Molino Cañuelas, la fabricante de harina, galletitas, pastas y panificados que acaba de entrar en concurso de acreedores con una deuda que ronda los US$ 1.300 millones, hace más de tres años que busca solucionar su problema financiero.
La empresa de la familia Navilli se expandió con fuerza durante la década pasada, con la compra del negocio de harinas de Cargill (lo que la convirtió en la mayor fabricante de ese producto en el país) y la instalación de una planta de congelados de última tecnología en la que invirtió US$ 100 millones. Y planeaba mejorar su perfil financiero mediante los fondos que iba a conseguir con su salida a Bolsa, antes de la crisis de principios de 2018.
Tenía todo preparado para la oferta pública de acciones en noviembre de 2017 en la Bolsa local y en Nueva York. La meta era conseguir unos US$ 1.150 millones. Pero no llegó a agarrar la ventana de oportunidad que sí pudieron aprovechar Corporación América y Loma Negra en esa época con operaciones similares.
Según un informe que había elaborado el Banco Central a mediados de este año con información de marzo de 2021, Molino Cañuelas se ubicaba en el cuarto puesto entre las empresas que más plata le debían a los bancos locales, detrás de Pan American Energy, YPF y Vicentin, otra empresa dedicada a la agroindustria que atraviesa una crisis financiera.
La deuda de la compañía llegaba a los $ 27.387 millones, con 17 entidades financieras. El principal acreedor local es el Banco Nación, con el 20,40%; seguido por el HSBC, con el 16,63%; el Santander, con el 13,27%; el Provincia, con el 12,18%.
Las restantes 12 entidades tienen el 37,52% del monto adeudado. En este grupo figuran el Itaú, el BBVA y el Galicia, entre otros.
Las diez empresas más endeudadas con bancos locales. Molino Cañuelas, YPF, Vicentin.
En dólares, la deuda con el Banco Nación asciende a US$ 55 millones; la del HSBC, a US$ 45 millones; la del Banco Galicia, a US$ 38,5 millones; la del Santander Río, a US$ 36 millones; la del Banco Provincia, a US$ 34 millones y la del BBVA, a US$ 24,5 millones.
Entre los acreedores externos, Molino Cañuelas tiene al Rabobank, la Corporación Financiera Internacional (CFI), que es el brazo financiero del Banco Mundial para el sector privado, e ING.
En 2016, la CFI encabezó un préstamo por US$ 80 millones, en el que aportó US$ 30 millones, para que la compañía argentina se expandiera. El resto del préstamo corrió por parte del Rabobank, de Países Bajos.
Fuente Clarin