
Juan Pablo Galli: En 1988 empecé a dar vueltas por Aries. Hice unas colaboraciones, arranqué con publicidad, y tuve la enorme suerte de entrar en dos equipos impresionantes: “La peste”, de Luis Puenzo, y “De eso no se habla”, de Bemberg. Ahí trabajé en producción y posproducción (fue una de las últimas que se mezclaron en los Estudios Alex) y nos conocimos con Alejandro Maci. Años después él estaba haciendo con nosotros “Los que aman, odian”. Transitando ese rodaje ya me decía de hacer un documental sobre ella. Contaba con la grabación de las charlas que habían tenido, y que servirían de hilo narrativo. Cuando decidimos hacerlo, Lita Stantic, Héctor Olivera, la familia Bemberg, todos colaboraron.
P.: La familia no aparece. Hubiera sido lindo conocer a sus hijas Cristina y Luisa, ella estaba contenta de que fueran profesionales.
J.P.G.: La familia decidió no aparecer, solo vemos algo de una reunión familiar, y al final una foto de los cuatro hijos cuando eran chicos, pero apoyó, formó parte del proyecto a través de la productora Mojamé (por Mohamed, personaje de “De eso no se habla”). Estamos contentos con el resultado. Maci logró una estructura clásica. Quien no era clásica era María Luisa Bemberg, una mujer disruptiva, picante, buena narradora, con la libertad como denominador común de sus películas, ella lo dice en la grabación. Además siempre hizo buenos equipos, eso es fundamental. El próximo 14 de abril cumpliría 100 años. Esperamos estrenar para esa fecha, dentro de los homenajes y retrospectivas que se merece.
P.: A propósito de estrenos, ¿cómo pasaron ustedes estas dos últimas temporadas?
J.P.G.: Habíamos terminado el rodaje de “Hoy se acaba el mundo” el 6 de marzo de 2020. Toda la posproducción tuvimos que hacerla en cuarentena, cada uno viendo las imágenes por el monitor de su casa, y cada monitor daba un tono diferente. Tampoco el sonido era el mismo. Ahora estamos cancheros, pero aquello fue un sufrimiento. Esa y “Las Rojas”, ambas con Natalia Oreiro, todavía no vamos a estrenarlas. Nuestras películas son mainstream, tienen un nivel de producción elevado y el público no está volviendo tan rápido a las salas. Pero tampoco las podemos tener guardadas más tiempo, el costo financiero es complicado. Ya nos vimos obligados a entregar “Corazón loco” a una plataforma para salvar la ropa.
P.: Este año retomaron las filmaciones.
J.P.G.: Entre abril y mayo rodamos “Cato”, opera prima de Peta Rivero y Hornos, un publicitario que venía haciendo videoclips para estos chicos. Se estrenó en octubre con 100 copias, hizo 62.000 espectadores en seis semanas y sigue en cartel. Con un comportamiento muy fuerte en el conurbano bonaerense (Malvinas Argentinas, Quilmes, Temperley, etc), relativo en Capital, flojo en el interior y muy flojo en Unicenter y Abasto, que están siempre a la cabeza, es la película argentina más vista en lo que va del año. Y ahora estamos filmando “30 noches con mi ex”, con Adrián Suar, que también dirige, y Pilar Gamboa, sobre guion de Pablo Solarz. Muy de Solarz son esos personajes femeninos muy fuertes, con muchas capas, como el de “Un novio para mi mujer”.
P.: ¿Adrián Suar dirige “30 noches con mi ex”?
J.P.G.: Apenas leyó el proyecto dijo “Esta la dirijo yo”. Lo conozco, desde “Comodines” lo venimos acompañando en todas, aun las que no protagoniza, como “El hijo de la novia”, que produjo y solo tiene un cameo. En síntesis, producimos distintos tipos de películas para distintos públicos, eso nos mantiene en ritmo. Y hay una realidad: no podés perder el ritmo. Por suerte nuestro equipo tiene un buen engranaje, funciona bien, desde su fundación Patagonik ya hizo unas 75 películas, y ese éxito le corresponde a todo el equipo.
P.: Unas 75 películas. ¿Y televisión?
J.P.G.: En Patagonik no hacemos televisión. Estamos 100% dedicados al cine. Los costos están muy altos, los ingresos más bajos, como le pasa a cualquier otra actividad, todo nos cuesta el doble que hace dos años, pero no hay como la experiencia de compartir con otras 200 almas la angustia, la alegría, todos los sentimientos que provoca una película en una sala.