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Alejandro Bodart llega puntual a un bar de San Telmo, pese al caos de tránsito que genera la masiva marcha de piqueteros al Ministerio de Desarrollo Social para marcarle la cancha al Gobierno y al recién asumido Juan Zabaleta, donde hay varias banderas del MST Teresa Vive, su fuerza política.
El dirigente analiza que en plena campaña electoral “todos los fondos van a parar a las organizaciones del oficialismo” y dejan de atener los reclamos de las agrupaciones independientes.
“Hay una catástrofe social, que no sé si la clase política toma dimensión. Los niveles de pobreza nunca se vieron en el país, en la provincia de Buenos Aires hay un 51% de pobres y 15% de indigencia”, sostiene en diálogo con Clarín. Y advierte por “la bronca” que se está gestando, que cuando explote puede ser “superior” al 2001.
Las palabras del precandidato a diputado, que disputará la interna del Frente de Izquierda Unidad ante Nicolás del Caño en la provincia de Buenas Aires, suenan después de las palabras del presidente Alberto Fernández sobre su candidata Victoria Tolosa Paz a quien elogió por haberse cargado “este año y medio la pelea contra el hambre en Argentina”.
“En campaña se dice cualquier cosa. Tolosa Paz es conservadora. Te podría decir que es una cheta, no creo que tenga nada que ver con los pobres”, expresa.
Alejandro Bodart disputará la interna del Frente de Izquierda Unidad ante Nicolás del Caño en Provincia. Foto German Garcia Adrasti.
Además, detalla que la precandidata del Frente de Todos vive “en el principal country de La Plata” junto al intendente macrista Julio Garro. “Al pobre lo debe ver en fotos”, dice con ironía.
Mientras no duda en asegurar que en el Congreso como diputada del oficialismo va a votar “a dos manos” el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, alejada de las “necesidades sociales”.
Bodart es secretario general y dirigente nacional del Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST), fue legislador porteño entre 2011 y 2015, se lanzó como candidato a presidente junto a Vilma Ripoll en las elecciones de ese año y al tiempo protagonizó una insólita polémica en redes por su visita a un shopping de Punta del Este.
Ahora, también junto a Ripoll, encabezan la “Lista 10R” dentro de la interna del FIT-U, luego del debate sobre la unidad que finalmente no se concretó y cuestiona la “hegemonía” de su rival para las PASO.
Alejandro Bodart y Vilma Ripoll, los dirigentes del MST y precandidatos a diputados por la Provincia.
“En su momento Del Caño logró al reemplazar a Jorge Altamira, que era el candidato eterno, pero un poquito ahora se transformó también él en el candidato eterno“, sostiene.
La referencia es a las PASO de 2015, donde el dirigente del PTS se impuso ante el histórico líder del Partido Obrero e impuso su candidatura presidencial. Para estas elecciones en Provincia, Del Caño encabeza la “1A Unidad de la izquierda” y Altamira vuelve a presentarse aunque esta vez con su nuevo sello Política Obrera.
Bodart habla de “(r)evolucionar” la izquierda en una elección que asegura no va a ser tan polarizada, donde el voto bronca al Frente de Todos y a Juntos puede ser capitalizado por su fuerza. Aunque advierte por “la decepción” en general de la población con toda la clase política.
“La izquierda tiene que ser capaz de revolucionarse permanentemente, una fuerza que se dice revolucionaria no puede ser conservadora y tiene que evolucionar”, sostiene. Y cuestiona el planteo dentro del FIT-U de posicionarse como “tercera fuerza” en las próximas elecciones.
“El problema que si sos una tercera fuerza con 5% es una cosa y otra cosa es que disputes al mismo nivel, ese es el concepto que necesitamos, pensar cómo en pocos años podemos transformanos en una alternativa de poder“, sentencia.
Pero además de su planteo puertas adentro del frente que integra, Bodart también apunta a los libertarios de Avanza Libertad, con quienes hay una disputa declarada.
“En Provincia Espert no despierta las mismas simpatías que puede despertar un personaje casi bufónico como es Milei. Les veo poco vuelo, un fenómeno de poco tiempo”, sentencia. Y concluye en que la izquierda debe abandonar su “elemento conservador” para recuperar dinamismo rumbo a la pelea elctoral.
Fuente Clarin
