El Ministerio Público portugués y la Embajada de Brasil en Lisboa, recibieron una denuncia presentada por el abogado portugués Mario Ferreira que podría plantear serios problemas al empresario brasileño Alain Baldacci por el cargo de trata de personas.
Controlador del parque acuático Wet’n Wild, del municipio paulista de Vinhedo, está acusado de integrar, desde 2016, una red que envía brasileños a Europa.
Sus socios en el negocio serían, el empresario portugués Alfredo Morais y un militante neonazi llamado Luís Graça, al que sindicarían como el responsable de dirigir la empresa, gracias a la protección del SIS, los servicios de inteligencia portugueses (Servicio de Informaciones de Seguridad)
Los tres acusados han sido vistos juntos varias veces, más recientemente hace unos días. Se conocieron en el restaurante “Rafa” en Madrid.
Según la denuncia, Graça envía regularmente remesas de dinero a Brasil, y sería dinero del pago por trata de personas. Las mujeres que estarían siendo enviadas por el trío a Portugal, trabajan en el “Elefante Branco”, un conocido club nocturno en Lisboa, y forman parte de una red de prostitución conocida como “lady one”.
Un denunciante informa que, en el mes de diciembre, 30 brasileñas llegaron a Portugal de la mano del grupo.
Se espera el avance de la justicia.