En una grabación dada a conocer por el concejal Óscar Ramírez, se observa como en la zona de fiesta de la capital colombiana expendedores de droga llevan a los ciudadanos a discotecas donde distribuyen y permiten el consumo de sustancias psicoactivas
Tras recibir varias denuncias, el concejal Óscar Ramírez Vahos adelantó una investigación en la zona T, uno de los lugares de rumba más conocidos de Bogotá, en la cual puedo evidenciar que en algunos establecimientos nocturnos se venden y consumen alucinógenos, los cuales son cobrados en las facturas de venta e incluso incluyen el IVA.
En un video dado a conocer por el concejal Ramírez a Caracol Noticias se observa como en las calles de la zona T, los expendedores de droga no solo ofrecen los alucinógenos a los transeúntes, sino también les indican que pueden consumirlos en ciertos establecimientos.“El sitio que te digo hacen striptease, venden cervecita. No joden para nada, se pueden meter el pacecito (pase, dosis de droga) en la mesa”, se escucha decir a uno de los expendedores en la grabación, mientras se muestran imágenes que corroboran efectivamente que en algunos bares de esa zona permiten el libre consumo de estupefacientes.
El cabildante además dio a conocer una serie de facturas en las que se evidencia el cobro del Impuesto al Valor Agregado (IVA) por el consumo de “perico” en esos bares, montos que oscilan desde los $13.000 pesos, dependiendo de la cantidad de cocaína que la persona consuma.
En diálogo con la revista Semana, el concejal Ramírez incluso reveló que en esos establecimientos nocturnos hasta ofrecen “40 mujeres casi vírgenes”. Al respecto, el cabildante señaló al medio que ya dio a conocer a las autoridades el nombre de la discoteca para que tomen las medidas respectivas.
“El crimen en Bogotá está tan disparado: el microtráfico salió de las ollas y ahora opera sin ninguna restricción en zonas de ocio de la ciudad como se evidencia en la llamada zona T. Tal es el grado de tranquilidad de los jíbaros que ahora dan factura en los amanecederos detallando, junto al consumo de licor, el precio y el IVA de los estupefacientes que allí se consiguen. En Bogotá el microtráfico ya tiene IVA”, afirmó el cabildante al mismo medio.En la imagen, la factura del establecimiento nocturno en la que cobran el consumo de cocaína, hasta con IVA incluido. Foto: Concejal Óscar Ramírez
Según indicó el concejal a Revista Semana, tan solo en 2020, a través de la línea 123 las autoridades recibieron 81.000 llamadas de ciudadanos alertando sobre el consumo de alucinógenos en Bogotá.
En ese sentido, el político resaltó la importancia de que en la capital se pongan en marcha procesos de georreferenciación de zonas y redes de criminalidad e hizo un llamado a las autoridades para que pongan en marcha un plan para combatir la venta y consumo de sustancias psicoactivas en esos establecimientos nocturnos.
“Nuestro llamado a la Secretaría de Seguridad es a que tome cartas en el asunto y entienda que muchas de las dinámicas de inseguridad en Bogotá nacen desde la permisividad al microtráfico y al consumo abusivo de estupefacientes”, expresó el concejal Ramírez en su entrevista con el medio bogotano.
De acuerdo con cifras de la Secretaría de Seguridad de Bogotá, en 2020 se llevaron a cabo 3.562 capturas por tráfico, fabricación o porte de estupefacientes en la ciudad, a la vez que se impusieron 13.782 comparendos por el consumo de sustancias psicoactivas y alcohol en los espacios públicos de la capital.
Desarticulan a ‘Los Pantera’, una banda que traficaba drogas en discotecas de Bogotá
En relación con la denuncia del concejal Óscar Ramírez, cabe recordar que, a comienzos del pasado mes de septiembre, la Fiscalía General de la Nación dio a conocer que logró la captura de siete integrantes de la banda ‘Los Pantera’, quienes distribuían sustancias alucinógenas como marihuana, cocaína, entre otros en fiestas clandestinas o discotecas de Bogotá.
De acuerdo con la investigación de la entidad, los capturados realizaban las entregas de las sustancias psicoactivas en un taxi o en motocicletas y, una vez llegan al lugar de entrega, podrían cobrar entre $2.000 hasta $100.000 pesos por el producto.
Por esos hechos, durante una audiencia, un juez de control de garantías les imputó a los detenidos los delitos de concierto para delinquir, tráfico, fabricación y porte de estupefacientes, además del delito de porte ilegal de armas de fuego, partes o municiones. De acuerdo con la Fiscalía solo uno de los capturados aceptó lo cargos.
Fuente Infobae