Por Carlos Galván
Hace menos de tres semanas, Máximo Kirchner se mostraba en privado convencido de que ganarían la elección. Es más: en el almuerzo reservado que mantuvo con cuatro sindicalistas de la mesa chica de la CGT les pidió que la central obrera postergase su congreso normalizador, previsto para el 11 de noviembre.
-No, eso es imposible. La hoja de ruta ya está fijada, le replicó Gerardo Martínez, secretario general de la UOCRA.
El pedido del jefe de La Cámpora tenía un objetivo implícito: que la CGT realizase su congreso de elección de autoridades después del domingo 14 de noviembre, fecha de las elecciones legislativas.
Héctor Daer, co secretario general de La CGT.
Con un resultado favorable, Máximo Kirchner habría tenido la fortaleza política para tratar de poner alguien propio en la conducción cegetista, un bastión en la que La Cámpora nunca pudo hacer pie.
Un histórico sindicalista dice a Clarín que aun con una victoria en noviembre lo de un desembarco kirchnerista en la central sonaba a “fantasía” en función de la correlación de fuerzas dentro de la CGT. Pero concede: “Triunfando, iban a intentarlo. Ahora, ni eso pueden”.
El congreso normalizador y de elección de autoridades está convocado para el jueves 11 de noviembre, tres días antes de la elección legislativa.
El núcleo duro de la CGT, en el que los principales armadores son los cuatro sindicalistas -Héctor Daer, José Luis Lingeri, Gerardo Martínez y Andrés Rodríguez- que almorzaron a comienzos de este mes con Máximo Kirchner, ya dice tener alineado a alrededor del 70% de los dos mil y picos de congresales que elegirán a las nuevas autoridades.
Así, asoma improbable que un sindicalista kirchnerista o filo K pueda llegar a la conducción de la central obrera peronista. Tampoco para el clan Moyano resultaría posible, salvo que entre en una negociación con aquel núcleo duro.
En aquella comida con los jefes cegetistas, Máximo Kirchner destacó a Vanesa Siley, secretaria general de la Federación de Sindicatos de Trabajadores Judiciales, diputada nacional y miembro del Consejo de la Magistratura. No es de La Cámpora, pero lo parece.
Antes del mal resultado electoral de las PASO, y previendo que el kirchnerismo podía presionar por Siley, desde la CGT ya habían ideado tapiarle la posibilidad de acceder a un puesto en la conducción.
¿Cómo? Se fijó que su gremio, que es bastante reciente y nació como rival del Sindicato de Empleados Judiciales que lidera Julio Piumato, recién podrá ingresar a la CGT tras la elección de autoridades. Así, al no pertenecer a la central no tiene chances de integrar su conducción.
Siley, según trascendió, ha mantenido contactos con dirigentes de la mesa chica cegetista, al igual que el sindicalista K Walter Correa, titular del Sindicato del Cuero y diputado nacional.
Pero el sindicalista cristinista que mostró interés de integrar la futura conducción de la central es Sergio Palazzo. El líder de La Bancaria tiene buena llegada a Máximo Kirchner y es candidato a diputado nacional por el Frente de Todos en estas elecciones.
Según repiten en la CGT, tras la caída electoral del oficialismo en las PASO las chances de Palazzo de ser uno de los secretarios generales de la CGT se licuaron por completo. Y agregan un dato: “Él ya cobró, va a ser diputado”.
Aunque representa al sector sindical y su nominación como candidato fue celebrada por la CGT, la presencia de Palazzo en la boleta del FdT cayó mal en la mesa chica cegetista porque que no fueron para nada tenidos en cuenta en el armado de las listas.
Esa cuestión salió en el almuerzo con Máximo Kirchner.
-¿Por qué no me llamaste y vos eras diputado?, buscó mostrarse sorprendido el jefe de La Cámpora y dirigiéndose a Héctor Daer.
-No se trata de que te llamemos. Esto es la CGT, le contestaron. Es lo que la central siempre demanda: ser tenida en cuenta en la mesa de decisiones del oficialismo.
Los nombres
Todo indica que por las divisiones que hay en el movimiento sindical, la conducción cegetista continuará siendo colegiada.
Daer continuaría como uno de los co secretarios generales, en representación de “Los Gordos”. Otro de los co secretarios provendrá del sector de los gremios industriales. Ya se menciona al metalúrgico Antonio Caló.
La conducción de la CGT, este miércoles en una reunión en la UOCRA.
El tercero podría provenir de los gremios del transporte, pero para la elección de ese nombre será determinante la opinión del gastronómico Luis Barrionuevo porque estará en representación de su sector.
Lo único que sigue sin estar claro es qué quieren los Moyano. ¿Hugo Moyano intentará que su primogénito Pablo esté en un asiento de la CGT?
En ese caso, podrían ser cuatro co secretarios generales, pero para eso se deberá lograr consenso interno.
Aunque podría generar tensiones el regreso del clan Moyano a la CGT, en la central hay un temor que no tienen: “Ni Hugo ni Pablo van a ser arietes de La Cámpora”, interpretan.
Fuente Clarin