Después del traspié de la semana pasada en la que se renovó solo un 65% de los vencimientos, el Ministerio de Economía ajustó su estrategia financiera y colocó este miércoles papeles de deuda por $ 95.000 millones. El resultado de la segunda licitación del mes le dio así un respiro al equipo de Martín Guzmán, que en esta ocasión debió recurrir a la ayuda del Banco Central y ofrecer títulos más cortos para obtener un financiamiento aceptable.
La subasta había generado expectativas en el mercado, en donde persisten las dudas sobre la capacidad del Tesoro para financiarse con recursos genuinos frente a las mayores necesidades financieras. Con el saldo de este miércoles en una semana sin vencimientos y en la que había salido a buscar $ 22.000 millones, el flamante secretario de Finanzas, Rafael Brigo, intentó despejar esas dudas.
“Fue un buen resultado, tuvimos más de 660 ofertas que totalizaron más de $112.000 millones y de esa cantidad adjudicamos, unos $ 95.000 M. De esta forma entre la licitación pasada y esta nueva tenemos una tasa de rollover (renovación) este mes superior al 105,5%. Continuamos renovando más que los vencimientos”, dijo el funcionario en su primera licitación tras reemplazar a Mariano Sardi, quien renunció por motivos de salud. Obtener más plata que la que vence es, en definitiva, aumentar la deuda.
El menú de este miércoles buscó corregir el problema de la primera subasta de agosto en la que solo se ofrecieron títulos hasta 2022 y 2023. En esta ocasión, el 60% de lo adjudicado se concentró en dos letras a descuento (LEDES) con vencimientos a fines de octubre y diciembre. También se ofreció una LEDE con plazo hasta fines de enero de 2022, una letra ajustable por CER hasta fines de marzo de ese año y un bono a tasa fija (TY22) hasta mayo de 2022.
El resultado reflejó así la preferencia por los instrumentos de más corto plazo a pocos meses de las elecciones. “La licitación fue buena porque se ofrecieron instrumentos cortos que no se ofrecieron en la anterior, por eso había fallado. Son quincenales, en una fallan, acomodan la mira y vuelven a pegar porque mercado de pesos necesita estos instrumentos para seguir funcionando”, dijo Santiago López Alfaro, presidente de Patente Valores.
El Gobierno envió señales en estos días para atraer a los fondos comunes de inversión con la operación de futuros de títulos públicos por parte del Banco Central y la creación de un régimen especial para incentivarlos a comprar letras, pero no habrían influido hoy. “Fue buena la licitación porque ofrecieron letras cortas y ademas el Banco Central ayer dejó bastante pesos dando vueltas en la licitación de LELIQ“, explicó Martín Saud, operador de Balanz.
La contracara, según los analistas, es que el Tesoro tiene cada vez más dificultades para estirar los plazos porque gran parte de los pesos dando vueltas están en fondos de corto plazo que prefieren letras cortas, y el riesgo es que se concentren los vencimientos en esos plazos. “Más de la mitad fue a corto, previo a la elección, es lo que no querían hacer“, advirtió Gabriel Caamaño, Economista de Consultora Ledesma.
Economía ya recogió $241.000 millones en agosto, un mes en el que vencen $320.000 millones. La última licitación del próximo 27 habrá que cubrir $92.000 millones. Luego, septiembre será más desafiante con compromisos por $380.000 millones. Y hasta fin de año, los vencimientos suman $1,5 billones.
Fuente Clarin