Santiago Cafiero le prestó un último servicio al presidente Alberto Fernández en el medio del cataclismo institucional que abrió la categórica derrota en las PASO, seguida por las renuncias de los ministros que responden a Cristina Kirchner y la carta abierta de la vicepresidenta. En sus últimas horas como jefe de Gabinete, Cafiero dejó su despacho en el primer piso de la Casa Rosada varias veces para reunirse con el renunciado titular de la Cartera de Interior Eduardo “Wado” de Pedro y delinear los nombres del nuevo elenco de ministros que -es prácticamente un hecho- ninguno de los dos integrará.
El Presidente intenta relanzar su gestión con el respaldo de los gobernadores. Con ese objetivo, Fernández tenía previsto viajar este sábado a La Rioja para reunirse con gobernadores. En esa reunión el mandatario intentará terminar de recoger voluntades y plasmar una señal clara de apoyo a su administración. En el Ejecutivo no está claro qué gobernadores acompañarán al jefe de Estado. Se descuentan que estarán presentes, entre otros, lo ejecutivos provinciales del Norte y Gustavo Bordet, de Entre Ríos, otro de los que manifestó su apoyo a Fernández públicamente.
Fuentes oficiales no descartaban que el jefe de Estado anunciara su nuevo equipo de Gobierno en la provincia donde nació su padre. Dependerá del final de las negociaciones entre los delegados del Presidente y la vice. Algunos de los funcionarios que estuvieron este viernes en el despacho presidencial evitaban confirmar la realización del acto. Así de cambiante es todo, por estas horas.
El jefe de Estado se reunió este viernes con el chaqueño Jorge Capitanich y con el riojano Ricardo Quintela, el anfitrión de este sábado, pero el Gobierno apunta a convencer al tucumano Juan Manzur, que visitó a Fernández el jueves en Olivos. Nadie se anima a adelantar si los nombres de los ministros ya estarán definidos.
Capitanich visitó al mandatario en la residencia oficial -ya había estado el jueves- y analizó el estado de situación con el Presidente. A última hora de la tarde, el ex jefe de Gabinete de Cristina Kirchner publicó una carta en el que echó por tierra cualquier posibilidad de aceptar un cargo nacional. “Les pido que volvamos a conectarnos con el corazón, que volvamos a salir a las calles, que les digamos a todos y a todas que la esperanza está en el 14 de noviembre, para que podamos seguir transformando la calidad de vida de los chaqueños y chaqueñas”, escribió el mandatario provincial centrado en las elección en su distrito. Más allá de la prosa barroca, en la gobernación chaqueña confirmaron que Capitanich no se sumaría al Ejecutivo nacional.
El gobernador de Chaco también estuvo reunido durante un rato largo con el ministro de Obras Públicas Gabriel Katopodis, uno de los armadores políticos del Presidente, un encuentro que promocionó como una bilateral de gestión. El intendente en uso de licencia de San Martín atendió a varios de los jefes comunales del Conurbano, se reunió con Sergio Massa y atendió al gobernador riojano Quintela. Lo mismo había hecho con el sanjuanino Sergio Uñac y con el tucumano Juan Manzur, el binomio que visitó por separado el jueves al Presidente en Olivos.
La Casa Rosada trabaja para que Manzur se convierta en jefe de Gabinete y busca garantizarle que mantenga los resortes de poder en Tucumán. No es fácil; está enfrentado con el vicegobernador Osvaldo Jaldo, quien encabezó una lista propia en las PASO.
La elección de Manzur cuenta con el visto de Cristina Kirchner, que afirmó en su carta pública del jueves, que había sido ella quien había propuesto su nombre para la jefatura de Gabinete. El gobernador fue esquivo. “Es una distinción para el peronismo tucumano, para todo el pueblo tucumano; pero es una facultad exclusiva del Presidente”, sostuvo al respecto en declaraciones a La Gaceta. Manzur no podrá ser reelegido en 2023.
El riojano Quintela, que podría tener un mandato más por delante, pasó dos horas y media por Balcarce 50, tras visitar a Katopodis y al ministro de Desarrollo Social, Juan Zabaleta, otro de los armadores políticos del Presidente.
El Presidente le ofreció el jueves al gobernador de San Juan el ministerio del Interior. El gobernador cuyano, por ahora, prefiere seguir a cargo de su provincia. Funcionarios de su riñón aseguran que tal ofrecimiento no existió y que el mandatario provincial le expresó su respaldo institucional al gobernador.
Tres de los cuatro gobernadores que hasta ahora se reunieron con el Presidente se habían expresado públicamente a favor del Presidente. Un asesor de extrema confianza del mandatario, que estuvo cerca en el momento más crítico de la gestión de Fernández, sinceró que el Presidente intenta sumar como sea a dos gobernadores a su Gabinete para darle volumen político al virtual relanzamiento del Ejecutivo. “Es una apuesta más cualitativa que cuantitativa”, dijo a Clarín a propósito de la relativa legitimación que ofrecerían gobernadores con pocos votos a nivel nacional al jefe de Estado: alrededor del 10 por ciento del padrón nacional. En el Gobierno se entusiasmaban con sumar dos gobernadores al Gabinete.
En el medio de las negociaciones que involucran el futuro de su Gobierno, el Presidente se recostó en dos incondicionales: el embajador en uruguay y el diputado Eduardo Valdés, que almorzaron con él.
Hasta ahora, la única salida confirmada es la de Juan Pablo Biondi, el vocero presidencial señalado por la vicepresidenta. Hasta en el peor momento, en el núcleo duro albertista marcan diferencias con el sector de la vicepresidenta. “Le entregó una renuncia indeclinable en la mano; no a través de los medios”, decían. A buen entendedor…
Fuente Clarin