De cara a las elecciones, las de primer término que tendrán lugar este domingo y la segunda ronda para la que habrá que esperar a noviembre, el Gobierno aceleró medidas que apuntan a reactivar el consumo en una etapa que además busca dejar atrás los efectos de la pandemia. Según los últimos datos del Estudio Broda, la ampliación de gasto extra previsto para el año ronda casi $ 600.000 millones, monto equivalente a 1,4% del PBI.
De ese número, que coincide con los datos reportados por el Gobierno, a junio de 2021 ya se habían usado más de de $ 130.000 millones, según datos oficiales del Ministerio de Economía.
En esa dirección, en el último año, el Gobierno fue profundizando, rearmando y elaborando una serie de medidas de estímulo con el objetivo de poner más dinero en los alicaídos bolsillos argentinos. Dentro de este menú electoral se encuentran la actualización del impuesto a las Ganancias -dejaron de pagarlo quienes ganan menos de $ 150.000-, la reapertura de las paritarias por encima del 40%, el último bono de $ 5.000 a los jubilados (que cobraron con los haberes de agosto) y la nueva versión de Ahora 12, que llevó a 24 y 30 cuotas.
Becas, créditos y bonos puestos al servicio del consumo.
El Gobierno tomó medidas con las que busca incentivar el consumo. En esa lista se incluyen la ampliación de la Tarjeta Alimentar y de las Becas Progresar, la nueva versión de REPRO y los créditos a monotributistas, entre otros anuncios.
El Estudio Broda relevó 32 medidas, entre las que incluye la inversión para atender la pandemia. Según lo que se detalla en un trabajo, los fondos para fortalecer el sistema de salud llegan a $ 144.000 millones y otros $ 72.000 millones se llevará la inversión en vacunas.
Los cálculos de Broda marcan que el paquete preelectoral totalizará $ 584.400 millones, un monto equivalente al 1,4% del producto bruto. De este total más de la mitad –$ 341.000 millones– son medidas que van directo al bolsillo de las familias.De este modo el kirchnerismo reescribe la receta que había utilizado en 2015. Según contó la vicepresidenta Cristina Kirchner en su libro Sinceramente, para apuntalar la campaña del entonces candidato oficialista Daniel Scioli destinaron un 1% del PBI.
Ahora -y con la experiencia aún fresca de la elección presidencial perdida en 2015- suben la apuesta unos puntos más arriba y estiran el paquete a 1,4%. Para cubrir esta extensión del gasto, el Gobierno echa mano de algunos recursos excepcionales.
Por un lado la alta liquidación del campo, que en lo que va del año alcanzó los US$ 23.230 millones, un récord histórico para el período, como consecuencia de los precios excepcionales para los granos. A esto se agregan los $ 200.000 millones que ingresaron al fisco a partir del Impuesto a la Riqueza y el adicional de los US$ 3.443 millones que aportó el FMI en Derechos Especiales de Giro (DEG) y que aliviarán los montos destinados al pago de la deuda en el final de este año.
Plan de vacunación. (Xinhua/Ahmed Gomaa)
Al medir el impacto de este gasto en las cuentas públicas, la consultora Equilibra apunta que esperan un déficit primario de 2,6 puntos del PBI entre agosto y diciembre, de los cuales “0,7 puntos vendrán de las medidas de ampliación de programas sociales, bonos a jubilados y refuerzos de asignaciones en el marco del “push electoral” para dinamizar el consumo”.
Además, prevén que habrá un empujón adicional de las erogaciones por el lado del gasto de capital y los programas de crédito a tasas subsidiadas, sumando otros 0,3 puntos del PBI. En la proyección anual esto llevaría el rojo a 3,3% del PBI, según este cálculo.
Desde la consultora LCG proyectan un déficit primario por debajo del 4% del PBI en 2021. “Dado que el Gobierno ya consumió buena parte del margen de asistencia del Banco Central (solo cuenta con $ 800 millones en lo que queda del año en concepto de Adelantos Transitorios y transferencias de cuasifiscal), será necesario cubrir la brecha con financiamiento neto“, señala la consultora.
Esto le mete presión a las colocaciones que viene realizando el ministro Martín Guzmán en el mercado -este jueves saldrá a buscar un mínimo de $ 90.000 millones para enfrentar los vencimientos de la semana próxima-. Según LCG para cubrir los mayores gastos deberá rollear $ 1,1 de cada $ 1 de vencimiento de capital de intereses.
LCG advierte que el principal desafío llegará en 2022, “cuando la ausencia de los ingresos extraordinarios por el aporte solidario, los DEG aportados por el FMI, y la mejora de los precios internacionales exijan un recorte más acentuado del gasto para lograr una gradual convergencia fiscal”.
SN AQ
Fuente Clarin