A esta hora, en la Casa Rosada no saben si no hay más fotos del cumpleaños de Fabiola Yáñez girando por los celulares de los asistentes a aquella fiesta del 14 de julio en Olivos, ni tampoco de otros encuentros sociales que se hicieron en la residencia presidencial durante la cuarentena estricta del año pasado. No lo saben.
Tampoco saben qué explicación ensayará el Presidente Alberto Fernández cuando hable esta tarde en Olavarría, en un acto público que estaba previsto para las 11.30 de la mañana y terminará ocurriendo a las 15.
Para preparar el terreno y tantear la recepción que podría tener una frase del Presidente sobre el tema, el jueves a última hora, luego de regresar de un viaje a Concordia, el Presidente acordó con Cafiero que el Jefe de Gabinete saliera este viernes temprano en un programa de radio oficialista para evitar riesgos adicionales y preguntas periodísticas sobre un escándalo que había crecido hasta niveles que no imaginaban.
También se definió que la única voz autorizada fuera la de Cafiero, y por ese mismo motivo el equipo presidencial mandó a cancelar las entrevistas que tenían pautadas los funcionarios para este viernes y también las de los candidatos del Frente de Todos. “Habla Santiago y después todos callados hasta que hable el Presidente”, fue la orden que recibieron los voceros del Gabinete.
Cafiero salió temprano con la idea de admitir el error. “Es evidente que hubo un descuido, se cometió un error, no debería haber ocurrido. Fue un evento social que no debería haber ocurrido”, dijo el funcionario, para avisar a la tropa propia sobre cuál sería la línea oficial de explicaciones acordada con el Presidente en la noche anterior.
El Jefe de Gabinete, que con su respuesta confirmó la veracidad de la foto y también la existencia de la fiesta de cumpleaños en momentos en que estaban prohibidos ese tipo de encuentros y también la circulación callejera de las personas que llegaron hasta Olivos. La prohibición figura en el decreto 576 del 29 de junio de 2020, y Cafiero no habló de que ese descuido también implica la violación de la norma que habían firmado el Presidente, Cafiero y todos los ministros del Gobierno.
Por eso mismo cabría esperar que la investigación judicial indague no sólo sobre las violaciones a la ley, sino que también considere el agravamiento que implica para el caso del Presidente, que está obligado a cumplir sus funciones como servidor público y que, además, había negado puntualmente la existencia de la fiesta, cuando dijo que todos los ingresos a la Quinta de Olivos durante la pandemia estaban justificados por razones laborales.
Aunque intentarán resaltar la reacción de la oposición y los medios de comunicación tras la publicación de la foto, en la Casa Rosada creen que los pedidos de juicio político no tienen manera de progresar. También, según dijo un funcionario que trabaja en el primer piso de la Casa Rosada a Clarín, admiten que en este caso la respuesta sólo podrá llegar de parte del Presidente que, a diferencia del escándalo por el Vacunatorio VIP, no puede alegar que desconocía el tema ni pedirle la renuncia a un funcionario menor.
Fuente Clarin