Detalles que hacen la diferencia.
Por Camilo Cagnacci
El fallo de la Cámara Federal porteña que descartó que durante el gobierno de Mauricio Macri existiera una asociación ilícita organizada por la AFI para realizar espionaje político le robó el espíritu navideño a Cristina Kirchner, que desde entonces se dedicó a lanzar fuegos de artificio en Twitter para sostener el relato del lawfare y la idea de que entre 2015 y 2019 la Argentina vivió una espiadura. La vicepresidenta había acusado el golpe. Sin embargo, la denuncia por presunta persecución contra el sindicalista Juan Pablo «Pata» Medina que impulsó la interventora de su AFI, Cristina Caamaño, basada en un escandaloso video que –supuestamente– fue hallado por personal del organismo de inteligencia y registra un encuentro en el que se habría pergeñado la maniobra, parece haber empezado a devolverle el entusiasmo. Tanto así, que en las últimas horas se animó a alimentar a sus seguidores con bad information.
En un hilo de tuits –el cuarto en los últimos seis días–, Cristina identificó al sucesor del exespía Jaime Stiuso en la foto de la reunión que motivó la denuncia de la exfiscal Caamaño. Se trata de Diego Dalmau Pereyra, quien se desempeñó como Director Operacional de Contrainteligencia entre diciembre de 2015 y junio de 2018. «Además de la presencia de Sebastián De Stefano, Dir. Asuntos Jurídicos de la AFI y Darío Biorci, cuñado y Jefe de Gabinete de Silvia Majdalani, Subdirectora de la AFI, en la concurrida reunión de la mesa judicial de Mariu Vidal del 15-06-17… El hombre que aparece de espaldas, mencionado con su nombre de pila en la misma y ya famosa reunión, es Diego Dalmau Pereyra», escribió la vice. Y agregó: «Biorci y Dalmau Pereyra acompañaron a Silvia Majdalani y fueron presentados como sus dos principales colaboradores cuando se realizó el traspaso de funciones en diciembre del 2015».
No obstante, Cristina obvió en su relato dos datos llamativamente relevantes. El primero, de la reunión de traspaso que ella invoca sólo participaron cuatro personas: Oscar Parrilli y Juan Martín Mena, que entonces eran las autoridades salientes de la AFI, y Gustavo Arribas y Silvia Majdalani, quienes los sucedieron. El acto tuvo lugar el lunes 14 de diciembre y hay un acta que da fe de ello. El exseñor 5 tiene una copia.
De esta manera, resulta falso que Majdalani se haya presentado junto a su otrora cuñado y Dalmau Pereyra; que –a diferencia de Biorci– no llegó a la AFI con el macrismo. Y aquí va el segundo punto: el exjefe de Contrainteligencia de la AFI tuvo dos pasos por la exSIDE. El primero duró un año, entre febrero de 1999 y febrero de 2000. El segundo y definitivo empezó con el gobierno de Eduardo Duhalde, en enero de 2003, y se extiende hasta la actualidad.
«En febrero de 1999 ingrese en ese entonces en la Secretaría de Inteligencia de Estado y fui destinado a la Escuela Nacional de Inteligencia a la Sección que daba cursos operativos. En febrero del año 2000 me echaron de la SIDE con el cambio de gobierno y por no estar en planta confirmado/ hubo un despido masivo de agentes y yo estaba incluido en la lista. En agosto del 2000 vuelvo a dar cursos en la ENI como profesor contratado/ y vuelvo a incorporarme ya en la Secretaría de Inteligencia el 1/01/2003. A partir de ese momento hasta el año 2015 fui el profesor de la Escuela que daba casi todas las materias básicas (inteligencia y contrainteligencia) y los cursos operativos. En mayo de 2015 pase en comisión a la Comisión Bicameral de Fiscalización de Organismos de Inteligencia hasta que el 17/12/2015 que con el cambio de gobierno se me nombra Director Operacional de Contrainteligencia. El nombramiento se produjo a raíz de que fue nombrada Subdirectora de la Agencia Federal de Inteligencia la Sra. Silvia Majdalani que me conocía de la Escuela de inteligencia y me propuso en ese cargo», detalló el propio Dalmau cuando el 2 de julio de 2020 le tocó declarar ante el juez federal Federico Villena por la causa por presunto espionaje ilegal que tanto obsesiona a Cristina.
Por otro lado, hay un tercer dato que la expresidenta evita: el lugar donde se celebró la reunión en la que supuestamente se armó el plan para perseguir a Medina. A pesar de haber sido muy puntillosa a la hora de mencionar que se dio el 15 de junio de 2017 y que fue encabezada por el exministro de Trabajo bonaerense, Marcelo Villegas, hoy tristemente recordado por haber dicho que le gustaría tener «una Gestapo» antisindical, Cristina no pasa la ubicación.
La otra Cristina –Caamaño– indicó que la reunión se realizó en la sede del Banco Provincia de La Plata y que por eso radicó la denuncia en esa jurisdicción. Pero algunos de los protagonistas de esta historia lo desmintieron ante la consulta de este periodista. Según dijeron, el cónclave tuvo lugar en las oficinas que el BAPRO tiene en el microcentro porteño. Más precisamente en la esquina de Bartolomé Mitre y San Martín, a 260 metros de la sede de la AFI.
¿Acaso la jefa de los espías fue víctima de una confusión? Difícil de creer. Sobre todo, teniendo en cuenta que en La Plata atienden dos jueces federales amigos: Alejo Ramos Padilla, que no sólo investigó el D’Alessio Gate sino que milita con ella en la agrupación Justicia Legítima, y Ernesto Kreplak, quien fue funcionario del Ministerio de Justicia durante la segunda presidencia de Cristina Kirchner. Le cayó al segundo. Veremos por cuánto tiempo podrá retenerla.
Fuente Periodismoypunto