Han tenido que esperar más de lo planeado, pero por fin Barón Rojo podrá despedirse de Madrid con un gran concierto lleno de invitados especiales que se celebra mañana en el Wizink Center, un año después de la fecha inicialmente prevista. «Esperemos que el omicron no vuelva a mandarlo todo al garete», dice su líder Armando de Castro, algo nervioso por los últimos acontecimientos con la pandemia, pero confiado de que esta vez sí, podrán decir adiós a la ciudad que vio nacer al grupo hace ya más de cuarenta años. «Va a ser una cita inolvidable», dice el cantante y guitarrista de esta banda de leyenda, que estará acompañada por un plantel de invitados de lujo como Doro Pesch, Aurora Beltrán de Tahures Zurdos, Graham Bonnet de Rainbow y Michael Schenker Group, Jorn Lande de Avantasia, Miguel Oñate de Asfalto, Jose Luis Jimenez de Topo o el saxofonista de King Crimson Mel Collins. Creo que el concierto se va a grabar para su edición en DVD. Eso tengo entendido. Yo siempre intento mantenerme al margen de esas cosas, ¡que se encarguen los managers y los promotores! A mí que me digan dónde me enchufo (risas). Pero sí que es algo que merece quedarse grabado para la posteridad. Dice su hermano Carlos que uno de los motivos de la despedida es que ya no tienen interés en grabar más discos, por lo poco que se venden. Pero curiosamente, este último año ha habido varios álbumes de heavy en el número uno de las listas. No sabía yo eso. La sensación que tengo es que estamos en una época en la que interesa más lo que se hizo en el pasado dentro de este género, que lo que se hace ahora. Eso nos preocupa, y quizá nos ha inhibido a la hora de crear más material nuevo. Cuando tienes unos años de carrera a la espalda, si no ves claro que el trabajo de componer, de hacer arreglos y de escribir letras va a ser recompensado dignamente, te cuesta mucho ponerte a ello. Para eso tengo otro proyecto en solitario, con el que puedo decidir todo lo que voy a hacer con independencia de sellos y agencias, lo que hace las cosas más fáciles. Barón Rojo se ha ganado a pulso el calificativo de ‘leyenda’. Lanzasteis discos superventas, en su momento fuisteis la primera gran banda internacional del género al tocar en festivales británicos… ¿se les queda alguna espinita pendiente? A mí me han faltado muchísimas cosas. Todos sabemos que el negocio de la música es muy difícil, pero cuando empiezas una carrera y ves que vas subiendo peldaños y más peldaños, llega un momento en el que te entra una sana ambición y te preguntas, ‘por qué no voy a llegar yo a lo más alto?’. Quieres ser cabeza de cartel en grandes festivales, vender millones de discos, hacer giras mundiales, llenar estadios… Y esas son cosas que Barón Rojo no ha hecho. Me hubiera gustado ser una gran banda internacional. Lo digo sin amargura, con las ganas de seguir intentándolo, aunque ya sea un poco tarde (risas). ¿Cómo han llevado las polémicas protagonizadas por su ex compañero Sherpa? Lo único que me importa de ese tema es lo tarde que la gente se ha dado cuenta de cómo es. Lleva décadas criticándonos, vilipendiándonos, insultándonos y mintiendo sobre nosotros. Creo que a la gente le daba marcha. El público heavy a veces adolece de un gusto por la carnaza y las disputas. Ahora de repente le ponen a caldo por cosas que no tienen que ver con la música… me hubiera gustado que se le criticara por la actitud que tiene desde hace treinta años. Además, con toda su caradura ha seguido usando el nombre y la estética de Barón Rojo, mamando de la misma teta que empezó a criticar hace tanto tiempo. ¿Han llegado a plantearse denunciar eso? Son muy difíciles de demostrar, al final requieren una inversión en abogados que puede hacer que no merezca la pena. Se ha planteado pero no se ha hecho, más allá de algún movimiento en el sentido de hacerle llegar nuestra intención de pleitear para que dé marcha atrás en alguna cosa que iba a hacer. Pero nada, eso ya es agua pasada. ¿Se han llegado a arrepentir de la reunión con él en 2010? No, no. La gente tenía muchas ganas de ver a la formación original de la banda que construyó aquellos grandes hits. Creo que aquella gira incluso se quedó corta. Sherpa se cargó la posibilidad de que siguiera cuando hizo unas declaraciones en la prensa, en las que hablaba mal de nosotros. Nosotros nos enteramos meses más tarde de que se publicaran, y durante todo ese tiempo, yo noté que Sherpa estaba distante, huidizo. Claro, él no sabía si nosotros habíamos leído aquellas declaraciones o no… en cuanto las leímos, decidimos no volver a subir a un escenario con él. Usted sí seguirá tocando, entonces. Sí, tengo suficientes ganas de tocar nuevos repertorios y conocer a nuevos músicos, y seguiré con mi banda Armando Rock, que sinceramente, creo que ha editado el mejor material de rock que se ha hecho en este país. Lo que pasa es que me han boicoteado los grandes capos que manejan el cotarro del heavy en este país. Me pusieron en una lista negra de artistas a los que había que acallar, y sufrí un apagón absoluto, incluso por parte de promotores. Me borraron del mapa. Sólo hablan de ti si les doras la píldora, porque ellos se creen más importantes que tú. ¿Habla de Mariskal Romero? No voy a decir nombres, a buen entendedor pocas palabras bastan.
Fuente ABC