Escuchó de pie, impasible, la lectura de las acusaciones. Ni siquiera parpadeó mientras la fiscalía refería los detalles acerca de cómo concertó una cita sexual durante la que asesinó y se comió partes del cuerpo de su pareja.
Algunos órganos y el pene de la víctima no han sido todavía encontrados. El juicio de este profesor de matemáticas de secundaria de 41 años deja entrever, en todo caso, que la estrategia de la defensa no es otra que dilatar el proceso cuanto sea posible. La primera sesión fue interrumpida por la queja de que la acusación no había presentado todo el expediente ante el tribunal, que ha ordenado aplazar la audiencia una semana. Los escabrosos hechos comenzaron a tomar forma de asesinato y canibalismo el noviembre de 2020, cuando dos paseantes hallaron casualmente unos restos humanos óseos semienterrados en un parque del norte de Berlín, situado en Buchholzer Graben, esquina con Schönerlinder Strasse.
La policía corroboró que se trataba del mecánico de alta gama Stefan T., de 44 años de edad, residente en el distrito berlinés de Lichtenberg y cuya desaparición había sido denunciada anteriormente. La reconstrucción de los hechos permitió comprobar que la víctima había concertado el 6 de septiembre una cita a través de una plataforma virtual gay con Stefan R., al que la prensa de Berlín ha bautizado como el «caníbal de Pancow» y al que la fiscalía considera culpable de «homicidio sexual con agravantes». El taxista que trasladó a la víctima hasta la casa del acusado es uno de los principales testigos. La policía halló en el departamento del sospechoso rastros de sangre, partes del cuerpo restantes y varios instrumentos de uso muy específico, como una sierra para cortar huesos. «Asesinó de manera desconocida a su víctima y después se comió varias de sus partes», dice el pliego de la acusación. La prensa de Berlín ha seguido, capítulo a capítulo, las pesquisas en busca de los restos.
El torso fue encontrado el 23 de noviembre por perros rastreadores en un área verde de Pankow. Algunas partes tardaron meses en aparecer. También se ocupa al detalle de este proceso en el Tribunal Regional, Sala 500, con el número de expediente 532 Ks 5/21. Stefan R. se sienta detrás de un cristal a prueba de balas, un hombre macizo vestido con camisa a cuadros verdes, gafas, con cabello ralo, mascarilla blanca y la frente demasiado alta para las acusaciones que enfrenta. En la primera sesión, ha respondido con rapidez y precisión a las preguntas del juez Matthias Schertz: nacido en 1979 en Zweibrücken, lugar de residencia Pankow, profesor de profesión y detenido desde el 18 de noviembre de 2020. Frente a él, detrás de los fiscales, se sientan la madre, el padre y el hermano de la víctima. El fiscal Martin Glage, redactor de la acusación, ha insistido en que «el acusado mató al herido Stefan T. en su apartamento, en Berlín-Pankow, el mismo día de la cita y de una manera que no ha sido posible establecer, porque buscaba satisfacción sexual a través del asesinato y quería comerse partes del cadáver». La madre tiene previsto testificar ante el tribunal. «Quieren saber qué le pasó a su hijo», dice Sven Peitzner, abogado de la acusación privada, «la familia no espera que sea capaz de justificarse, ni siquiera intentar disculparse, esto no es excusable».
En Internet se hacía llamar «maestro carnicero79». Recuerda al caso Detlev Günzel
«No va a declarar por el momento», ha anunciado, para sorpresa del juez, la abogada defensora Kristina Beulich. «¿Entonces no en este momento?», ha insistido el letrado, antes de que la segunda abogada defensora de Stefan R., Sylvia Staguhn, leyese una solicitud exigiendo «todos los archivos». «Hasta ahora, no se han presentado en su totalidad», se ha quejado, señalando concretamente que falta el volumen especial «Carsharing». La fiscalía ha respondido literalmente: «Se consideró irrelevante porque informa solamente que las partes del cuerpo fueron llevadas a los lugares en esos vehículos». Pero la ausencia de este expediente es motivo suficiente para que se interrumpa la audiencia hasta que hayan «trabajado en las partes faltantes del expediente y las hayan discutido con el cliente». El juicio continuará el 17 de agosto y hay planificadas un total de 25 días de negociaciones.
El veredicto vence el 21 de octubre. Este espantoso caso de canibalismo recuerda el de Detlev Günzel, excomisario de policía que asesinó y descuartizó, a petición de la víctima, a un hombre con el que quedó también a través de Internet, sirviéndose de un chat de fetichistas de la antropofagia, y también al del «Caníbal de Rotenburgo», Armin Meiwes, condenado a cadena perpetua en 2006 por un homicidio seguido también de antropofagia. Aunque estos casos causaron en su momento tanta o más alarma que este juicio, las comunicaciones de este tipo a través de las redes siguen produciéndose sin que las autoridades cuenten con herramientas legales para combatirlas.
Fuente ABC