Y el Gobierno, ¿se va a quedar cruzado de brazos?
El “estilo Moyano” es la expresión de lo más bestial del sindicalismo mafioso argentino, que no es poco. Funciona de la siguiente manera. Una empresa decide abrir una nueva línea de producción luego de un meticuloso estudio de mercado y posicionamiento de marca.
Construye una nueva ala en el establecimiento y publica una oferta de 100 puestos de trabajo de calificación media o baja. Ahí, en ese preciso momento, aparece el “moyanismo” en su más alta expresión. Un enviado de la mafia le hace llegar al gerente de la firma este mensaje: “Diez de esos puestos son para el sindicato. Los nombrás o te paramos la fábrica”. Si el gerente desoye tan amable sugerencia, al día siguiente la entrada del establecimiento aparece bloqueada por camiones del sindicato. Nadie entra ni sale. El episodio puede convertirse en una tortura. O la empresa cede al chantaje, o cierra y liquida activos.
¿Exageraciones? En la provincia de La Rioja, una planta industrial de marca de calzado deportivo Pampero cerró después de exactamente 45 días de actividad. El sindicato la paralizó alegando maltrato de personal. El gobierno provincial fue impotente para evitar el cierre.
¿Único caso? El “estilo Moyano” es una conducta mafiosa nacional argentina que estuvo a punto de acabar con WalMart, una cadena mundial de supermercados, puso en jaque a otro emblema del retail, Garbarino y acogotó al grupo chileno Falabela que terminó levantando campamento para mudarse a Brasil.
Ayer se supo que a causa de un bloqueo impuesto por camioneros en huelga, un lote de 2.200 vacunas anti COVID19 de la marca Pfizer no pudo llegar a destino, Concepción. Más criminal que esto no se podría encontrar. Se sabe muy bien que las vacunas de esa denominación deben ser mantenidas a una temperatura cercana a los -70 grados centígrados y que de romperse la cadena de frío, el suero se malogra. El valor del lote, a razón de US$ 20 la unidad, es de unos US$. 44.000, aparte de las vidas que podrían salvar esas vacunas. Si se echan a perder, ¿Quién pagará el estropicio? ¿Los energúmenos que se regodean copiando las actitudes más repulsivas de sus camaradas argentinos?
Con su inacción irresponsable y lindante con lo criminal, el Gobierno está favoreciendo la instalación del “moyanismo” en el Paraguay, lo más perverso que podríamos imaginar para la República.
Fuente El Independiente