de cinco menores que tenían en guarda por orden de la Justicia en la sede de Boulogne.
La monja está imputada por los delitos de “abuso sexual reiterado gravemente ultrajante y agravado por haber sido cometido por una persona del culto religioso, por ser una persona encargada de la guarda y por aprovechar la situación de convivencia preexistente, su relación de autoridad y que la víctima no haya podido consentir libremente dicho accionar”.
Desde el 9 de julio pasado Sor Marina tiene dictada la prisión preventiva y está detenida en el pabellón femenino Alcaidía de La Plata N°3, más conocida como Melchor Romero.
Según pudo saber Clarín, además de un libro que llevó consigo a la prisión -y que suponen es una Biblia-, la monja colombiana es asidua de la biblioteca ambulante de la cárcel que recorre las celdas.
“Tiene tres horas de recreo por día, lee, recibe visitas una vez por semana y, prácticamente, no habla con el resto de las internas”, describieron cómo es el día a día de Sor Marina, detenida desde hace dos meses.
Fue el 9 de junio que arrestaron a la religiosa por abusar de una adolescente de 14 años entre 2019 y 2021 en la cocina y el depósito del hogar de Carlos Tejedor 348, en San Isidro; una de las tres sedes que tiene en el país la comunidad religiosa reconocida a nivel mundial. Las otras dos están en Núñez y San Miguel.
El Hogar de la Hermanas Trinitarias de Boulogne.
La denuncia contra Sor Marina de la adolescente, que estaba internada en el hogar de Boulogne por una medida de abrigo dispuesta por el Juzgado de Familia N°1 de Tigre, desencadenó en que otras cuatro chicas se animaran a contar cómo la monja había abusado de ellas.
Nacida en San Pedro, Colombia, lleva 30 años en el país, tras haber estado más de una década en España. Cuando estuvo ante el fiscal Marcelo Fuenzalida, de la UFI de Género de San Isidro, y le preguntaron si había tocado a la primera denunciante, dijo: “Queriendo jamás, que sin querer, si estábamos haciendo cosas, le pude haber rozado el brazo o ella a mí al pasar, no lo sé”.
“La cocina del hogar de Boulogne no es precisamente un lugar chico: es bastante espacio como para haberse rozado sin querer”, decían las fuentes por entonces. Y, justamente, el testimonio de las cinco víctimas no habla de roces sino de tocamientos, algunos hasta por debajo de la ropa. Hay que recordar que Sor Marina era la encargada de la cocina.
Sor Marina, acusada de abuso.
“El lugar era amplio, ella tenía espacio para pasar o donde estar, no había necesidad de acercamiento conmigo”, explicó una de las víctimas.
Modus operandi
Hay un patrón en los testimonios de las cinco víctimas que hablan de un modus operandi de la monja. Las denunciantes eran menores –algunas aún lo son- y estaban bajo una medida de guarda en el hogar de las Hermanas Trinitarias cuando ocurrieron los abusos.
Siempre las atacaba cuando estaban solas, por sorpresa y en la cocina o el depósito, cuando las chicas estaban haciendo sus tareas diarias.
La amplia cocina del Hogar de la Hermanas Trinitarias de Boulogne.
Y además de la primera denuncia, que incluyó un relato de la adolescente de cómo descubrió a la monja observándola por la ventana del baño mientras se bañaba; en varios de los testimonios de las otras cuatro víctimas hablan de más chicas atacadas por Sor Marina: se fugaron del hogar sin denunciarlo.
Los ataques ocurrieron entre 2017 y 2021, a chicas de entre 12 y 17 años, todas entregadas al hogar tras medidas de abrigo de la Justicia de Pilar, San Martín y Tigre.
Una de ellas contó que su estadía con las Hermanas Trinitarias “era normal hasta que llegó Sor Marina” y que la primera vez que fue atacada se lo fue “a contar a Sor Silvia, que era la Directora”.
“Ella no me creyó, me trató de mentirosa”, aseguró. Por eso, calló ante el segundo abuso: “Era obvio que no me iban a creer”.
El momento de la detención de Sor Marina.
El caso cero
La causa fue iniciada tras una denuncia de una abogada como también de la Dirección de la Niñez y Adolescencia de Tres de Febrero, de la Dirección de la Niñez y Diversidad Sexual de Pilar y del Servicio Local de Promoción y Protección de los Niños, Niñas y Adolescentes de Tigre.
“No sería extraño que aparezcan más denuncias de este estilo”, deslizaban las fuentes por entonces. Llegaron a cinco denunciantes al momento del pedido de la preventiva para la monja, hace un mes.
El 9 de junio que saltó el escándalo, a Sor Marina se la llevaron detenida de la delegación de San Miguel del culto, ubicada en la avenida Balbín 775, donde había sido trasladada.
Mientras le ponían las esposas, pedía por su abogado.
La cocina donde ocurrieron los abusos.
Congregación de la Iglesia Católica, la comunidad de las Hermanas Trinitarias fue fundada el 2 de febrero de 1885, en Madrid. Tiene sedes en España, México, Uruguay, Guatemala, India y en la Argentina.
Según su página web, realizan su misión a través de Residencias de Jóvenes, Hogares de menores, Centros Educativos, Casas de Acogida, Pastoral penitenciaria, y diferentes proyectos sociales y misiones en favor de la juventud y mujer necesitada.
DS
Fuente Clarin