Los datos de Quimey Kaiane Gazal se publicaron en la página de Interpol el 17 de mayo de 2019, bajo código rojo y cédula número 3026586, dictada por el Juzgado de Garantías N° 2 de Azul. Fue detenida el lunes, tras dos años prófuga.
La mujer, de 25 años, era parte de una banda de estafadores que bajo la modalidad “cuento del tío” engañaba a abuelos, personas mayores, con la excusa de una inminente devaluación.
Quimey cayó cuando iba en su auto, un Ford Ka, por las calles de Monte Grande, donde vivía, rumbo a un centro comercial. Al ser detenida y cuando los policías pidieron su identificación, dio un nombre falso. Eso quedó rápidamente aclarado y en cuestión de horas ya estaba detenida en un calabozo de una comisaría de Ituzaingó. Puso un abogado particular y se negó a declarar.
La mujer, madre de un nene, escapó de la Justicia durante dos años. Nunca salió del país y se movió en la zona donde vivía. Todos los controles que desde marzo del año pasado se activaron por la pandemia del coronavirus no la intimidaron. Tampoco temió alentar su emprendimiento, que tenía en las redes sociales su plataforma de difusión: “Pretty Uñitas Gelificadas”, así se llamaba su negocio dedicado a esculpir uñas y otras cuestiones de estética femenina.
Quimey Kaiane Gazal, detenida. Se negó a declarar.
“Mientras esculpía uñas, llamaba a sus víctimas para engañarlas”, cuenta uno de los investigadores a Clarín. La banda está prácticamente desarticulada, solo quedan dos prófugos.
La causa, llevada por el Unidad Funcional 20 de General Alvear, dependiente de los tribunales de Azul, tiene la carátula de “asociación ilícita y estafa”. El fiscal a cargo es Cristian Citterio, quien ya hizo la presentación del requerimiento de elevación a juicio para condenar a la organización.
En el escrito detalla que los imputados son diez: Jonatan Ezequiel Ardito Santoro (sindicado como líder), Roberto Gabriel Grasso, Paola Lorena Argüello, Eduardo Gastón Arroyo, Mauro Ariel Benítez (hermanastro de Quimey), Brian Nahuel Lescano, Victoria Solana Mouriño, Pablo Javier Scherem, Cristian Miguel Serrizuela y Néstor Victor Eduardo Villaverde. Ahora se sumará Gazal.
Quimey Kaiane Gazal, buscada desde el 2019 por Interpol.
Las estafas se habrían cometido, al menos, desde septiembre de 2018 y hasta el 11 de abril de 2019. La cantidad de prueba es contundente, especialmente el conjunto de llamadas en las que la banda interactuaba entre sí y en las que se contactaba a los teléfonos fijos de las víctimas para iniciar los engaños.
Estructuralmente, la banda liderada por Ardito Santoro (38) tenía “llamadores” y “bajadores”. Los primeros, podía ser un hombre o una mujer, se encargaban de entablar los contactos con las víctimas, haciéndose pasar por hijos, nietos, sobrinos, engañándolas hasta acordar que le entregaran el dinero a una persona que iba a presentarse en su domicilio.
Allí aparecían los otros actores de la organización, los “bajadores”. Era clave, según se desprende de los llamados a las víctimas, que esa entrega del dinero de hiciera de tal manera que no llamara la atención de vecinos.
“Ponelo todo en unas bolsas, el chico va a pasar y te va a decir un código, que es 1111, si te dice 1111 es él. Vos le das la plata y listo. Es porque ahora cambian los billetes y empiezan a ser todos codificados, entonces los tuyos hay que cambiarlos”, le dice uno de los estafadores a una mujer, a la que engaña haciéndose pasar por un sobrino.
Quimey es medio hermana de otro de los integrantes de la organización.
Ardito Santoro, además, era el encargado de mover el dinero y entre las principales maniobras estaba la de comprar autos de alta gama. En los más de 20 allanamientos que se hicieron desde el inicio de la investigación, unos 500 mil pesos fueron incautados, además de los vehículos, los teléfonos, chips, computadoras y decenas de anotaciones con detalles de las víctimas.
Una de las personas afectadas hizo la denuncia en General Alvear y allí comenzó todo. La banda, radicada en su totalidad en el conurbano, tendió sus redes de engaño por varias ciudades bonaerenses (Azul, Tapalqué, Tandil, Balcarce, Tres Arroyos, Coronel Pringles) e incluso en otras provincias, como La Pampa, Santa Fe, Neuquén, Chubut y Río Negro.
El arresto de Quimey se dio en Boulevard Buenos Aires y Azcuénaga, en Monte Grande, partido de Esteban Echeverría, donde agentes de Casos Especiales de la DDI La Plata la localizó al volante de su auto, al que ya tenían identificado y habían seguido desde el complejo habitacional conocido como Barrio Coca-Cola, en Santamarina y Valentín Alsina.
Sabían que la manicura (y estafadora) se ocultaba allí.
GL
Fuente Clarin