Tras la polémica que generó la difusión de la foto del presidente Alberto Fernández en el festejo de cumpleaños de la primera dama Fabiola Yáñez el 14 de julio de 2020 en la Quinta de Olivos, el ex juez y abogado penalista Eduardo Gerome consideró que ambos “tienen que pagar” por el “delito” que cometieron.
“Las multas establecidas no veo por qué no las tiene que pagar la primera dama y el Presidente ¿Tiene coronita? Él tiene que dar el ejemplo”, resaltó Gernome en declaraciones a Clarín.
Al ser consultado sobre el delito que cometieron Fernández y Yáñez, al igual que quienes asistieron a la fiesta de cumpleaños, el abogado penalista respondió: “Para evitar la propagación de la epidemia se estableció que no se podían realizar reuniones sociales, porque se infringía la ley. Bueno, el Presidente y los restantes cometieron ese delito“.
“El artículo 205 del Código Penal habla de violar las medidas adoptadas por la autoridad para impedir la introducción o propagación de una epidemia. Bueno, exactamente el artículo 205 fue cometido por todos los que estaban en esa reunión”, puntualizó.
El cumpleaños de la primera dama en plena cuaretena estricta el 14 de julio de 2020.
Respecto de las penas que implica dicho el incumplimiento del artículo 205, precisó: “Tiene pena de hasta dos años de prisión. No es simplemente una multa, es un delito. El delito lo cometió el Presidente, que es quien debe dar el ejemplo a la sociedad de que si comete un delito lo paga”.
“Hay un delito que se llama incumplimiento de los deberes de funcionario público, que es incumplir las leyes que debiera observar. Entonces, allí también puede haber un incumplimiento de los deberes de funcionario público, porque está incumpliendo las leyes que él mismo dictó”, subrayó.
En esa línea, Gerome cuestionó: “Él (Alberto Fernández) no tiene coronita, tendría que ser el ejemplo no la excepción. Es más, él tendría que haberse autodenunciado y decir ‘yo cometí un delito, voy a la justicia y que me investiguen”.
“El Presidente lejos de estar exceptuado de cumplir la ley es el primero que la tiene que cumplir, porque la única predicación es el ejemplo”, enfatizó el letrado.
Finalmente, afirmó que “los invitados también deben pagar la multa”, y aclaró: “La multa de ellos no me preocupa porque no los conoce nadie. Sí me preocupa el ejemplo que tiene que dar el Presidente y su mujer ante la población”.
Un aluvión de multados por violar la cuarentena
En la Ciudad de Buenos Aires, desde el 20 de marzo, cuando se decretó el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO) al 6 de noviembre, cuando cesó, hubo 3.069 personas detenidas y otras 47.129 fueron demoradas, notificadas o trasladadas al domicilio por violar la cuarentena.
Además, según datos a los que accedió Clarín, en ese mismo tiempo la línea 147 atendió en total 61.695 denuncias por violación de la cuarentena que dispuso el Gobierno y se secuestraron 512 vehículos, en su mayoría porque no tenían permiso de circulación.
Por su parte, desde el inicio de las restricciones la Agencia Gubernamental de Control (AGC) clausuró 250 bares y restaurantes por no cumplir los protocolos. Fueron 70 a lo largo del 2020 y 180 en lo que va de este año.
En la provincia de Buenos Aires también hubo gran cantidad de actas y denuncias por violaciones a la cuarentena. Por caso, en una sola de las reparticiones de la Policía Bonaerense, se hicieron 168 infracciones por fiestas clandestinas y se labraron 1280 actas por violar las restricciones.
El caso de la premier multada por un cumpleaños
Erna Solberg, premier de Noruega.
Uno de los casos de violación de cuarentena ante la pandemia de coronavirus fue protagonizado por la primera ministra de Noruega, Erna Solberg, quien tuvo que pagar una multa de casi 2000 euros por incumplir las restricciones impuestas por su propio gobierno.
El portavoz de la Policía Ole Saeverud indicó que la multa se debe a la asistencia por parte de la mandataria a una fiesta de cumpleaños, según ha informado la cadena NRK.
Solberg ya había admitido que violó las medidas vigentes el pasado mes de febrero cuando acudió a un evento familiar en un resort de esquí.
En cada una de las reuniones a las que asistió la primera ministra había unas quince personas, mientras que el número máximo era de diez.
“Debí saberlo”, expresó la primera ministra de Noruega al pedir disculpas por su accionar, y reconoció que alguien como ella, que le dice a la gente cómo cuidarse frente al virus “debe conocer las medidas”.
Fuente Clarin