Por Lucía Salinas
Al ex funcionario lo indagaron por sobornos. Presentó un escrito y negó todas las acusaciones.
El juez federal Julián Ercolini le tomó este lunes declaración indagatoria de manera virtual a Roberto Baratta, el ex Subsecretario de Coordinación y Control de Gestión del ex Ministerio de Planificación. Fue en un tramo de la causa de los Cuadernos de las Coimas, donde se le atribuyeron cinco hechos puntuales vinculados a este mega caso de corrupción, en los que habría cobrado sobornos por U$S 8.820.000.
Baratta presentó un escrito de apenas tres páginas, donde negó todas las acusaciones. Puso en duda, una vez más, las confesiones de los arrepentidos pidiendo que todos los acuerdos sean desestimados, habló de una “persecución infame” y de imputaciones “amañadas”.
Durante la indagatoria que se realizó de forma virtual, sin la presencia de la fiscalía, no se le realizaron preguntas.
En este tramo se investiga a ex funcionarios y empresarios por “presuntos pagos de sobornos que fueron receptados por el ex Ministerio de Planificación que quedaron en instrucción”. Son nueve hechos en total, especificados con montos de pagos ilegales requeridos a los empresarios que debían ser abonados y que formaron parte de las anotaciones del ex chofer Oscar Centeno. Se presume que el responsable de recaudar el dinero era Baratta.
La causa principal, en tanto, ya fue elevada a juicio oral junto a los seis expedientes conexos. Estos últimos se ocupan de diversas áreas que dependían del extinto Ministerio de Planificación Federa: obra pública, corredores viales, energía, transporte.
El caso fue investigado de arranque por el fiscal Carlos Stornelli y el juez Claudio Bonadio, pero luego de su fallecimiento, es subrogado actualmente por Ercolini.
En el escrito al que accedió Clarín, Baratta criticó el accionar del juez Ercolini al señalar que el juzgado “no tiene jurisdicción sobre los hechos del caso, porque los ha elevado a juicio o competen a otra autoridad. Y además por la ilegal actuación que se evidenciara a lo largo de esta causa y las que se pretendieron conexas”.
Al momento de referirse a las acusaciones atribuidas, indicó: “Vuelvo a negar una vez más cada uno de los hechos que me imputan”. Sostuvo, en esa línea, que hay “cambios en las declaraciones actuales de distintos imputados” y “contradicciones con las anteriores”.
Así, volvió a poner en tela de juicio las confesiones de los 31 arrepentidos con los que cuenta el caso, momento que calificó de “extorsivo, cuando el fiscal blandía en 2018 su sortija para que se involucre en supuestos delitos a Néstor Kirchner o a Cristina y a quienes fuimos sus funcionarios”.
En su defensa volvió a referirse al expediente como “una persecución infame“, rechazando así los cinco hechos que en este tramo se le imputan por más de ocho millones de dólares.
Al momento de justificar su postura, Baratta argumentó que la “práctica extorsiva obtuvo declaraciones sin el debido registro y falsas, sin respaldo probatorio”, algo que la Cámara de Apelaciones ya dirimió al avalar las confesiones de los imputados colaboradores.
De qué se lo acusa: el detalle de las coimas
La citación a indagatoria sostuvo que Baratta fue responsable de cobrar en tres fechas diferentes, U$S 2.000.000, de parte de Hugo Alberto Dragonetti, presidente de Pandeile. La firma fue adjudicataria de licitaciones llevadas a cabo en el ámbito del ex Ministerio de Planificación.
También se acusó al ex secretario coordinador de haber cobrado dinero de Alberto Taselli, en julio de 2013. Según se especificó en la imputación, además, Juan Balan realizó un pago en esa fecha a Baratta en las inmediaciones de las calles Arroyo y Esmeralda. Balán era presidente de la firma “Industrias Juan F. Secco S.A.”, también contratista del Estado.
Se la atribuye a Baratta también el cobro de otros 3.170.000 dólares: por un lado, una suma entregada por su secretario Hernán Gómez; otra porción del dinero fue llevada por el ex funcionario y su subalterno, a Daniel Muñoz (ex secretario de Néstor Kirchner) al departamento de Uruguay y Juncal, donde vive Cristina Kirchner; y finalmente, la intermediación del ex funcionario para que se rematen unos terrenos, con una coima de un millón de dólares.
El último hecho que se le adjudica a Baratta es haber cobrado sobornos por 3.150.000 dólares por parte de Fernando Sananez, que se desempeñaba en JCR -la firma que perteneció al fallecido Juan Carlos Relats-. El modus operandi fue el mismo: el secretario Nelson Lazarte realizó el cobro en cuatro ocasiones y le entregó el dinero al ex secretario coordinador.
Fuente Clarin