
Periodista: ¿Por qué le atrajo volver a los años de la dictadura?
Rafael Russo: El proyecto surgió de una conversación con amigos, en la que me hablaron de los años previos a la dictadura militar de Uruguay, el clima, las particularidades y la manifestación de los limpiaparabrisas. Encontré que ahí había una historia muy potente e investigué. Quise hablar de cómo lidiar con el miedo en un contexto como ese, cómo contar la antesala del horror más que el horror en sí. El año previo al golpe, un ángulo diferente porque ya hubo muchas películas de dictaduras. Algo más cercano a ¨El año que vivimos en peligro¨ de Peter Weir antes que algunas más obvias como ¨Missing¨ de Costa Gavras. Me gustaba bucear en el corazón humano y contar una historia con abanico amplio que refleje el clima de recorte de libertades y violencia militar. Cómo ese miedo atenaza en todos los niveles, amistades, vidas laborales, y que tiene mucha resonancia con el presente.
P.: ¿A qué se refiere?
R. R.: Hay un renacer de los fascismos, populismos e intolerancia. Se empiezan a blanquear comportamientos que habíamos tachado, que creíamos olvidados y resurgen. Parece que no pasó suficiente tiempo para enterrarlos. Hay nuevos enemigos contra la libertad expresión y como creador uno lo siente.
Martina Gusmán: La película está basada en historias de gente común que vive un shock en su vida y tienen que entender cómo seguir. En ese sentido lo vinculo con la pandemia. Atravesamos como humanidad algo que era impensado. Así como en el pasado nadie pudo descifrar cómo ese nivel de crueldad afectaría a las generaciones futuras, siento que hay algo de lo pandémico que dará un sacudón a las generaciones que vendrán. Acaso en el modo de comunicarse, su visión en relación a vínculos. La analogía entre la película y el presente tiene que ver con ese tsunami que vivimos como humanidad.
P.: Me interesaron los personajes de los guionistas que hacen humor político y sátiras, un género que desapareció con Tato Bores. Así como desapareció el cine político que fue tan prolífico en la Argentina alfonsinista.
Joaquín Furriel: Creo que la desaparición de ese tipo humor tiene que ver con lo que ocurrió con la tecnología y la política. En los 80 fue Tato Bores, en los 90 ¨CQC¨ y luego la política en sí misma tomó ese lugar, se volvió patética y se expuso sin ninguna sutileza. Al ser todo tan obvio es difícil hacer humor. El cine político está hoy en las redes, y hay buenos documentales que abordan lo político de otra manera. Son tiempos de consumos más breves, con los dispositivos cuando sucede algo se comunica rápidamente. La película rescata lo esencial que era la sátira y la metáfora como victoria de la creatividad pese a opresión. De alguna manera siempre la creatividad encuentra la forma.
M.G.: Hoy se hace más denuncia que sátira aunque algunos intenten poner humor en la denuncia o lo hagan de manera más o menos creativa. La política hoy es obvia, antes había un humor más blanco, ingenuo, creo que hoy un Tato Bores resultaría hasta ingenuo en el contexto político mundial, más violento y descarnado.
P.: ¿Cómo es presentar cine en la era de las series? De hecho la película se estrenó en salas y al mes ya está disponible en la plataforma.
R.R.: Varios me dijeron que podía haber hecho una serie con tantas historias y personajes. Las series nos cambian los hábitos pero aún así me interesaba la realidad poliédrica amplia y rica en matices. Es la primera vez que hago el experimento de lo coral.
P.: ¿Cómo son sus personajes y cómo los compusieron?
M.G.: Susana es una prostituta que cree en el amor, quiere armar una familia y busca otra oportunidad en la vida. Tiene contención en la pensión donde vive con una familia muy particular, es vulnerable y a la vez intenta ser fuerte.
J.F.: Mi personaje lo trabajé con el director, no busqué referencias en otros. Para determinar la época yo tenía pelo corto entonces la novedad fue la peluca. Al principio estaba fascinado porque trae mucho para componer, pero después de un mes y medio de usarla, cuando me la saqué fue un alivio. También tuve que fumar después de muchos años, en realidad sólo fumé dos años de mi vida y lo hice por amor, porque una pareja fumaba. Mi personaje está cerrado de diferentes maneras y muy trabado. Sufre de amor y su mirada fue opacada con el tiempo hasta que quedó tomado por esa negatividad.