“Suelten a los Cantero que vamos a matar a todos los fiscales… Liberen a Los Monos que vamos a matar a todos los fiscales”. El llamado amenazante, recibido el lunes por la Central de Emergencias 911, obligó este miércoles a reforzar las medidas de seguridad en el Centro de Justicia Penal de Rosario.
Además, se dispuso extremar los cuidados sobre jueces y fiscales que intervienen en un nuevo juicio que se está desarrollando contra Ariel “Guille” Cantero, líder de la banda narco mencionada en el mensaje.
El alerta lanzado por la comunicación anónima, se estima, tiene directa relación con el juicio que se realiza desde el 20 de agosto pasado por los ataques a tiros concretados contra objetivos judiciales entre mayo y agosto de 2018.
Cantero es señalado como instigador de esos atentados. Actualmente detenido en Marcos Paz, con múltiples condenas por otros delitos, al indicar sus datos en el comienzo del juicio aseguró: “Oficios varios. Contrato sicarios para tirar tiros a los jueces”.
“Guille” Cantero, en uno de los juicios anteriores. Ahora está en el penal de Marcos Paz. Foto: Archivo/Télam
El juicio se desarrolla por un total de 14 balaceras contra edificios judiciales y viviendas vinculadas con jueces y fiscales que investigaron y condenaron a Cantero. Son siete los imputados.
Para el líder de “Los Monos”, los fiscales pidieron una condena a prisión de 24 años. Ya pesan sobre él penas por un total de 64 años y ocho meses de cárcel.
La nueva amenaza ocurre a menos de un mes de que el CJP penal fuera baleado por tercera vez. El 18 de agosto, dos días antes del inicio de las audiencias contra Cantero y parte de su grupo, dos jóvenes pasaron a bordo de una moto y dispararon contra el frente del edificio judicial.
Un informe confidencial elaborado en las semanas previas anticipaba posibles ataques. Se indicaba incluso que un trámite virtual, con los detenidos siguiendo las audiencias desde sus lugares de detención, podrían provocar también atentados que causen “lesión severa (a las personas), daño significativo a la propiedad”, además de “contener serios riesgos potenciales que son probables de ocurrir”.
El Centro de Justicia Penal de Rosario. Foto: JUAN JOSE GARCIA.
En los días posteriores se sumaron otros escandalosos episodios: a Cantero se le encontró un teléfono fijo en funcionamiento dentro de su celda. Un largo cable que provenía del exterior e ingresaba a su pabellón le permitía hacer llamados. Unos días después le hallaron otro aparato semejante.
El domingo pasado Cantero provocó incidentes en el penal e intentó incendiar una heladera, por lo que fue trasladado a un calabozo. De inmediato inició una huelga de hambre para protestar por sus condiciones de detención.
El fiscal de Flagrancia de Rosario, Franco Carbone, trabaja para identificar a la persona que realizó la nueva amenaza a través del 911.
Antecedente
Una comunicación de similares características, efectuada en 2018 antes de que comenzaran las balaceras contra objetivos judiciales, se ventiló durante las audiencias.
Al tomar conocimiento del llamado, las autoridades dispusieron que fuerzas federales refuercen las custodias dispuestas en el CJP y sobre el personal que investigó y el que debe juzgar a Cantero. Cuatro fiscales y tres jueces se encargan del trámite.
Uno de ellos, Matías Edery, había revelado al comenzar las audiencias que fue a comprar una pizza con chaleco antibalas colocado.
Al iniciarse el juicio se dispuso que personal de seguridad custodie veinte objetivos que incluían a domicilios y personas. Los operativos afectaban a unos 250 agentes, aunque luego de un nuevo acuerdo entre Nación y Santa Fe tomaron esa tarea efectivos Federales.
Las condenas por los ataques a tiros, se estima, se conocerán a principios de octubre.
EMJ
Fuente Clarin