Luego de haber ganado hasta 15% en dólares en la primera rueda de la semana, las acciones argentinas comienzan a digerir el resultado electoral del domingo y con los inversores atentos a las medidas económicas que pueda anunciar el Gobierno para evitar perder en las urnas en noviembre, los papeles diluyen las ganancias.
En Wall Street, la acción que más sube es la del Banco Macro que luego de la apertura de los mercados gana 2,4%. La euforia inicial registrada el lunes se aplacó y los ADRs caen: Ternium y Corporación América pierden 2,6%; mientras que Central Puerto, que había liderado las subas el día anterior, cede casi 2%.
En la plaza local el espíritu es similar: luego de haber ganado 5,5% en la previa, el índice S&P Merval cede 0,9% al ritmo de que inversores toman ganancias de papeles como YPF, Central Puerto y Cablevisión Holding.
Analistas de Cohen explicaron: “Si bien nos mantenemos positivos de cara al futuro, no vemos subas muy vertiginosas de corto plazo, dado que aún quedan desafíos macroeconómicos por superar, la cola de vendedores potenciales aún tiene activos por descargar y los fondos de afuera se muestran escépticos a la hora de decidir volver a comprar”
En el segmento de renta fija, los bonos en dólares también muestran una mayor cautela de los inversores. Tras haber registrado subas promedio de más de 2%, los títulos soberanos caen hasta 1,3%.
El mercado reaccionó a un resultado inesperado, pero los ojos de los inversores están puestos en la estrategia que pueda adoptar el Gobierno hasta las elecciones generales de noviembre.
Ezequiel Starobinsky, de Liebre Capital explicó: “El temor del mercado es que se radicalice el Gobierno con medidas económicas que impliquen más emisión y más déficit y a la larga repercutan en mayor inflación y mayor brecha“.
Los inversores comparan este escenario post electoral con el que se dio en 2009, cuando el rebote de acciones y bonos se diluyó rapidamente o el que sucedió en 2013, que fue el puntapié inicial para el rally de precios que se vio hasta el cambio de gobierno en 2015.
En Delphos Investment explicaron que “el contexto económico y el comportamiento del votante parecen ser similares al primero“.
“La gran diferencia es que el deterioro macroeconómico es mayor y por lo tanto el oficialismo tiene menos margen para hacer más ‘peronismo’ “, dijeron. “Este deterioro también quita atractivo para un bull market como el iniciado en 2013, ya que los problemas que enfrentará una potencial nueva administración en 2023 son aún más graves que los observados en 2015″, dijeron.
NE
Fuente Clarin