La madre empezó a alarmarse ayer por la tarde. No localizaba a su exmarido y su hija de tres años estaba con él. Llamó a la Policía. La mujer había ido a la casa de su expareja en la calle Amparo, en el barrio madrileño de Lavapiés, angustiada porque no contestaba a sus llamadas ni podía entrar en el piso. Vio la luz encendida desde la calle pero nadie respondía. Avisó entonces a la Policía. Una patrulla de Seguridad Ciudadana se dirigió hasta allí y llamó una y otra vez al timbre, sin resultado. Los agentes entraron por la fuerza en el número 91 de esa calle del distrito Centro alrededor de las 21.15 de la noche y se encontraron un escenario «horrible», según fuentes policiales. El individuo, de 47 años y nacionalidad francesa, estaba muerto, en una habitación de la casa. La niña, española de tres años, yacía en otra. El autor de los hechos había dejado una nota de despedida en la que se atribuye el crimen de forma inequívoca. Hasta el lugar se trasladaron agentes del Grupo VI de Homicidios de la Jefatura Superior de Madrid y Policía Científica para llevar a cabo la inspección ocular. No ha trascendido cuál fue el mecanismo del crimen, aunque no había sangre en la vivienda ni estaba revuelta. Las autopsias que se realizarán a lo largo del día determinarán cómo ocurrieron los hechos. La mujer, destrozada, explicó a los agentes que vivía muy cerca de allí, que se habían separado pero la relación era cordial y nada hacía presagiar la tragedia. No había denuncias ni en principio una situación de conflicto. Los investigadores aún no han podido tomar declaración a la madre debido a su estado por lo que se desconoce cuál era el régimen de custodia que mantenía la pareja. Un equipo de psicólogos del Summa 112 tuvo que atender tanto a la mujer como a la abuela de la criatura que también había ido a la casa. Ambas son españolas. La hipótesis principal es que se trata de un nuevo caso de violencia vicaria, aunque esta vez toda apunta a que no existían amenazas previas. Si se confirma, es la octava niña asesinada por su progenitor en lo que va de año como venganza contra la madre.
Fuente ABC