Juan Manzur, de 52 años, quedó en el centro de la escena política cuando la vicepresidenta Cristina Kirchner, con quien mantenía diferencias desde 2017, lo postuló para la jefatura de Gabinete en reemplazo de Santiago Cafiero, en el armado del nuevo gobierno de Alberto Fernández, tras la escandalosa derrota sufrida en las PASO del domingo pasado.
Pero el paso de Manzur a la Nación abrió varios interrogantes sobre el proceso de sucesión en Tucumán, donde el gobernador mantiene un fuerte enfrentamiento con su vice, Osvaldo Jaldo, con quien ya compitió en las PASO en las que el designado jefe de Gabinete se impuso por amplio margen.
Sin duda, esa lucha interna fue la que llevó a Manzur a rechazar, en primera instancia, la oferta de asumir como jefe de ministros cuando Alberto F. le hizo la propuesta en una reunión en la Quinta de Olivos. No está claro si la presión de la vicepresidenta lo llevó a modificar su decisión o si realmente el médico tucumano tiene una apuesta más ambiciosa con miras a 2023, dado que no podrá buscar un nuevo mandato en la provincia.
Su nombre surgió a partir de la carta que el jueves difundió la vicepresidenta tras relatar su último encuentro con el Presidente en la Quinta de Olivos. “Le manifesté que era necesario relanzar su Gobierno y le propuse nombres como el del gobernador Juan Manzur para la Jefatura de Gabinete. Sé que sorprenderá mi propuesta, es de público y notorio las diferencias ya superadas que he tenido con quien fuera mi ministro de Salud desde el año 2009, cuando debí remover a quien entonces era mi ministra de Salud por el fracaso en el abordaje de la pandemia de la gripe A (H1N1)”, precisó Cristina Kirchner.
Y en este contexto recordó que Manzur “permaneció en su cargo hasta que renunció para disputar la candidatura a gobernador de la Provincia de Tucumán en el 2015, cargo que obtuvo y revalidó por el voto popular no sólo a través de su reelección, sino también en la elección del pasado domingo”.
Fue a partir de la confirmación de su designación que se comenzaron a abrir distintas conjeturas respecto al proceso de sucesión de la gobernación de Tucumán, dada la interna feroz que mantiene con su vicegobernador.
Justamente, el artículo 91 de la constitución provincial establece que “en caso de muerte, renuncia, enfermedad, ausencia u otro impedimento del Gobernador, sus funciones serán desempeñadas por el Vicegobernador hasta el cese del impedimento, cuando fuese temporal, o hasta completar el período constitucional por el que fueron electos, cuando el impedimento fuese permanente”.
En esta línea, la asunción de Jaldo sería inminente, al menos a partir de lo que dicta la constitución. Pero en Tucumán nadie da por sentado que el principal rival del gobernador vaya a sucederlo.
Incluso el propio Jaldo evitó referirse a ese punto y a través de sus redes sociales felicitó a Manzur por la designación y se puso a disposición del presidente y la vicepresidenta.
“Felicitamos y valoramos la actitud del gobernador @JuanManzurOK en estos momentos difíciles de asumir como Jefe de Gabinete en el gobierno de nuestro Presidente @alferdez y nuestra vicepresidenta @CFKArgentina , poniéndonos a disposición en lo que haga falta”, escribió el vicegobernador en su cuenta en Twitter.
Pero el mensaje difícilmente logre atemperar las diferencias entre ambos dirigentes, que se agudizaron cuando Jaldo decidió adelantar dos años la puja por la sucesión de Manzur.
El vicegobernador buscó desde un comienzo apuntalar su construcción política con miras a las elecciones de 2023 y justamente con ese objetivo, a principios de marzo, provocó la ruptura del bloque peronista en la Legislatura provincial.
La decisión de Jaldo no fue bien recibida en la Casa Rosada. “No es momento de anteponer intereses personales, sino de atender los problemas de la gente”, fue el mensaje de Eduardo “Wado” de Pedro, en respaldo de Manzur.
Las diferencias se acentuaron y el vicegobernador decidió ir con lista propia en la interna del oficialismo en una suerte de test previo. Manzur consiguió el apoyo de Alberto Fernández y Cristina Kirchner para estas elecciones legislativas en las que el gobernador propuso una lista que tiene a Pablo Yedlin como cabeza para senadores y a la ministra de Salud Rossana Chahla para diputados.
El domingo, la nómina del gobernador se impuso con amplitud al cosechar 289.662 votos (60,37% en la interna) contra 190.124 (39,62%) de Jaldo, que obtenía así el segundo lugar en la lista para Diputados.
Sin embargo, esta semana el vicegobernador presentó su renuncia “indeclinable” como candidato a diputado nacional por la lista “Todos por Tucumán” lo que agravó más la situación interna.
En principio, Jaldo confirmó que continuará en la Legislatura y según dejaron trascender aprobarán la licencia de Manzur. Lo que aún no está claro es cómo continuará el proceso de sucesión en la provincia.
GRB
Fuente Clarin