El caos en Kabul y la necesidad de prologar la evacuación más allá del 31 de agosto ha creado una monumental fractura entre la Unión Europea, los aliados de la OTAN y el presidente norteamericano Joe Biden, que en medio de este pandemónium, cree que “la historia lo reivindicará” sobre su decisión de retirarse de Afganistán.
Una cumbre del G7 se llevará a cabo este martes de manera virtual, en la que el presidente norteamericano y el primer ministro británico Boris Johnson discutirán una postergación, a la que se opone el Talibán.
Los milicianos fundamentalistas aseguran que un retraso “tendrá consecuencias” porque ellos quieren formar gobierno lo antes posible en Kabul para frenar la amenaza de guerra civil, si no hay acuerdos, y abortar las amenazas de atentados del Estado Islámico.
La presión de los europeos sobre Estados Unidos para postergar la salida es inmensa. Está encabezada por Joseph Borrel, el canciller europeo, Jean Le Dryan, el ministro francés, y Boris Johnson, apremiado por sus militares en el terreno.
Al menos 100.000 personas entre extranjeros y afganos en riesgo, que incluyen traductores, sus familias y personal que ahora se ha ampliado a políticos afganos, intelectuales, periodistas, cineastas y gobernadores descontentos, esperan ser evacuados en el caótico aeropuerto de Kabul.
En este evacuación paradojal fue el Talibán el que impuso el orden en las filas, donde morían aplastados. Dividió a los afganos que querían irse a Estados Unidos o a Gran Bretaña y otros países europeos en dos filas y aceleró el procesamiento.Salen más vuelos al día.
La amenaza del ISIS
Pero una amenaza del ISIS paralizó “el tiempo” de la evacuación y frenó a los norteamericanos, que se volvieron paranoicos con la seguridad de sus tropas. Durante 8 horas no salió ni un avión.
El ISIS o Estado Islámico amenazaba con atacar las colas de los que esperaban. El gobierno americano y el alemán sugirieron a sus ciudadanos que regresaron a sus casas hasta ser llamados ordenadamente.
Un Marine entrega pantalla solar a un chico, durante las evacuaciones. Foto: AP
El Hotel Baron pasó a ser el nuevo centro de procesamiento, también supervisado por el Talibán, en un raro acuerdo entre enemigos que hablan, para que los occidentales se vayan más rápido y ordenadamente.
Cuando en la madrugada del lunes, un grupo desconocido atacó el aeropuerto, a la acción la repelieron los norteamericanos, los alemanes, las fuerzas especiales afganas aún leales al gobierno.
Un oficial de la fuerzas especiales murió junto a un Talibán, que vigilaba la seguridad. No se ha identificado a los agresores pero se presume que el intento fue del ISIS, que se ha mofado de los Talibanes y su toma de Kabul.
Tensión entre militares occidentales
La tensión entre los militares británicos y los norteamericanos es enorme en el terreno en Afganistán. Ambos tienen estrategias de trabajo diferente. Los soldados británicos pueden tomar decisiones autónomas. Los americanos son verticales.
La gente abandona Kabul de miles por día. Foto: AP
Los británicos sienten que Estados Unidos los ignoró en sus acuerdos con el Talibán y que en cualquier momento la compañía 82 de infantería norteamericana y los 6000 hombres americanos abandonaran Kabul, sin el menor consenso con ellos.
Los Paras británicos, con larga experiencia en Helmand y las fuerzas de combate más feroces del reino, han quedado a cargo de una evacuación caótica, donde los soldados se transforman en trabajadores del ministerio del Interior británico y humanitarios en medio del caos.
El temor a un atacante suicida
Distribuyen pañales, leche, comida, agua en las filas de los que esperan, con el dedo en el gatillo porque el alerta antiterrorista es total. Se teme que entre la gente hay suicidas del ISIS con una bomba, que sería caótica para la aceleración de la evacuación.
Un Marine entrega agua a una mujer afgana. Foto: AP
Son estos militares los que más presionan para evacuar a sus traductores y familias, abandonados por la burocracia británica a su suerte en Afganistán. Solo el 24 por ciento de los interpretes ha sido evacuado hasta ahora a Gran Bretaña o a un tercer país.
Acuerdo estratégico con el talibán
Desde Gran Bretaña, el laborismo y el ex primer ministro Tony Blair, que envió las tropas a Afganistán en el 2001, creen que los militares británicos deben quedarse, en “una negociación estratégica con el Talibán”, porque la seguridad del reino y Europea está amenazada.
Para él, el caos en el país sería un campo fértil para el entrenamiento de terroristas, que podrían actuar en la UE y Gran Bretaña nuevamente. Blair cree que es necesario completar la evacuación. Los británicos son quienes más conocen la mentalidad étnica afgana: fracasaron tres veces en su invasión a ese país.
Choque cinco. Un marines y un niño afgano en el aeropuerto de Kabul. Foto: AP
Los británicos pensaban finalizar su evacuación el martes y han decidido postergarla hasta el sábado para poder procesar y hacer subir la mayor cantidad de gente posible a sus aviones.
Al menos se ha pasado de 6.000 a 12.000 las personas que podrían ser aceptadas por el reino ahora. Hasta ayer solo se habían evacuado 5.725 personas, incluidos 3.100 afganos. Ahora discuten que el último vuelo de evacuación saldrá de 72 a 96 horas antes de la retirada de Estados Unidos.
Horas para evacuar
Los esfuerzos de evacuación británicos en Afganistán “se ha reducido a horas ahora, no a semanas” dijo Ben Wallace, el ex militar y secretario de defensa británico. ”El primer ministro estará obviamente en el G7 y tratará y elevará la posibilidad de ver si Estados Unidos puede alargar la evacuación”, anunció.
“Es realmente importante para que la gente entienda que Estados Unidos tiene 6000 personas en el aeropuerto de Kabul. Cuando ellos se retiren, se llevarán el marco y nosotros tenemos que irnos también. Pienso que no hay ninguna posibilidad de quedarnos después de la partida de Estados Unidos. Si este calendario se extiende por uno o dos días, esto nos dará a nosotros dos días para evacuar a nuestra gente”, explicó el secretario Wallace.
”Esto ha quedado reducido a horas ahora, no semanas. Nosotros debemos explotar cada minuto para sacar a la gente” dijo.
El G7 de la fractura
Downing St confirmó el domingo por la noche que la prórroga de la retirada más allá del 31 de agosto se plantearía en la reunión, cuando los líderes mundiales se reúnan por enlace de video.
”El enfoque principal del G7 es el largo plazo de Afganistán pero, por supuesto, discutirán el esfuerzo de evacuación actual”, dijo la fuente.
Soldados de EE.UU. montan guardia en el aeropuerto de Kabul. Foto: AP
“Es vital que la comunidad internacional trabaje unida para garantizar evacuaciones seguras, prevenir una crisis humanitaria y apoyar al pueblo afgano para asegurar los logros de los últimos 20 años”, dijo el primer ministro Boris Johnson.
James Heappey, un ministro de Defensa subalterno, ha confirmado que tanto el canciller Raab como Ben Wallace habían presentado solicitudes de demora con sus homólogos en la administración de Biden.
Raab habló con el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, el sábado por la noche. Una fuente del gobierno del Reino Unido dijo que Estados Unidos estaba “en modo de escucha, en lugar de asumir compromisos. Biden parece bastante atrincherado”.
“Cualquier extensión significaría que se pueden salvar más afganos, dijo la fuente británica.
El ministro de Relaciones Exteriores, James Cleverly, aseguró el domingo por la noche: “Obviamente, cuanto más tiempo tengamos, más personas podremos evacuar, y eso es lo que estamos presionando”.
Durante el fin de semana, más de 1.720 personas fueron transportadas por avión desde Kabul por la Royal Air Force en ocho vuelos diferentes. Un total de 5.725 personas han sido evacuadas en total desde que comenzó la operación.
Furiosos y presionados
El primer ministro Johnson presionará al presidente de EE.UU. en la reunión del G7 para que mantenga los vuelos de evacuación desde el aeropuerto de Kabul.
Boris Johnson pedirá personalmente el martes a Joe Biden un retraso en la retirada de las fuerzas estadounidenses de Afganistán. Pero el vínculo entre ambos líderes es de desconfianza. La relación especial transatlántica está dañada por esta evacuación sin consulta, con los jefes militares británicos y sus soldados presionando al gobierno para rescatar a sus traductores y familias y el canciller Dominique Raab en la cuerda floja, por seguir de vacaciones en la caída de Kabul.
El primer ministro Johnson pondrá al presidente de Estados Unidos en un aprieto frente a los líderes mundiales en una reunión de emergencia del G7, luego de que los intentos del secretario de Relaciones Exteriores, Dominic Raab, y el secretario de Defensa, Ben Wallace, de pedir lo mismo a sus homólogos estadounidenses, cayeron en oídos sordos.
Los ministros han estado presionando a Estados Unidos en privado durante días para que considere retrasar la retirada para aliviar la presión sobre el aeropuerto de Kabul, donde miles de afganos todavía están reunidos para tratar de escapar de los talibanes. Siete personas murieron aplastadas durante el fin de semana.
A menos que Biden ceda, las tropas del Reino Unido comenzarán a retirarse del aeropuerto de Kabul hacia el final de la semana, ya que se espera que redoblen los esfuerzos para evacuar hasta 6.000 personas.
Los rescatarán países vecinos
El gobierno británico se está preparando ahora para que miles de afganos intenten huir de los talibanes a través de sus fronteras terrestres hacia países como Pakistán, Irán y varios estados ex-soviéticos alrededor de Afganistán.
Se espera que Johnson se reúna este lunes con ministros de alto rango del gabinete para discutir sus planes de establecer “centros de procesamiento” en estos países , antes de que algunos sean trasladados al Reino Unido.
En una zona donde han dejado un vacío de poder los occidentales, el territorio es hostil para los refugiados y las grandes potencias. Deben conseguir visas para ir a Paquistán, a Tajikistán, que ha ofrecido lugar para 100.000 desplazados, o a India, un enemigo de Paquistán.
Cualquiera de los ocho países que limitan con Afganistán tendrán problemas para recibirlos.
El “hub” de rescate británico de refugiados en Asia fue puesto en peligro el domingo por la noche cuando el presidente ruso Vladimir Putin dijo que no estaba contento de que pudieran arriesgarse a permitir que extremistas viajen a Rusia, a través de países que no requieren controles de visa. Su temor es que el Cáucaso se islamice.
Gran Bretaña acudirá esta semana a China y Rusia en busca de apoyo en medio de las tensiones con Estados Unidos. Los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (China, Francia, Rusia, Reino Unido y Estados Unidos) debatirán cómo abordar a los talibanes.
El canciller Dominique Raab le dijo a The Sunday Telegraph: “Tendremos que traer países con una influencia potencialmente moderadora como Rusia y China, por muy incómodo que sea”. Se dice que Johnson se siente “decepcionado” por Biden.
Biden quiere irse de Afganistán ya
El presidente Joe Biden mostró más compasión esta vez en su discurso ante los desesperados afganos que intentan huir, pero no se arrepintió de su decisión de irse de Afganistán.
Cuando se le preguntó acerca de retrasar la retirada de las tropas estadounidenses, durante una conferencia de prensa el domingo por la noche, Biden dijo: “Hay discusiones sobre la extensión. Nuestra esperanza es que no tengamos que extendernos. Pero hay discusiones sobre hasta qué punto.”
Cuando se le preguntó si había discutido retrasar la retirada de las tropas con los talibanes, Biden declaró: “Obviamente, hemos discutido mucho con los talibanes. Han cooperado en extender parte del perímetro. Queda por ver si preguntamos eso”, dijo.
Biden también dijo que las fuerzas estadounidenses han ampliado su perímetro alrededor del aeropuerto de Kabul como parte de sus esfuerzos para acelerar las evacuaciones.
Dijo a los periodistas en la Casa Blanca que los talibanes islamistas habían cooperado en esos esfuerzos, pero que la situación seguía siendo peligrosa. El gobierno de Estados Unidos ordenó a seis aerolíneas comerciales importantes que regresaran a Estados Unidos a las que habían sido evacuados de Kabul a bases estadounidenses en el Golfo y Europa.
La voz del Talibán
En esta inusual retirada, hay otra voz que se debe consultar: el Talibán. El ministro británico Heappey advirtió que cualquier extensión tendría que acordarse con los talibanes, que controlan el acceso al aeropuerto. El único contacto actual con los talibanes es a través de las Fuerzas Armadas sobre el terreno.
Los talibanes, que patrullan los perímetros del aeropuerto de Kabul, hasta ahora no han abierto fuego contra las tropas de la OTAN o afganas dentro del aeródromo. El aeropuerto de Kabul ha sido un escenario de caos desde que el grupo tomó el control de la capital afgana hace poco más de una semana.
Heappey dijo a la radio LBC: “A pesar de que son las siete personas más poderosas del planeta en el G7, no pueden tomar esa decisión de forma aislada. Los talibanes también obtienen una votación y es por eso que seguimos trabajando hacia el 31. Incluso si la voluntad política en Londres, Washington, París, Berlín es para una extensión, los talibanes pueden decir que no“, aseguró.
La retirada de Estados Unidos fue acordada por la administración Trump y los talibanes el año pasado.
“Los postes del arco se han movido. El desafío militar ha crecido significativamente” dijo una fuente del gobierno. “Pero estamos haciendo todo lo que podemos. Las visas que tardaban días en procesarse ahora están tardando minutos. La gente llega al aeropuerto, los vuelos despegan”, contó.
Los talibanes no aceptan
Los talibanes han dicho que “no extenderán el plazo del 31 de agosto para que las fuerzas de la OTAN abandonen Afganistán”, poniendo en peligro las esperanzas de extender la evacuación de miles de ciudadanos extranjeros y afganos vulnerables.
Sin embargo, los talibanes dijeron que ningún gobierno o líder occidental se había acercado a ellos para solicitar una extensión y que no estarían de acuerdo, incluso si eso sucediera. Un portavoz dijo a Sky News que el esfuerzo de evacuación que continúa en Afganistán después de fin de mes sería una “línea roja” y “provocaría una reacción”.
Los talibanes han acordado no atacar a las fuerzas extranjeras antes de la fecha límite para su retirada.
El vocero Suhail Shaheen Talibán dijo en Doha a una periodista de Sky News que “el presidente Biden anunció este acuerdo de que el 31 de agosto retirarían todas sus fuerzas militares. Entonces, si lo extienden, significa que están extendiendo la ocupación, mientras no hay necesidad de eso.
“Si EE.UU. o el Reino Unido buscaran más tiempo para continuar con las evacuaciones, la respuesta es no. O habría consecuencias. Creará desconfianza entre nosotros. Si tienen la intención de continuar la ocupación, provocará una reacción”, dijo el vocero talibán, que participó en las negociaciones de Doha.
“Creo que hubiera sido mucho mejor (que se quedaran), porque hemos anunciado una amnistía general para todos, las fuerzas de seguridad desde el nivel superior al inferior. Y este miedo, toda esta histeria que ha tenido lugar, es infundado”, insistió el vocero Talibán.
Las garantías Talibanes chocan con las evaluaciones de riesgo de la ONU, que informaron que los talibanes iban de puerta en puerta para encontrar a quienes habían trabajado con el antiguo gobierno, particularmente en seguridad. También estaban verificando identidades en el aeropuerto para evitar que esas personas escaparan.
Entre los que siguen varados en Kabul existe el temor de lo que les sucederá cuando las fuerzas extranjeras se vayan.
El domingo, los talibanes anunciaron que enviarían a cientos de combatientes para sofocar una rebelión del hijo del comandante Massoud en Panjshir, al norte de Kabul, de ex combatientes de la Alianza del Norte y oficiales del gobierno y del ejército, que se habían negado a rendirse.
Pero también pueden negociar con ellos y sumarlos al gobierno. El gran objetivo de ellos es que los extranjeros se vayan de Afganistán, aunque signifique hacer concesiones.
París, corresponsal
Fuente Clarin