Biden quiere que el Congreso le apruebe sus proyectos de infraestructura y gasto social
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, advirtió este martes a la oposición que rechazar sus millonarios proyectos de renovación de infraestructura y de gastos social es sencillamente ser “cómplices del declive” del país y negó que el debate sobre esas iniciativas pase por ser de izquierda o de derecha.
“Estas leyes son sobre competitividad versus complacencia, son sobre oportunidad versus decadencia; oponerse a estas inversiones es ser cómplice del declive de Estados Unidos””
Joe Biden
En un discurso que dio en un centro sindical en Howell, Michigan, Biden insistió en que sus iniciativas, demoradas en el Congreso, “no son sobre izquierda versus derecha, ni de moderados versus progresistas”.
El jefe de la Casa Blanca tiene una fuerte apuesta en su plan de infraestructura por una suma cercana a 1,2 billones de dólares y otra jugada fuerte en el programa de gasto social, que podría ascender a unos dos billones, según los últimos datos disponibles.
The Bipartisan Infrastructure Deal and my Build Back Better Agenda are not about moderate versus progressive.
These bills are about competitiveness versus complacency. Opportunity versus decay.
They’re about leading the world — or continuing to let the world pass us by.
— President Biden (@POTUS) October 5, 2021
Aunque el plan de infraestructura reúne más consenso y parecía haber un acuerdo con los republicanos, el plan de reformas sociales divide a los demócratas por su monto.
Los dos sectores que aparecen divididos mantienen posturas fuertes y hasta amenazan con poner en riesgo el paquete de infraestructura del presidente.
Los dos proyectos de Biden son populares entre los estadounidenses, aún cuando la gestión del mandatario perdió algunos puntos de apoyo tras la caótica salida de tropas de Afganistán.
La semana pasada Biden fue hasta el Congreso a reunirse con sus legisladores y confió en que se llegaría a un entendimiento, aunque estiró los plazos.
Y el lunes puso el énfasis en atacar a los republicanos, a los que llamó “imprudentes y peligrosos”, aunque en este caso por negarse a apoyar el aumento del límite de endeudamiento del país propuesto por el oficialismo para evitar un default de la mayor economía del mundo.
Las discusiones con oficialistas y opositores se dan con las elecciones legislativas de medio término como fondo, aunque sean recién en 2022.
La semana pasada, la secretaria del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, Janet Yellen, emplazó al Capitolio para que aumente el límite de endeudamiento del Gobierno antes del 18 de octubre, ya que de lo contrario el país podría entrar en una crisis financiera y una recesión sin precedentes.
Y el líder de la minoría republicana del Senado, Mitch McConnell, bloqueó una moción de su par demócrata, Chuck Schumer, que permitiría al oficialismo abordar el límite de la deuda con un voto de mayoría simple.
Ese tope se aumentó o suspendió decenas de veces en las últimas décadas con votos de los dos partidos, pero este año los republicanos se rehúsan a aprobar este incremento.
Fuente Telam