
La firma de los contratos se realizó ayer en el espacio cultural y pedagógico Weye, donde se lleva adelante un proyecto de terminalidad educativa para las personas integrantes de ese colectivo y, en San Luis, las nuevas fuentes laborales corresponden a la categoría F de la administración pública provincial, lo que les permitirá contar con obra social y aportes jubilatorios.
En la oportunidad la secretaria de la Mujer, Diversidad e Igualdad, Ayelen Masina, manifestó que en esta primera etapa “logramos que todas las compañeras que estaban en situación de vulnerabilidad o sin trabajo hoy puedan contar con un contrato en la administración pública, que significa un avance muy importante y una promesa del gobernador Alberto Rodríguez Saá”.
Por su parte, el jefe del área Diversidad, Pablo Ramírez, destacó que se trata de 33 personas “que en muchos casos por primera vez tendrán un trabajo en blanco” y aclaró que luego de este primer paso “vamos a seguir trabajando en el territorio para llegar a esas personas a la que todavía no llegamos”.
Entre quienes firmaron su primer contrato de trabajo se encontraba Celeste Fox, quien manifestó su alegría y compromiso por el derecho conquistado: “Nuestra colectiva es una de las más postergadas y sus derechos han sido históricamente negados por los Estados. Hoy celebramos que el cupo sea ley y que, además, se aplique en nuestra provincia”.
Fuente Ambito