
El Presidente Alberto Fernández condicionó el crecimiento y desarrollo futuro del país a firmar un programa con el FMI. “La realidad nos exige seguir adelante con el FMI”, admitió en un discurso hoy más temprano antes de las renuncias en el gabinete de los miembros de La Cámpora. “Si ese acuerdo no existiera, las condiciones serían otras; sería distinto en las posibilidades que tiene el Estado en promover el desarrollo que queremos promover y se vería afectada la obra pública, la educación, la salud, el crédito para la empresa”, dijo.
Fernández se refirió a que Argentina solicitó al organismo el año pasado acordar un programa de Facilidades Extendidas para renegociar una deuda de unos US$ 47.000 millones. El plan consiste en prestarle dinero al país para pagar los vencimientos al FMI y devolver la plata en un plazo de hasta diez años. De ese modo Argentina se beneficiaría de más plazo para repagar sus obligaciones y atender otras urgencias.
Las negociaciones se encuentran estancadas según fuentes al tanto de las mismas. Los funcionarios del Gobierno se manifiestan públicamente (y en privado) a favor de sentarse con el FMI pero hasta el momento no se ha presentado un programa que el staff haya considerado consistente (según fuentes que siguen el proceso de cerca). Tal es así que el Tesoro de EE.UU. demandó un plan “sólido” este año en forma pública. Una de las dudas es cómo el Gobierno piensa bajar los subsidios y la deuda del Banco Central (Leliq). En los últimos meses ambos fenómenos se han agravado, observan en Washington.
El Gobierno tiene delante tres opciones: no pagar al FMI, pagar o estirar los plazos.
La primera opción representa un caso extremo (e improbable). Argentina perdería el acceso al crédito a otro organismos (caso Banco Mundial y BID que financian obras de infraestructura), el riesgo país subiría y se haría prohibitivo la captación de flujos de capital frescos tanto para el sector público como privado. Perú estuvo bajo esta situación entre 1985 y 1993.
La segunda alternativa implica pagar. En cash y con dólares de las reservas. Pero el problema es que Argentina no tiene suficiente dinero. Según estimaciones privadas, con datos a una semana atrás en el Banco Central había unos US$ 6.152 millones de reservas netas. La semana que viene vence la primera cuota de la deuda FMI que son US$ 1.800 millones. Y en diciembre la segunda. En marzo la tercera.. y así. Son US$ 47.000 millones. No se llega a marzo. Por lo tanto pagar cash la deuda no es una opción.
La tercera opción, que es la que propone el ministro de Economía, Martín Guzmán, y que hoy Fernández aludió, es firmar un acuerdo de Facilidades Extendidas. Firmando ese papel Argentina accede automáticamente a recibir dinero para pagar cada vencimiento. El FMI presta automáticamente la plata y Argentina cancela cuota por cuota. Entre un período que oscila de 4 a 10 años el país deberá devolver cada cuota. A cambio el país se compromete a hacer cumplir metas fiscales y monetarias todos los años y reducir el déficit fiscal en un plazo acordado.
Mientras Economía impulsa un programa, el ala dura del kirchnerismo se muestra en contra. No sólo a través de declaraciones en el Congreso sino también de políticas como las de aumentar los subsidios.
El Gobierno espera un anuncio favorable por parte del FMI para octubre, en el marco de la Asamblea Anual con el FMI. La expectativa es que el Directorio Ejecutivo aprueba una revisión de las sobretasas que sobre a los países morosos. Las tasas suben de 1% a 3%. Argentina hizo un planteo al respecto, para que se reduzcan, en el marco del G-20. El FMI aún no se pronunció.
Respecto a las negociaciones con el Fondo, según fuentes al tanto de las mismas señalan que no hay avances y que las mismas son calificadas dentro del organismo como de “conversaciones”.
Hoy Fernández, en su primera alusión el FMI luego de la derrota electoral en las PASO del domingo pasado, y con la presión de la suba del dólar y la inflación, admitió que firmar un programa con el FMI permitiría al país acceder a más crédito. Lo hizo en la Casa Rosada al presentar el Presupuesto “dando por cierto que el año que viene no tenemos que cumplir compromisos externos, pero eso exige seguir adelante la negociación con el Fondo y lograrla”. El Presidente condicionó el Presupuesto 2022 a un acuerdo con el FMI. Lo izo desde la Casa Rosada al presentar la ley de Hidrocarburos, donde se mostró junto al ministro de Economía, Martín Guzmán.
Fuente Clarin