Cada vez que pega un portazo provoca fuerte impacto político. Esta vez, Facundo Moyano –quien hace pocos días renunció a su banca en el Congreso- ahora hizo un ruido que sonó incómodo en el gobierno de Axel Kicillof. El Sindicato de Trabajadores de Peajes y Afines (SUTBA) que fundó y dirigió hasta hace cinco años, realizó un paro en AUBASA –empresa que maneja la Provincia– con profundas críticas a la gestión del corredor.
Este viernes, como medida de protesta los operadores levantaron las barreras en las postas de Hudson, Dock Sud y Quilmes –sobre la autopista La Plata-Buenos Aires- y en Samborombón, Maipú, Conesa y Madariaga, en el complejo vial del Atlántico. El argumento fue que no se concretó el cierre de la paritaria 2020-2021 y que están demoradas las negociaciones para el período siguiente.
Pero esa queja no repercutió tanto como el planteo que hizo el gremio: “Esta empresa (por AUBASA) resultó superavitaria en 2019, según sus balances”, dice el sindicato en referencia al último tramo del manejo del gobierno de María Eugenia Vidal en la compañía.
Ahora, en el gremio que fundó uno de los hijos del líder camionero, Hugo Moyano, aseguran que “se depreció nuestro salario”; “no recibimos la indumentaria de trabajo” y “la situación se agravó por la actuación de quienes el Gobierno provincial ha designado” para dirigir AUBASA.
Según contaron a Clarín en la entidad gremial, el conflicto salarial estalló porque el acuerdo de mejora del año pasado “nunca se terminó de cerrar”. La paritaria 2020 –sostienen- tenía cláusula de revisión en febrero. “Autopistas del Sol, Autopistas del Oeste y Corredores Viales tuvieron un aumento de casi 40%. AUBASA ni siquiera completó y quedó en 30%. Con la inflación del año pasado en 42,8% en el año paritario, quedamos un 12% abajo”.
En la compañía que administra 54 kilómetros entre las capitales Federal y bonaerense; 800 kilómetros de caminos hacia el Atlántico y 200 de la ruta 6 (entre La Plata y Zárate) muestran números diferentes. A
aunque no respondieron en forma oficial, dijeron que en noviembre 2020 se cerró la paritaria 2019/2020 con un 43%de aumento. Y luego para el período siguiente propusieron un incremento del 15% escalonado (8% en octubre de 2020 y 7% en enero de 2021) y otro 15% sujeto al aumento de tarifas.
Además, aseguraron que cuando comenzó la gestión de Ricardo Lissalde (ex diputado provincial del Frente Renovador, ex funcionario de la Administración de Infraestructura Ferroviaria, en este gobierno) se incorporaron al básico el 8% otorgado en marzo (en concepto de ajuste por inflación) y se reconoció un “15% que estaba condicionado a aumento de tarifas (situación que no se dio). Así se alcanzó un incremento del 38% para cerrar la paritaria 2020-2021”.
AUBASA tiene congeladas las tarifas desde mediados de 2019. Eso llevó a la compañía a pasar de un superávit de casi 1.000 millones de pesos anuales a un déficit de 300 millones por mes que debe solventar el Tesoro provincial.
Hace casi un año, Facundo Moyano hizo una gestión para empujar un descongelamiento de los precios del servicio. El gobernador Kicillof por ahora no tiene previsto acceder.
Esta situación también repercute en el estado de los caminos. Hace dos semanas, Clarín constató las deficiencias en los casi 400 kilómetros de Autovía 2, por falta de inversiones.
Todo, agravado por las restricciones a la circulación que se registraron en los meses de aislamiento por la pandemia de COVID. Hubo más de cuatro meses con circulación al 10% de lo habitual. Y sin cobrar a los esenciales y asistentes sanitarios por decisión del Gobierno.
El paro de los trabajadores de SUTBA que operan en AUBASA se concretó después de ocho reuniones frustradas en el ministerio de Trabajo para intentar cerrar las diferencias. La negociación desde el lado sindical está conducida por la secretaria General, Florencia Cabañate. Moyano hijo dejó sus lugares en el sindicato en 2017. “No es ni vocal suplente”, dijeron en la organización.
Cerca de la Gobernación plantean que se trata de una decisión “teñida por una estrategia política de Moyano”. Y no dejan de asociarla al reciente renunciamiento a su banca, con críticas a la gestión del Frente de Todos. Facundo tenía mandato hasta 2023. Y estuvo 10 años en el Congreso. Pero en una carta pública planteó que se iba para buscar el “ideal de una Argentina con pymes, comercios e industrias que generen empleo” y consideró que puede “contribuir mejor a eso fuera del Parlamento”.
También sostuvo que “no podemos conformarnos con un país que tiene un índice de pobreza de más del 40% y una informalidad laboral del 50%, frente a un mercado que no genera empleo formal hace más de diez años”. Fueron mordaces lanzas contra el Frente de Todos.
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Fuente Clarin