Por Daniel Romero
La decisión adoptada por el Secretario General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) doctor Luis Almagro con el desplazamiento del Secretario Ejecutivo de la CIDH Paulo Abrao, logró una virulenta reacción y posición crítica del Estado Argentino y de la propia Comisión Americana de Derechos Humanos, la que produjo un duro ataque al doctor Luis Almagro, con el apoyo del gobierno argentino
Almagro había decidido no renovar el contrato de Abrao basado en 60 denuncias que este carga sobre sus espaldas. Todas estas fueron realizadas por personal de la Comisión Internacional de Derechos Humanos (CIDH) por manipulación de concursos, contrataciones y acoso laboral. Prácticamente el 50% del personal, lo denunció, tal como publicara el 28 de agosto de 2020, el prestigioso sitio Infobae
El gobierno nacional no hace mucho tiempo atrás rechazó la decisión del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), doctorLuis Almagro, de no prorrogar el mandato del titular de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Paulo Abrão, concluido a mediados de agosto. Cabe recordar que Abrao es un ferviente seguidor de Lula y Dilma Roussef.
La CIDH había emitido un informe favorable al ex Juez Guillermo Tiscornia que censuraba duramente al gobierno kirchnerista del 2007 hoy nuevamente en el poder.
Curiosamente, muchos sectores de izquierda de CIDH alegaron que Luis Almagro no cuenta con la autoridad para no renovar el contrato a Abrau, siendo que estos mismos sectores, al igual que Argentina, son los que se niegan a señalar por infinitas violaciones a Daniel Ortega, Nicolás Maduro. Por el contrario, el Secretario General si cuenta con la prerrogativa de ratificar, o rechazar, el nombramiento del secretario ejecutivo propuesto, por la CIDH, en este caso Paulo Abrao.
La posición de Argentina:
“La República Argentina no comparte las explicaciones del secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, en su decisión de no avanzar en el proceso de renovación del mandato del secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Paulo Abrão, sobre la fecha del vencimiento del mismo”, expresó la Cancillería en un comunicado.
La cartera que encabezaba a su turno Felipe Solá consideró que con su decisión “el secretario general desconoce la propuesta realizada por el pleno de la Comisión el 8 y 9 de enero del corriente año, conforme el Artículo 21 del Estatuto de la CIDH y el Artículo 11 inciso 3 del Reglamento de la Comisión”.
El doctor Luis Almagro comunicó por carta a la CIDH su decisión de no renovar el mandato de Abrão, concluido a mediados de agosto, lo que, según la Comisión, atenta contra su “autonomía e independencia”.
Fue entonces la propia CIDH la que también observó una postura crítica hacia la decisión del doctor Almagro lo cual desató una fuerte disputa entre la misma CIDH y el Secretario General de la OEA.
En un comunicado emitido en su momento el Palacio San Martín recordó que “el Estatuto de la CIDH prevé mecanismos para la separación del secretario ejecutivo, siempre en consulta con la Comisión e informando los motivos que fundamenten dicha decisión”.
“Queda claro que, de comprobarse algunas de las irregularidades aducidas, deberán tomarse las acciones pertinentes”, señala el comunicado, en alusión a las denuncias sobre presuntas irregularidades que Almagro puso como argumento para la no prórroga del mandato de Abrão. “No corresponde, entonces, que el secretario general se atribuya potestades de proceder sin las consultas previstas con la CIDH”. En realidad, Almagro no destituye a Abrao, no renueva su contrato.
“La Argentina manifiesta su profunda preocupación frente a una decisión que puede tener consecuencias en la legitimidad y efectividad de las labores de protección y promoción de los derechos humanos en la región del órgano principal de la OEA en la materia”, expresa el comunicado.
En ese sentido, el Gobierno argentino instó “a que se tomen todos los recaudados necesarios para garantizar la autonomía y la independencia de CIDH y que la misma no esté sujeta a presiones políticas en una tarea que resulta esencial para los Derechos Humanos en el hemisferio”. Resulta evidente que Argentina sale en defensa de Abrao por cuestiones más vinculadas a lo ideológico, que al derecho mismo o las reglamentaciones de la OEA.
Queda más que claro que la CIDH mantuvo una postura crítica hacia el Secretario General de la OEA doctor Luis Almagro a partir de la decisión que adoptó respecto del Secretario Ejecutivo de la CIDH doctor Paulo Abrao, al no renovar su contrato.
¿La posición argentina respecto a Paulo Abrau está vinculada al caso del ex Juez Guillermo Tiscornia, que tramita en la CIDH ?
Recordar que Tiscornia fue destituido en pleno apogeo de del anterior gobierno kirchnerista después que este encartara a la ex ministra Nilda Garre por tráfico de armas.
Se recuerda que el ex juez Tiscornia había sido destituido bajo pretextados cargos de “mal desempeño” mediante sentencia dictada por el Jurado de Enjuiciamiento el día 19 de diciembre del año 2007, momento de sumo poder de ese signo político, que casualmente hoy está en el poder.
Al mismo tiempo que el doctor Tiscornia obtenía una alta calificación ( 80 puntos sobre cien posibles) en el marco del concurso público n°168 abierto para la cobertura de dos vacantes de juez de Cámara ante el Tribunal Oral en lo Penal Económico n°3, cuando sobrevino una virulenta ofensiva contra el mismo doctor Tiscornia de parte de los “comandos” kirchneristas.
Dicha investigación incluyó al por entonces interventor de la DGFM ( Marcelo Belesi), a la despachante de aduana Laura Andolfi y a la por entonces Ministra de Defensa doctora Nilda Garré, quien con sendos decretos ministeriales había avalado el valor declarado en tal exportación.
En aquel momento la diputada nacional y consejera decía: ”Sabemos que dio un buen examen para ascender a camarista, pero Tiscornia no va a ser juez ni camarista ni nada, lo vamos a echar” y la hoy Vicepresidente exigía desde Palma de Mayorca: “No sé qué espera el Consejo de la Magistratura para actuar sobre el juez Tiscornia” . Sin duda una presión política inédita sobre quienes debían decidir.
Así una vez decretada la destitución del doctor Tiscornia este acudió llevando su caso al seno de la Comisión Americana de Derechos Humanos (CIDH) no sin antes agotar todos los recursos habilitados en la jurisdicción argentina. Es esta instancia donde la CIDH había elaborado un informe de admisibilidad que debería culminar con sanciones para Argentina por el “curioso” juicio político al ex Juez Tiscornia.
Casi paralelamente es asombroso observar el inconcebible giro corpernicano observado en la CIDH a partir de un indisimulable circuito de auto contradicción permite anidar una más que fundada sospecha; y es que el reciente informe n°169/21 por el cual la CIDH borró –ahora- con el codo aquello que supo escribir con la mano en el transcurso del año 2018 ( informe de admisibilidad n°34/18) refleja una clara devolución de gentilezas hacia el doctor Almagro.
¿Argentina apoyo a Abrau y como moneda de cambio logro el cambio de posición de la CIDH en el caso Tiscornia?
Con sencillo análisis se puede afirmar que existe una estrecha relación que da sustento a la anterior pregunta al recordar la dura crítica que formuló el Estado Argentino hacia el doctor Almagro ante la decisión de éste de haber prescindido del Secretario Ejecutivo de la CIDH doctor Paulo Abrao. Al igual que la reacción de la misma CIDH ante la misma decisión del doctor Almagro. En ese mismo contexto el Estado Argentino formuló esas críticas hacia el doctor Almagro con un tono enfático desacostumbrado
Todo lo cual, a su vez, constituye una mayúscula irregularidad de la cual debiera, en puro rigor de verdad, tomar debida nota el propio doctor Almagro. Como se dijo, basta con confrontar el contenido de ambos informes ( 34/18 y 169/21).
La CIDH dio por acreditado claras violaciones a básicas garantías convencionales por parte del Estado Argentino en relación a la metodología de destitución aplicada respecto del ex juez Tiscornia. Ahora echa por tierra su dictamen anterior y cumple agradeciendo las críticas argentinas al Secretario Almagro
Está más que claro; desde el año 2018 en que la CIDH hubo aprobado el comentado informe de admisibilidad n°34/18 hasta la fecha en que se desató el conflicto derivado de la decisión del doctor Almagro de prescindir del Secretario Ejecutivo de la CIDH y el apoyo de Argentina al doctor Paulo Abrao, el asunto relacionado al ex juez Tiscornia mostró un viraje de 180%.