LA HABANA, Cuba.- “Aquí he bajado cantidad de peso, no me reconozco, pero no se preocupen que yo estoy bien. Lo que yo hice, lo hice de corazón, tú más que nadie sabes que yo pienso así y que nadie me paga. Ya estoy metido en este mundo de la política y no me quitaré hasta que se caiga el régimen, lo que he pasado no será en vano. Que hagan conmigo lo que quieran. Estoy puesto y los ideales no se negocian”, le escribió Andy García Lorenzo a su familia desde el centro penitenciario de Villa Clara, conocido como La Pendiente.
García Lorenzo se encuentra encarcelado desde el 11 de julio (11J) de 2021, cuando fue violentamente detenido por participar en las manifestaciones populares que acaecieron en Santa Clara, Villa Clara. Las autoridades lo mantienen bajo medida cautelar de prisión preventiva, en espera de juicio por los supuestos delitos de “atentado”, “desorden público” y “desacato”.
“Mi hermano no tiene ni siquiera antecendentes penales, él simplemente salió a exigir sus derechos pacíficamente, a exigir libertad, eso no es un delito. Hasta ahora hemos estado confiando en la justicia cubana, pero todo ha sido en vano; lo golpearon salvajemente durante la detención y lo mantienen preso injustamente”, declaró a CubaNet Roxana García Lorenzo, quien también facilitara las cartas de Andy.
En casi tres meses de encierro, su familia ha podido visitarlo solo en dos ocasiones, apenas se pueden comunicar y saben de él mediante algunas llamadas telefónicas y cartas que le han permitido hacer o enviar desde la prisión. En una de esas misivas, el joven de 23 años relató parte de su tormento y postura ante ello:
“No tienes idea de lo que ha hecho la dictadura conmigo, las amenazas, las torturas mentales, los interrogatorios de madrugada de 5, 8 y 10 horas como si uno fuera un singao terrorista y sólo por manifestarme pacíficamente, por expresar lo que siento, por ser uno más de los que optan por un cambio, por salir adelante. (…) Ellos me han dado demasiada importancia, pero a mi me alegra, ¿sabes por qué? porque me rodearon tres tenientes coroneles y dos mayores en todos mis interrogatorios y con una cámara para que hablara y trataron de negociar conmigo para que cambie mis conceptos y que todo quede registrado en cámara pero, como te dije, los ideales no se negocian. En sus caras se los repetí: ¡¡Abajo la represión, abajo el régimen castro-comunista, no queremos más represores, entreguen el poder que ya sobran, libertad para los presos políticos!!”.
Más adelante, refiere: “Lo que hice no se paga con nada porque decirle a ellos (eso) a la cara (…) no se paga. Eso es democracia, pero como eso aquí no existe, por eso me tienen aquí, incomunicado, sin visitas ni cojones. He aguantado agitones de ellos, amenazas de 20 a 30 años de privación de libertad, cadena perpetua, que si llega a haber una intervención humanitaria que me van a fusilar, la mano de golpe que me dio la policía, etc”.
Andy relata además que lo tienen encarcelado junto a alrededor de una veintena de opositores políticos: “ellos son opositores desde hace años y yo, que no soy nadie, me tienen junto con ellos. Aquí a nosotros nos tienen separados porque tienen miedo de que le formemos un mítin”.
Preso político
Roxana cuenta que la pasada semana supieron, mediante carta de Andy, que este se había declarado ante sus carceleros como opositor frontal al régimen cubano y, como tal, preso político. “Mi hermano siempre ha pensado diferente al gobierno, pero nunca lo decía abiertamente por temor a represalias. Ahora no le han dejado más alternativa”, refirió la joven, de 20 años de edad.
Andy también solicitó a su hermana que le escribiera a Guillermo (Coco) Fariñas, Coordinador General del Foro Antitotalitario Unido (FANTU), la organización opositora de mayor reconocimiento en ese territorio, para que este lo aceptara en sus filas.
“Su hermana Roxana se puso en contacto conmigo a petición de él y ya enviamos todos sus documentos y datos, para que sea declarado Prisionero de Conciencia”, aseguró a CubaNet Coco Fariñas.
A raíz de esas gestiones y de la postura de Andy desde prisión, Roxana y su pareja fueron citados por oficiales de la Seguridad del Estado, a lo cual ellos se negaron pues no les entregaron un documento oficial. No obstante, la joven sabe que los agentes insistirán, se prepara para el interrogatorio y para dejarles claro que apoya a su hermano.
Contó también que ya la familia comienza a sentir que son vigilados por vecinos y personas ajenas a su entorno. Aunque asume el hostigamiento con la tranquilidad de saberse firme en sus ideas y que ello no constituye delito, teme por su familia y fundamentalmente por su hermano mayor, pues desde hace años conocen lo que representa ser un preso político y ser disidente en Cuba: encarcelamiento, violencia policial, hostigamiento, detenciones arbitrarias, interrogatorios, amenazas a familiares y amigos, actos de repudio y otras formas de represión.
“No voy a pagar por lo que no hice. Ellos dicen que tienen videos míos pero no me los han enseñado porque no existen. No tiré piedras ni agredí a los represores. Si me condenan por atentado o por otra cosa que no sea desorden público me planto, que estoy loco por hacerlo. Me alegra saber que afuera están pidiendo mi libertad, estoy puesto y quisiera que me liberaran pero estoy preparado para que me juzguen”, concluyó Andy en otra de sus cartas.
Cifra récord de presos políticos en Cuba
“Las peticiones fiscales contra manifestantes pacíficos en Cuba prácticamente equiparan las protestas con los delitos de homicidio. De concretarse, estas serían las sanciones de cárcel más altas desde la Primavera Negra de 2003 por motivos políticos. El mundo no puede quedarse callado ante la embestida permanente del régimen de Miguel Díaz-Canel”, alertó Alejandro González Raga, director ejecutivo del Observatorio cubano de Derechos Humanos (OCDH).
La organización acusó al régimen cubano por imponer solicitudes fiscales de hasta doce años de privación de libertad para los manifestantes del 11J. “Hemos documentado al menos once peticiones fiscales de entre doce y cuatro años de prisión por supuestos delitos de ‘desórdenes públicos y atentado’, fundamentalmente en las provincias de Camagüey y Villa Clara. Otras 40 personas enfrentan peticiones de entre ocho meses y un año de prisión”, aseguró González Raga.
Por su parte, Prisoners Defenders (PD), otra de las ONG que se ha dedicado a documentar detalladamente la represión en la Isla desde el 11J, en su último informe mensual reportó una cifra récord de presos políticos en Cuba: 442, de los cuales 228 se sumaron a raíz de los sucesos del 11J. No obstante, PD declara que este monto es “inferior al 20% respecto al total generado por la ola represiva, pues resulta del todo imposible abarcar los casos entre la población por múltiples razones”, como la censura estatal y las persecuciones y amenazas tanto a familiares de las víctimas como a organizaciones de la sociedad civil independiente que monitorean estas violaciones.
Fuente Cubanet.org