Su historia fue la de tantas personas: María y Luke iban a casarse y la fecha elegida era el 15 de marzo del año pasado, en la Valencia natal de Albiñana. Sin embargo, el coronavirus trastocó los planes y la dupla tuvo que cancelar las nupcias.
Para colmo, la madre de Luke, Karen, ya había llegado desde Australia y quedó varada con los dos en su diminuto departamento.
Entonces María y Luke hicieron con sus desgracias y su tiempo muerto lo que mejor saben hacer: elaboraron guiones, tomaron su smartphone y, con Karen como tercer personaje del exiguo elenco, rodaron una serie.
El resultado fue un testimonio semificcional de la pandemia en clave personal con toques de comedia y una buena dosis de ternura; su estreno a través de Facebook Watch primero y en www.un3.tv luego confirmó que tocaba una fibra con la que era fácil empatizar.
Millones de visualizaciones y una veintena de premios internacionales después, Eve y Albiñana se convencieron de que la realización de su postergada boda, aplazada para el 15 de marzo de 2021, daba el escenario ideal para una continuación… aunque la suerte se interpuso de nuevo.
Además de la insistencia de la Covid-19, que hacía imposible un casamiento con invitados internacionales como deseaban, María quedó embarazada, así que la pareja decidió reorientar la secuela en torno a su nueva realidad y nació “ReCancelled”, que en seis episodios de 13 minutos sigue su siguiente aventura, ahora como futuros padre y madre.
Telam: ¿Imaginaban que un proyecto de estas características, de realización casi casera, podía funcionar tan bien?
– MA: Sabíamos que teníamos algo especial entre manos pero, personalmente, nunca imaginé que tendría ese impacto en tanta gente de tantos sitios diferentes y de edades diversas. Cada capítulo tuvo más de 300.000 visualizaciones con “Cancelled” y miles de comentarios.
– MA: Creo que aún quedan varios años hasta que podamos extraer los aprendizajes (o traumas) que nos ha dejado esta pandemia. A mí me gustaría pensar que ya nos hemos dado cuenta de la importancia de abrazar, dar besos, tomarte el tiempo de mirar como juegan tus hijos, sentarte a hablar con tu madre, escuchar las batallitas de tu padre, llamar a un amigo y decirle que le quieres, o aceptar que tu pareja no es perfecta y aun así amarla incondicionalmente.