En marzo de 2019, la reina Margarita II aterrizó en Buenos Aires con una impresionante delegación que se completaba con representantes de 30 empresas de los sectores como energías renovables, agricultura y salud.
La recibió el ex presidente Mauricio Macri. Las relaciones entre Dinamarca y la Argentina estaban en su esplendor. Este viernes, el ministerios de asuntos exteriores dinamarqués informó una reestructuración de su servicio exterior que implicará el cierre de su embajadas en la Argentina y Tanzania.
Cerrarán también el Consulado General en Chongqing (China) y la misión comercial en Barcelona (España). Y además de subrayar que el atentado del jueves en Afganistán los obliga a rever cuestiones de seguridad, los diplomáticos daneses deberán enfrentar también medidas de eficiencia en áreas de energía, compras y propiedades.
Una alta fuente consultada en Copenhague aclaró que “no se trata de una decisión política sino administrativa”. Pero otro diplomático resaltó lo consideró como parte de una “notable pérdida de presencia argentina en la arena internacional” lo que desnuda más la noticia del cierre de la embajada danesa en Buenos Aires.
El fenómeno se amplifica con la salida del país de numerosas grandes empresas y medianas extranjeras, en virtud de los problemas que hay para operar y obtener ganancias en este país.
Aún así, el gobierno argentino no ha manifestado intención de cerrar su embajada en Dinamarca, que está a cargo de Conrado Solari Yrigoyen.
“El servicio exterior danés se reestructurará para poder cumplir con las prioridades del Gobierno”, empieza diciendo el comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores del país europeo en el que se anunció el cierre de su embajada en Argentina. Y sigue así>
“La reestructuración significa, entre otras cosas, que se reforzarán más de nuestras misiones, por ejemplo, con respecto al trabajo de Dinamarca en la UE, la OTAN, la ONU, el Ártico, África, así como con respecto a nuestras iniciativas de exportación. En total, se fortalecerán 16 misiones y 9 departamentos en la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores en Copenhague.
“Mi primera prioridad”, señaló dijo el ministro de Relaciones Exteriores, Jeppe Kofod “es garantizar la seguridad y protección del pueblo danés en un mundo donde la democracia, los derechos humanos y nuestros valores se ven sometidos a una presión cada vez mayor”
Continuó. “Esta reorganización es para ayudarnos a orientar los esfuerzos que hacemos, tanto aquí en casa como en el mundo, para que podamos hacer la mayor diferencia posible”.
Y subrayó: “El grave acontecimiento ocurrido en Afganistán durante las últimas dos semanas exige una reflexión, y necesitamos tiempo para digerir y analizar esto en cooperación con el Parlamento danés. Después de ese proceso, el gobierno presentará en una etapa posterior una nueva estrategia de política exterior y de seguridad”. ,
Kofod, dijo que antes de la reorganización del servicio exterior, se llevó a cabo “el análisis más completo del trabajo y la estructura del servicio exterior danés desde la Comisión de Asuntos Exteriores en 1989/90 al final de la Guerra Fría”.
Y dijo que la “la reorganización contribuirá a la aplicación de la nueva estrategia de Dinamarca para la cooperación al desarrollo de ‘El mundo que compartimos”.
Fuente Clarin