
Marzo abre con una reposición: “Campo minado” de Lola Arias, comisionada por LIFT y Royal Court, Theatre, Brighton Festival, Universidad Nacional de San Martín y diversas entidades europeas que le dieron a Arias su aval. La obra estrenada en 2016 y que fue representada en el mundo, reúne a veteranos argentinos e ingleses de la Guerra de Malvinas para explorar, cuarenta años después, lo que quedó en sus mentes. En un set de filmación convertido en máquina del tiempo, los ex soldados se transportan al pasado. La original puesta se vale de múltiples lenguajes: el audiovisual, la danza, la música en vivo con los veteranos tocando cual rockeros, y el teatro, para indagar en las marcas de la guerra, la relación entre experiencia y ficción, y sobre todo la tergiversación de la memoria que convierte marca en huella o directamente anula los recuerdos.
En marzo debuta “El coloquio de las perras”, de Hernán Gené, con actuaciones de Esther Acevedo, Amaranta Munana y Georgina Rey. Los perros de Cervantes se convierten en perras, y éstas en mujeres con voz que hablarán de igualdad y libertad.
En abril se estrena “Vassa”, de Felicitas Kamien, Walter Jakob y Agustín Mendilaharzu, a partir de la obra Vassa Zheleznova de Máximo Gorki de 1910, con Anabella Bacigalupo, Javier Pedersoli y Victoria Cipriota. Lo único que mantiene de la original es el carácter avasallante de Vassa, una mujer que crió una caterva de inútiles a los que pretende controlar y proteger. En esta versión de Vassa hay crisis financiera, inflación y estallido social. Llega “Pequeña Pamela”, de Mariana Chaud con Marcos Ferrante, Santiago Gobernori, Iride Mockert y Lalo Rotavería, entre otros, con elementos de la tragedia griega reformulados y un universo proto-mitológico, hermanado con lo medieval, lo villero y lo glam. Ese mes se estrena el “Julio César” de José María Muscari, en una feroz versión libre en que la tecnología guía amores escondidos y piadosas mentiras políticas. Con Moria Casán, Marita Ballesteros, Malena Solda, Mario Alarcón, Mirta Wons y Vivian El Jaber, entre otros.
En mayo lanzan “Boquitas pintadas”, otro Puig en la programación, pero en versión del Ballet Contemporáneo del San Martín con adaptación y dirección de Renata Schussheim y Oscar Araiz. Se estrena “Las manos sucias” de Jean-Paul Sartre en versión de Eva Halac, que ubica a finales de la Segunda Guerra Mundial, en un país imaginario y una grieta ideológica dentro de un mismo partido. Ese mes lanzan “Lo que el río hace” de Paula Marull y María Marull sobre una mujer desbordada que regresa al pueblo de su padre y un río que la precipita a una transformación.
Para vacaciones de invierno volverá “Recuerdos a la hora de la siesta” de Emiliano Dionisi sobre el universo de María Elena Walsh; “El rayo verde”, de Julio Verne, por los Titiriteros del Teatro San Martín; “Mi don imaginario”, de Mariano Taccagni con dirección de Pablo Gorlero sobre canciones de Hugo Midón y Carlos Gianni, con Ana María Cores, Julián Pucheta y Belén Ucar, entre otros. En el teatro de la Ribera. Y los titiriteros también harán “Berta, la flor”, de Myrna Cabrera, en el cine teatro El Plata.
En agosto llega “La batalla de los ausentes” por La Zaranda, compañía española fundada por Paco de la Zaranda, en el Regio en coproducción con Teatre de Romea de Barcelona. La historia gira en torno a sobrevivientes de una guerra que nadie recuerda.
La sección “Artista en residencia” estará dedicada a la poeta, música, cineasta, autora y directora teatral Lucía Seles. Que en el teatro Sarmiento tendrá un workshop, una retrospectiva de sus films y varias de sus obras.
En septiembre lanzan una nueva versión de “Bodas de sangre” de Lorca por Vivi Tellas con Maite Lanata, María Onetto, Esteban Meloni, Luciano Suardi, Susana Pampín, Maruja Bustamante, Rita Pauls y otros, en la Martín Coronado. Y ese mes llega la tercera de Tenconi Blanco sobre La saga Europea, “Las ciencias naturales”, en la que el lacónico naturalista alemán Rudolph Weiss y su romántico asistente, el español Calixto Blanco, emprenden un viaje rumbo a Sudamérica. Buscarán hallar el origen del ser humano en la Argentina.
Ese mes se estrena “Borkman”, de Alfredo Staffolani, a partir de Juan Gabriel Borkman de Henrik Ibsen, que en esta versión se sitúa a finales de los años noventa en Comodoro Rivadavia. La caída de Borkman, un financista que permanece escondido tras haber cumplido condena por estafa, retrata el devenir de ciertas políticas económicas y el fin de la sociedad salarial. En el teatro Regio. “La gran renuncia”, de Lisandro Fiks, está basada en “La fiaca” de Ricardo Talesnik y trata sobre un empleado de una empresa publicitaria que decide rebelarse al sistema laboral. En el teatro de la Ribera.
En octubre debuta “Luz mala”, de Pablo Rotemberg, en la Casacuberta, en tanto llega “Su nombre significa mujer”, de Paola Lusardi, sobre un grupo de actores y actrices al servicio de un relato que cuestiona los límites que marca la sociedad a la hora de hablar de identidad de género. En la Cunill Cabanellas. Los titiriteros del San Martín estrenan ese mes una obra para adultos, “La cuidadora”, de Dionisi, sobre una mujer que cuida de un anciano y lo mantiene despierto para que no olvide quién es. En el Regio. Y “Hielo negro” de Luis Biasotto, se estrenará en el Sarmiento.