Un industrial chaqueño, impulsado por Jorge Capitanich, es el nuevo presidente de CAME

Por una decisión unánime de sus 90 consejeros CAME coronó el último jueves a Alfredo González como su presidente. Se trata de la entidad más representativa de los pequeños comercios y empresarios Y que cuenta con un generoso presupuesto de $ 2.000 millones al año para capacitaciones, algo que se descuenta del salario de los empleados de comercio.

Entre sus activos figura la obra social Osdepym, intervenida desde hace cuatro años por distintas denuncias de irregularidades. González, con partida de nacimiento en el Chaco, es muy cercano al gobernador Jorge Capitanich. Y reemplaza en el cargo a Gerardo Díaz Beltrán, industrial misionero que nunca ocultó su cercanía a Cambiemos y su amistad con el dirigente radical, Mario Negri.

El Gobierno siguió muy de cerca este proceso en la ilusión de contar con “una voz amiga en el sector pyme”. Una estrategia tomó nuevo brío tras la designación de Daniel Funes de Rioja en la Unión Industrial , cuyas críticas a la política oficial se hacen oír.

Con partida de nacimiento en Chaco, cuenta la leyenda que González tuvo una infancia y una juventud de puro sacrificio. Se le reconoce carisma y una gran actividad. Actualmente es el propietario de Centroficina, dedicada a la fabricación de muebles y equipamiento para oficinas y el hogar ubicado en el parque industrial de Puerto Tirol de es provincia. Es presidente del Club Atlético Regional de Resistencia y Vice de la Bolsa de Comercio de Chaco. Además es ganadero.

Precisamente Capitanich fue el verdadero promotor de su candidatura. Sergio Massa también talla en esta interna ya que Horacio Alonso, interventor de a obra social Osdepym le responde.

Los que buscaron tallar en la elección

El ministro Matías Kulfas es otro de los que tenía su favorito para la entidad, se trata de Ricardo Diab de la Asociación Empresaria de Rosario (AER) y que quedó en la mesa directiva en el estratégico cargo de secretario general.

Y hasta el intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde empujó para el máximo puesto a Camilo Kahale, de la Federación Económica de la Provincia de Buenos Aires (FEBA) y que es ahora el vicepresidente primero.

Las gestiones del Gobierno se hicieron muy evidentes cuando la Inspección General de Justicia (IGJ) impidió realizar una asamblea el año pasado para la renovación de autoridades. En ese momento se temió que atrás de la negativa se estuviese orquestando una intervención a Came.

​ Los dirigentes se vieron con el ministro del Interior Wado de Pedro, quien según varios de los consultados por Clarín, los impulsó a ordenar la casa y a buscar un presidente “representativo”. Y les planteó que en la visión del Gobierno “las pymes actúan como furgón de cola de las grandes empresas reclamando políticas que les hacen daño, tienen que tener una voz propia”, les dijo.

Los últimos años fueron tumultuosos para CAME desde que en julio de 2017 fuera desplazado su histórico presidente, Osvaldo Cornide en medio de denuncias que están en la justicia. Mauricio Macri alentó aquella movida. Cornide la dirigió desde los tiempos de la dictadura.

Se abrió luego un período de transición hasta la elección de Gerardo Díaz Beltrán pero la atmósfera continúo enrarecida. Es que el vice de Díaz Beltrán, el empresario fueguino Diego Navarro, afín a Alberto Fernández llevó adelante nuevas y sonoras denuncias en la idea de precipitar su salida. Díaz Navarro falleció recientemente por Covid.

CAME nuclea a más de 1400 Federaciones, Cámaras, Centros y Uniones Industriales, Comerciales, Turismo, Servicios, la Construcción, la Producción de todo el país. Dice representar a 520 mil pymes. El primer punto de la nueva agenda es discutir con los sindicatos una salida a los innumerables juicios laborales que “están fundiendo nuestras pequeñas empresas”.

Fuente Clarin