El Gobierno confirmó que los US$ 4.344 millones en derechos especiales de giro (DEG) del FMI se utilizarán para pagar la deuda al organismo, pero todavía no explicó si los contabilizará como ingresos corrientes o, por el contrario, como una fuente de financiamiento.
“Los DEGs ingresarán al presupuesto para financiar el pago al FMI“, señalaron fuentes del equipo económico al ser consultadas por Clarín sobre el impacto concreto en las cuentas públicas de los fondos que ingresaron el lunes a una cuenta del Tesoro en el Banco Central.
La discusión contable no es menor. Si el Gobierno los computa como ingreso fiscal (por arriba de la línea), esto podría reducir el déficit primario en hasta 1 punto del PBI. En cambio, si se considera una fuente de financiamiento del déficit (por debajo de la línea), el resultado fiscal se mantendría sin cambios.
Los países que recibieron los DEG informaron cómo los usarán. Por ejemplo el Banco Central de México informó que la asignación de US$ 12.000 millones integrarán sus reservas, aunque el presidente de ese país busca destinarlos al pago la deuda.
El Fondo dio a conocer en una guía de 45 páginas sobre el uso de DEG que habrá evaluaciones periódicas y un informe de seguimiento en dos años.
El Senado aprobó una declaración para utilizar los DEG para financiar gasto social. No es un compromiso vinculante. De hecho, Cristina Kirchner ya adelantó que se usarán para cancelar la deuda con el FMI.
El Fondo exigirá a los países transparencia en el gasto de los recursos. La semana pasada el staff tuvo una reunión con la Auditoría de la Nación. Allí preguntó sobre el monitoreo del gasto Covid.
“Si el gobierno tenía previsto cumplir este año con la pauta de un déficit de 4,2% del PIB, la contabilización de los DEGs por el equivalente a 1,1% del PIB, le permitiría bajarlo a 3,1% del PIB. Siempre y cuando se usen los DEGs para el pago de vencimientos de deuda”, explicó el director del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), Nadin Argañaraz.
Las consultoras prevén un déficit promedio del 3,5% en 2021. “Prevemos un déficit primario del 3,1% en el año. La transferencia de capital del FMI contribuiría a mejorar este resultado en 1 punto porcentual del PIB, en caso de que el Gobierno lo compute como un ingreso en sus cuentas”, dijo Sebastián Menescaldi, director de EcoGo.
En caso contrario, dijo el economista, “podría llegar a incluirlo por debajo de la línea como una fuente financiera, donde no distorsionaría el resultado del año (teniendo en cuenta que el recurso es extraordinario) pero ayudaría a aliviar las necesidades financieras que estimamos en 4,8% del PIB hasta fin de año”.
El mayor desafío será en 2022 cuando ya no estén los recursos del aporte solidario, la mejora en los precios de la soja y los DEG. Guzmán dijo esta semana que “no habrá un ajuste del gasto”, pero que se reducirá el déficit.
“Esto va a ser importante en la discusión del año que viene con el Fondo porque te van a pedir que reduzcas el déficit respecto del resultado de este año sin contar los DEG“, dijo Lorenzo Sigaut, socio fundador de Equilibra.
La consultora estima un déficit primario del 3,5% en 2021 y del 2,5% si se contabiliza como ingreso el giro del organismo. Mientras que Ecolatina prevé un déficit del 3% este año y del 2,2%, en cada caso.
Fuente Clarin