Se llama Juan y lo apodan “El Tuerto”, pero se lo conoce más por su prontuario delictivo, que incluye balaceras, decenas de robos y un brutal homicidio cometido en una pequeña y tranquila población del sur santafesino.
La ficha de Juan Priotti, 47 años de edad, condenado a 35 años de prisión y detenido en la cárcel de Coronda, suma ahora un nuevo capítulo.
El martes le ordenaron que limpiara los baños químicos ubicados en un sector de admisión, lo que le permitió finalmente escapar por uno de los ingresos del penal. Afuera, para concretar un plan nada improvisado, lo aguardaba un Renault Sandero que horas más tarde fue hallado abandonado.
Se trata del tercer escape resonante en penales santafesinos registrado en los últimos meses. El 17 de mayo, como parte de un plan grotesco, dos detenidos en la Unidad Penitenciaria de Piñero fueron retirados del lugar en cajas plásticas por mujeres que llegaron para visitarlos.
El 27 de junio, en el mismo penal, se produjo un hecho más violento: un grupo comando asaltó el lugar y permitió la evasión de ocho reclusos. Atacaron con armas a los guardiacárceles y con amoladoras lograron la apertura de los alambrados. Uno de los hombres que llegó para colaborar con el impactante escape recibió un disparo de los agentes y murió mientras portaba una amoladora.
El escape de “El Tuerto”, un detenido de alto perfil nacido en la localidad cordobesa de Marcos Juárez, se produjo a plena luz del día: minutos después de las 18.
El historial delictivo de Priotti incluye múltiples robos en Santa Fe y Córdoba -en su provincia le impusieron en 1999 una pena a 14 años de prisión por cometer 15 asaltos- y el asesinato de José Mancini, un comerciante de Arminda, pequeño poblado santafesino.
La víctima era propietario de una estación de servicio. Fue asesinado con saña en enero de 2002. Priotti, junto a un cómplice, le dispararon tres veces en el rostro durante un asalto.
Como esa noche “El Tuerto” actuó encapuchado, volvió semanas después a robar el emprendimiento que manejaba Mancini pensando que la familia no advertiría que se trataba del mismo delincuente. Una característica física permitió reconocerlo, pero logró huir.
Priotti integraba una banda que utilizaba guantes de látex para no dejar huellas que pudieran comprometerlo. Amenazaban a sus víctimas con utilizar picanas si no indicaban el lugar donde guardaban dinero o joyas.
El grupo robaba viviendas rurales, negocios, empresas y cooperativas agrarias de localidades pequeñas.
El 4 de enero de 2012, tras asaltar una vivienda en la localidad de San Fabián junto a otras tres personas, fue perseguido por la policía en un cinematográfico intento de escape.
Por la ruta, y durante varios kilómetros, los delincuentes y la policía intercambiaron disparos. Finalmente, el Chevrolet Aveo que había robado la banda chocó contra un camión cerealero.
“El Tuerto” manejaba y disparó para que dos de sus cómplices escaparan, pero él fue detenido. En la comisaría intentó confundir a los agentes presentándose con un hombre falso, pero finalmente fue reconocido. “¿Vos no sos Priotti?”, le preguntaron. “Llámenme como quieran”, respondió sabiendo que estaba acorralado.
Un recapturado
Con cinco heridas de arma de fuego en las piernas, Daniel Piscione ingresó el martes a la noche al Hospital de Emergencias Clemente Alvarez. Sabiendo que era buscado desde el 27 de julio, cuando protagonizó la escandalosa fuga de la Unidad Penitenciaria de Piñero ayudado por un grupo comando, se presentó con otro nombre cuando lo registraron.
Cuando se dio aviso a la Unidad de Flagrancia se activó una investigación que permitió confirmar que se trataba de Piscione, uno de los ocho evadidos el mes pasado del penal ubicado al sur de Rosario. Estaba detenido por robo calificado y portación de arma de fuego.
Piscione fue atacado el martes por un grupo de personas no identificadas en Garzón al 100. En el lugar se secuestraron seis vainas servidas calibre 9 milímetros y cuatro vainas servidas calibre 45.
Del escape en Piñero fueron recapturados seis de los ocho evadidos. Aún no fueron hallados Martín Cartelli y Claudio “Morocho” Mansilla, un pesado del delito local.
Por Mansilla, el Gobierno de Santa Fe dispuso ofrecer una recompensa de un millón de pesos para aquellos que puedan aportar datos certeros sobre su paradero. “Morocho” figura incluso en el listado rojo de Interpol. Ya evadido, fue condenado a 25 años de prisión por un doble homicidio.
Rosario. Corresponsalía.
DD
Fuente Clarin